IV

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salir entre los montones de cajas fue algo dificil, el polvo lo tenia asqueado y se contuvo en toser, le aterraba la idea de que ese espantoso niño volviera a aparecer con esas tijeras, pero tampoco iba a quedarse encerrado en una bodega, tenia que ir en busca de seongjun y sihun.

porque ahora... eunsang ya no podia buscar a junghwan. lo habia encontrado en circunstancias que nunca se había imaginado, aquella imagen del cuerpo de junghwan cayendo lentamente desde el techo no se le borraria de su mente. aunque le doliera, tenia que enfocarse en sihun y seongjun, encontrarlos y salir de ahi.

haciendo el menor ruido posible aparto la última caja pudiendo asi salir del montón, caminando hacia la puerta. todavia estaba asustado, pensando en que le hubiera pasado si se hubiera tropezado, si por un descuido dejaba de correr pensando que estaba a salvo cuando no. eunsang se armo de valor y abrio muy lentamente la puerta.

las velas de los pasillos seguían encendidas, eso lo tranquilizaba un poco. recordaba haber visto otra puerta en el pasillo, pero estaba justo enfrente de la que daba al pasillo y no la hubiera convenido ir por ahi, acortaria su distancia con ese... asesino. porqué si, era un asesino, el asesino de junghwan.

se pego a la pared esta vez, yendo muy despacio en dirección a la puerta que previamente habia visto. su corazón bombeaba muy rápidamente, seguia un poco alterado.

cuando quedo frente a frente con aquella puerta, apoyo la mano en el picaporte, dudando por unos segundos antes de girarlo y abrir la puerta.

el interruptor no funcionaba, eso fue lo primero que eunsang probo, no quería quedarse a oscuras pero tampoco dejar la puerta abierta. cerro la puerta detrás suyo silenciosamente, observando al frente.

una vaga luz entraba a la habitación y provenia de la ventana, seguia sin distinguir un par de cosas. las paredes eran violetas, a lo mejor de un violeta pastel, pero la poca luz hacia que todo se viera oscuro. estaban desgastadas. habia una cuna doble, una mesa de noche con cajones al lado de esta, y varios juguetes rotos tirados en el piso.

otros juguetes, como un muñeco de payaso o un dinosaurio de peluche estaban sobre cajas o directamente en el piso apoyados contra las patas de la cuna. ¿qué haria una cuna ahi? después de todo, tenia entendido que el señor lim no tuvo hijos antes de adoptarlos.

se quedo observando todo por unos segundos, pero un ruido proveniente de su espalda lo distrajo, y volteo a mirar de que se trataba. el muñeco de payaso, con la cara despintada y sin un brazo, se habia caido hacia adelante.

se aproximo, extendiendo la mano para agarrarlo, pero no pudo hacerlo. en cuanto menos se lo espero, el muñeco empezo a flotar. flotaba en el aire, nada lo estaba sosteniendo, lo hacia por si mismo. se acercaba y alejaba repetidas veces de eunsang.

se movió bruscamente, sorprendido por lo que estaba viendo, una total experiencia paranormal. temeroso, iba yendo de rincón a rincón. el payaso emitia sonidos, risas, y eunsang contuvo sus ganas de gritar, cubriendose la cabeza.

algo brillo en su rango de visión, y consiguio ver una llave, colgaba justo del cuello del muñeco que parecia no tener buenas intenciones. sin pensarlo dos veces, eunsang alzo su mano, atrapándolo y estampandolo contra la pared bruscamente, se asusto por un momento.

tiro de la llave para desprenderla, y de la nada el muñeco paro de moverse, cayendo al suelo cuando eunsang agarro la llave. solto un suspiro de alivio y se contuvo en decir una maldición.

la llave no tenia etiqueta alguna, pero solo la dejo en el bolsillo del saco. volvio a abrir la puerta sin antes dirigirle una rapida mirada a los juguetes y salir de ahi.

la torre del reloj   |   bdcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora