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Cuando Vegetta se enojaba era casi imposible tratar con él, porque gritaba demasiado o, por el contrario, te ignoraba.

Siempre había sido así, y todos lo habíamos aceptado, lo dejaban calmarse por sí solo hasta que estuviese dispuesto a hablar nuevamente.

Pero Rubius siempre estaba tratando de alegrarlo mientras el mayor seguía con el ceño fruncido, de una u otra forma, pero el ojimorado siempre caía con sus besos.

"Veg..." llama Rubén, ladeando la cabeza para ver a su novio con el ceño fruncido, Luzu lo toma por la manga de la sudadera y tira de él.

"Déjalo, Rabis, lo mejor será que se le pasé a él solito." aconseja, pero el peliblanco se deja caer sobre la espalda del mayor, cruzando los brazos en su cuello.

"Vege..." repite, haciendo un puchero, el mayor menea los brazos, tratando de quitárselo de encima, y cuando gira el rostro para quejarse, la mano del menor lo sujeta, plantándole un beso.

El ojimorado trata de apartarse, frunciendo el ceño, pero sabe que finalmente los suaves besos del contrario van a terminar mejorando su ánimo, así que le devuelve el beso, animado.

"Démosles algo de espacio." propone Alex, empujando a todos lejos de allí.

Cuando ambos por fin se separan, y Rubius sonríe, Vegetta vuelve a posar la mirada en el mapa entre sus manos.

"¿Sigues enojado, mi amor?" cuestiona con tono divertido, y el ojimorado termina riendo, antes de negar.

"Sabes que ya no, cabezón." responde, volviendo a girarse nuevamente, solamente para continuar besando a su novio.

Y tal vez, Vegetta fingía enojarse para que Rubén lo besara enfrente de todo el mundo, o simplemente para poder besarlo.

Different // RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora