El gato #2

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Saque la inspiración del comportamiento de mi gata (le gusta llenar de polvo y pelo nuestras mesas, también duerme por todos los lados posibles y ha arañado todos mis muebles T_T)

Espero que les guste~

Louie debía admitir que se estaba aprovechando por completo su nueva forma. Adoraba pasearse por todo los muebles (aunque a veces le costaba subir gracias a su gran pansa) y le gustaban las caricias que recibía pero su parte favorita era...¡molestar a toda su familia!

Caminar por lo muebles era divertido pero lo era aun más cuando Mrs.Beakley estaba presente porque ella se vea realmente molesta por sus huellas sucias marcadas por doquier y los muchos pelos verdes esparcidos por todas las superficies posibles. Louie siempre terminaba sobre la heladera, viendo con diversión como ella limpiaba todo mientras gruñía.

Le gustaba dormir a veces entre la ropa de su Tío Donald, retorcerse entre ella, solo para ver después la mala cara del mayor cuando se daba cuenta que su ropa estaba lleno de pelo, el color verde sobresaliendo por completo de la ropa negra.

Mordisquear la esquina de los libros de Huey se volvió su pasatiempo en el segundo día, ignorando por completo los retos de su hermano y clavando sus dientes con más fuerza cuando sentía unas manos  su alrededor, intentando alzarlo. Era divertido ver la mirada de frustración de Huey cuando veía las marcas de dientes en sus libros.

Al ser un gato, se le prohibió comer lo que quisiera (¡su amada comida chatarra! ¡sus gaseosas! ¡sus dulces) pero tenía una solución para eso: robar. Dewey era muy fácil de distraer, así que cuando este estaba mirando para otro lado, Louie aprovechaba para acercarse en silencio y arrebatar lo que sea que estuviera comiendo, corriendo para esconderse y escuchando los reclamo de su hermano.

A veces, le gustaba molestar al tío Scrooge y ahora, en su estado actual, había encontrado una nueva forma: arañar los muebles. No sabia la razón pero su nuevo instinto lo obligaba a arañar todo lo que tuviera cerca, así que no se contenía. Sillas, las patas e la mesa, los costados del sillón, los cojines, incluso la silla del estudio de Scrooge McDuck. Arañar todo eso era relajante pero era aun más divertido con su tío cerca, quien gritaba y reclamaba con notable enojo. Se ponía aun más enojado cuando vea las marcas de dientes en su querido bastón.

Dormir mucho ya era parte de su rutina diaria pero ahora podía hacerlo el triple ¡y en donde se le diera la gana! Las almohadas eran cómodas. En donde sea que diera el sol, era cómodo y cálido. Debajo se las camas o sillones eran un buena opción si quería sentirse fresco. Pero su lugar favorito era entre los brazos de Webby. Ella parecía adorarlo como gato, acariciándolo siempre que podía y alzándolo para abrazarlo, así que él aprovechaba, ronroneando y disfrutando del cariño, durmiendo todo lo que podía.

Si, la vida de gato era buena, lastima que debía volver a la normalidad...en algún momento.

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