Capítulo 34 |Familia Son.

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|Se necesitan pequeñas muestras para descubrir grandes sentimientos|

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No ha pasado mucho tiempo desde que Gohan me invitó a comer a su casa por pedido de su mamá, quizás unas dos semanas, y finalmente terminé decidiendo ir a pasar un rato con la familia Son. No los he visto desde que derrotaron a Majin Boo.
El idiota del saltamontes insistió en pasar a recogerme a mi casa, pero me negué rotundamente por dos razones: si lo hacía, iba a parecer una cita —y no lo es— y porque mi papá está en casa, por consiguiente, le iba a hacer el cuestionamiento de su vida otra vez.

Así que aquí estoy, un sábado antes del mediodía.

—¡Yuzuki, sí viniste! —Exclama Goten con una sonrisa infantil tras abrir la puerta y verme, haciéndome enternecer.

Generalmente se me hacen insoportables los niños, pero la verdad es que Goten es una excepción porque se ganó parte de mi cariño cuando estuve viniendo a entrenar con su hermano mayor. Es adorable y al mismo tiempo fuerte y valiente, apuesto que de grande va a traer muchas chicas tras él.
Le sonrío y le sacudo su cabello encrespado negro, idéntico al de su padre.

—Le dije a tu hermano que vendría —comento mientras me quito mi calzado para usar la típicas pantuflas  para entrar a la casa.

—Lo sé, no para de hablar de ti —confiesa inocentemente, tensándome de inmediato. Yuzuki, ya deja de pensar en esas cosas, no le gustas a Gohan, hablar de tus amigos es normal, ¿de acuerdo? Convenciéndome internamente de eso, por fin me adentro al hogar de los Son, recibiéndome un olor a comida—. ¿Ya son novios?

—¡Goten! —Oigo una segunda voz, identificándola de inmediato—. Ve mejor a ayudar a mi mamá, al rato te doy unos dulces —soborna Gohan y el niño asiente efusivamente, desapareciendo cuando se adentra a la cocina—. Perdón por eso —inquiere avergonzado a mi dirección, rascándose la nuca.

—No te preocupes, ya estoy acostumbrada a eso —murmuro, moviéndome nerviosa.

¿Por qué demonios nos emparejan tanto?

—¡Yuzuki! —Escucho una tercera voz y no puedo evitar emocionarme al ver al hombre que admiré por muchos años.

Lo conocí en el Torneo de Artes Marciales, pero igual, sigue siendo Gokú y la emoción nunca se irá.

—Ho-hola —saludo con timidez. Es curioso que por su estatura y musculatura pueda parecer un hombre intimidante a primera instancia, pero vaya que no lo es; es un amor de persona.

Literalmente hablando, la primera vez que lo vi tuve que contenerme de tirármele encima y pedirle un autógrafo, una foto o algo. Por estas cosas es que agradezco haberme vuelto cercana a Gohan; puedo ver a mi ídolo cada que quiera con solo venir a esta casa.

—¿Crees que podamos entre...?

—¡Gokú, no empieces con tus cosas, ella no ha venido a entrenar! —Interviene rápidamente Milk con una cuchara grande de madera, asustándonos a todos por lo fugaz que fue.

—Está bien, Milk —accede mi artemarcialista favorito con miedo.

Será el hombre más fuerte de este planeta y todo, pero bien que le teme a una mujer enfadada.

𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐜𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 ¹ |GoнαɴхFeмαle!OC| [Drαɢoɴ Bαll] ; EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora