cuando termino de leer el arrugado pedazo de papel, eunsang miro el esqueleto soltando un suspiro. todo este tiempo su padre estaba aqui, habia encontrado la respuesta a porqué nunca regreso, era una coincidencia muy extraña. pero estaba convencido de algo; ese lugar no era bueno, no era lo que aparentaba, y tenia que escapar lo antes posible. la señorita boah... tenia algo que ver con aquello.
quito muy despacio el esqueleto de su regazo, apoyandolo contra la pared tal y como estaba al llegar. hizo de la nota un bollo y lo arrojo por ahi. se puso de pie sin limpiarse los pantalones y volvio a pasar agachado por el agujero que hizo en la pared.
habia un gato negro sobre una caja, eunsang se acerco a este sonriendo un poco, pero el gato se escabullo al otro rincón, sorprendiendolo un poco. ahora se sentia algo atormentado. ¿y si hizo mucho ruido y alguien escucho que rompia el muro? ¿lo estarian buscando justo en ese momento?
supero sus miedos solamente para salir de la habitación, la casa seguia en silencio, eunsang detestaba el silencio. ni se molesto en cerrar la puerta, solo siguio de largo el pasillo, ignorando unas cuantas puertas más. tenia miedo de estar tranquilamente abriendo una puerta y que unas grandes y filosas tijeras lo atravesaran.
penso en que no habia algo mas que mirar ahi, que solo eran habitaciones y nada más. se encamino a las escaleras, bajandolas. su estómago dolia y sentia que pesaba, comenzaba a temer hambre y ni siquiera sabia donde se ubicaba la cocina de la mansion.
prosiguio a bajar las escaleras, esta vez lo hizo mas rápido que las anteriores veces, porque si, eunsang estaba apurado. llegando una vez mas al salón, miro las otras direcciones que podia tomar; la puerta ubicada en la pared detrás de las escaleras, o alguna de las dos puertas que estaban en la pared del costado, la vertical para donde estaba mirando.
"un asesino iria a la primera que ve, no a una que esta justo atras de las escaleras", aquella fue la lógica que se planteo eunsang antes de dirigirse con esperanzas a la puerta. la empujó mientras giraba el picaporte, pero nada, estaba trancada.
se aparto, suspirando, y saco de su bolsillo la llave que se habia guardado al visitar el cuarto de los juguetes. miro la forma que tenia esta antes de encastrarla, girandola dos veces hacia la izquierda.
cuando la abrio, no se molesto en prender las luces, ya habia una lámpara prendida colocada encima de una mesa. eunsang se adentro cerrando la puerta una vez más. habian dos estanterías, repletas de libros y mas cerca del lado derecho de la pared, junto a un escritorio con una silla de madera. pero la pared era lo que le habia llamado mas la atención a eunsang.
era un mural rarisimo. varias manos sosteniendo una cabeza de lo que a su parecer era una cabra con cuernos enormes, manchas blancas a los costados y rojas también, parecían manos. el verlo le hacia pensar en esas terroríficas historias que los chicos mayores del orfanato les contaban solamente para hacerles pasar miedo. pero ver eso pintado le daba repulsion por alguna razón, como si se quisiera arrancar los ojos para no verlo más, no lo toleraba.
un sonido se formaba en su cabeza, un sonido tan horrible como el chirriante retorno de un micrófono o el de unas uñas arrastrándose sobre una pizarra.
se acaricio la oreja con los dedos y miro ahora hacia la mesa, habia un anotador viejo y lleno de polvo encima de la mesa, justo al lado de la lámpara. eunsang se acerco.
—el tiempo causara... ¿adherencia? —leyó en voz baja— el reloj de la torre se detuvo... —las otras paginas estaban llenas de letras que no comprendía. miro una vez más el mural. parecía representar una especie de ceremonia, o más bien un ritual con un pobre animal.
dio unos pasos hasta quedar frente a la pared, entrecerrando sus ojos. notó que, apoyado en esta, un cetro. brillante, con una punta triangular, podía servir para muchas cosas, entre ellas, defenderse de ese niñato, que en cualquier momento podría volver.
decidió llevarse el cetro, lo pasó por su brazo, presionándolo contra su cuerpo para así poder abrir la puerta. se escabulló con rapidez, tratando de no hacer el mínimo ruido. la primera puerta que encontró fue la del pasillo, muy parecido al que estaba frente a la sala de estar, con el piso de madera.
eunsang sentía que en cualquier momento se iba a quebrar y caería al vacío, pero consiguió pasar por este, abriendo la puerta que dirigía a otro lugar con lentitud, a pesar de que no se escuchaba ningún chirrido.
bajó unas escaleras que se encontraban a metros de la puerta que cruzó, encontrándose con otro pasillo lleno de más puertas. en cualquier momento se iba a perder, porque todo era igual. las paredes tenían el mismo diseño de rombos y las puertas lijadas y con perillas doradas. ya hasta se le había olvidado que camino debía tomar para llegar a la entrada.
no avanzó mas por el pasillo cuando vió una puerta arrimada. no estuvo ahi antes, alguien tuvo que haber entrado. ¿la señora boah? ¿seongjun? ¿sihun? ¿el dichoso señor lim, qué nunca apareció? habían sido engañados, no tenia dudas de eso. empujó con su mano, adentrándose.
—este cuarto... se parece al otro.
un largo cuadro colgaba de la pared. una persona de cabeza, algo negro lo sujetaba de las piernas y se encontraba desnudo. en el piso, un pentagrama marcado encima de la alfombra con arena, o a lo mejor sal. se veía una especie de escotilla en el piso. sobresaliendo del desacomodado tapete.
—la cuna debajo de la estrella... —recordó las palabras escritas por su padre mientras despegaba el cetro de su pecho.
la escotilla tenía un espacio en el medio, como un agujero. acordandose de las viejas películas de acertijos que miraban en el orfanato, acerco la base del cetro, desde la parte de abajo. giró el bastón dentro del agujero, no una, si no dos veces, hasta que se escucho un chirrido.
eunsang se asomó a mirar. era un agujero bastante profundo, pero podía bajar por las escaleras de metal que se encontraban a un costado. apoyo un pie y luego otro, agarrandose con fuerza para empezar a bajar con lentitud, con la oscuridad del nuevo lugar tragándoselo.
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la torre del reloj | bdc
Fanfictioneunsang, sihun, junghwan y seongjun están por ser adoptados por un millonario. al llegar, la esposa del señor los hace esperar mientras va a buscarlo, pero tarda mas de lo esperado, lo que los preocupa. eunsang se ofrece a investigar, pero al salir...