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Lolito miró su ropa, ya no llevaba la falda ni su camiseta verde favorita, sino que si traje había vuelto, se llevó las manos a la cabeza, emocionado, y encontró su sombrero negro de copa.

- Pero, ¿qué mierda? - giró sobre si mismo, la coleta revoloteó a su alrededor, entonces vio a Mangel, a unos metros, parecía estarlo llamando. - ¡Mi niña! ¡Ay, mi niña, que gustazo me da verte! ¿Ya viste mi traje? Los dioses al fin me lo devolvieron.

Había tanta emoción en su voz, pero el chico de lentes parecía algo más serio, así que solamente sonrió de lado antes de abrazarlo por los hombros.

- ¿Qué pasa, mi niña? - pregunta el más bajo con expresión preocupada.

- Tenemos que irnos, solamente volví por ti. - Lolito tragó grueso, en realidad no estaba seguro de querer irse, aún le faltaba conseguir un chocobo, y tenía muchas cosas planeadas por hacer con todos los chicos; pero había un extraño ruido sonando de fondo, no sabía lo que era hasta que lo escuchó con atención, parecía una multitud gritando al unísono cosas horribles sobre él, sobre su roleo, sobre cómo no aportaba nada. Pero eso era mentira, él siempre estaba divirtiéndose e inventando historias, entonces... ¿por qué? - ¿Vienes conmigo? - Lolito miró a Mangel, y luego escuchó su alrededor nuevamente, los gritos parecían venir de todos lados, lo mareaban.

- Claro que sí, mi niña. - respondió, por fin, tomando la mano de Mangel. - Siempre alaísima tuya.

Entonces empezaron a caminar nuevamente, hasta la salida de la ciudad...


Las personas tóxicas que se toman en serio el roleo de los chicos nos han quitado a Lolo hoy, espero estén felices, puercos.

Si esto continúa así, es posible que hasta Alexby se vaya, no nos quiten a nadie más.

Different // RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora