Capítulo 2

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¿Cómo está el mejor papá del mundo?


Pov Sam

Me levante muy temprano en la mañana como de costumbre ──y como siempre hice trizas mi despertador, no sé cómo hace la gente para colocar sus canciones favoritas, dizque para iniciar el día con buena energía; yo hago eso e inmediatamente empezaré a odiar esa canción── me dirijo al baño a hacer mis actividades fisiológicas, al terminar me dirijo a la ducha para darme un baño refrescante y así quitar todo rastro de la noche.

Al terminar me pongo mi uniforme del colegio que consiste en una estúpida jardinera ──o vestido como lo queráis llamar── color roja que llega hasta mis rodillas, una camiseta blanca, zapatos del mismo color que la jardinera y unas ridículas medias blancas que llegan cuatro dedos debajo e mi rodilla... Si lo sé la definición de una maldita monja andante, pero que puedo hacer ya intente arreglarlo a mi gusto pero lo único que obtuve fue una de las tantas llamadas a dirección y citación a mi padre por irrespeto a la institución y bla bla bla.

En fin, termino de cambiarme y me dirijo a la cocina por mi desayuno que nunca tomo pero que finjo hacer porque es parte de la rutina, en ella se encuentra mi padre.

──Buenos días hija ──dice el de manera cariñosa. Ajá sí ya le creí, ahora que querrá que haga.

──buenos días── le respondí lo más secamente posible, como siempre; no me gusta cuando papá está así, eso significa que tengo que hacer algo que no me gusta.

──como estas cari...── no lo dejo terminar cuando le respondo.

── ¿qué demonios quieres?── inmediatamente el frunció el ceño y se puso tenso ──responde── lo dije con un tono que reflejaba irritación.

──como ya dañaste mi buen humor y mandaste la generosidad por el drenaje iré al punto── dijo este tan serio que ya me estaba asustando ──esta noche quiero que conozcas a alguien y por eso he preparado una cena especial, quiero que te arregles y te comportes es importante. Y no quiero que lo arruines── concluyo este dejándome con una inmensa duda, además que extrañada ──desde cuando mi padre quiere que conozca a alguien de su entorno social que no sea algún familiar o algo parecido── después de decirme eso recogió los platos, los dejo en el lava vajillas y se fue a su trabajo dejándome ahí parada como una buena idiota.

Después de salir del pequeño y raro trance en el que me encontraba, recogí mis libros y salí de la casa para dirigirme a mi instituto. Como es de costumbre me encontré con Daniela Brown mi mejor amiga, ella tiene 16 años igual que yo, la única diferencia es que ella es mayor que yo por tres miserables meses.

──Hola... y ya que te paso, tienes una cara que hasta asustas a la bruja de tu mamá── dijo Dani con tono burlón y a la vez intrigada.

──Papá me dijo que me quería presentar a alguien y me pidió que me comportara, eso no me da buena espina── le dije un poco cansada. Y como resultado la idiota que tengo como amiga se empezó a reír como foca a las seis de la mañana en la mitad de la calle, consiguiendo que las pocas personas que andaban por ahí nos miraran raro, pero yo no le encontraba el chiste a eso.

──De que te ríes imbécil── se lo dije entre dientes, tenía demasiada rabia con mi padre como para que Daniela solo se riera de la situación y no me ayudara en nada.

──No te imagino arreglada y "comportándote bien" en frente de alguien que ni conoces... sería algo épico── lo decía entre risa, incluso se agarraba el estómago y le salían lágrimas de tanto reír.

Un giro inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora