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Rubén se estira sobre la superficie negra del sofá, mira la película aún reproduciéndose en el televisor. Se levanta sobre sus brazos, Coringa está durmiendo sobre la alfombra, junto a Juan Carlos, y de pronto el aire empieza a faltarle.

Se pone la mano sobre el pecho, presionando con fuerza la sudadera blanca, antes de quitársela por sobre los hombros. La camiseta negra lo hace sentirse algo más fresco, pero eso no evita que el aire le siga faltando y que las lágrimas empiecen a rodar por sus mejillas, sin poder evitarlo.

¿Un ataque de ansiedad? ¿Tan repentino?

"Cosi..." Vegetta lo mira desde la puerta, con expresión indescifrable. Apenas habían iniciado su relación, y aunque llevasen bastante tiempo siendo amigos, el ojimorado nunca lo había visto teniendo un ataque de ansiedad.

En ese momento exacto el temor de Rubius incrementó un 200%, haciendo que recogiera las piernas contra el pecho, ocultando la cabeza allí; ¿y si Vegetta no lo apoyaba? ¿Y si pensaba que estaba loco? ¿Y si...?

Siente unas manos sujetarlo, demasiado delicadas, levanta la mirada para ver a su novio, tirando de él, para tenerlo lo más cerca posible.

Entonces el cuerpo de Rubius está sobre el de Vegetta, siendo cargado como una princesa, pero sin dejar el sofá; el peliblanco apoya la cabeza contra el pecho del mayor, y sus manos temblorosas se presionan contra las del ojimorado. Coringa levanta la cabeza un momento, para volver a echarse.

"Te dije que mi pecho protegía mucho..." Se burla Vegetta, poniendo la boca contra las hebras blancas del cabello de su novio quien solamente deja escapar una corta risa, antes de acariciarle el cuello con la nariz.

"Joder, tronco, que de razón tenías, me siento súper protegido." Ahora es el ojimorado quien ríe.

"Esa boca..." Regaña en voz baja, y el pecho se les infla de felicidad con la siguiente respiración.

Hechos el uno para el otro, y a la vez no.

Different // RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora