Un giro inesperado

Capítulo 5

Por tu culpa, por tu maldita culpa; por eso estoy así

Pero uno de ellos encendió la luz y me di cuenta que las dos personas eran mi padre y Owen que venían del despacho. Estos me miraban de arriba abajo, inspeccionando todo mi cuerpo sin perder ningún detalle.

── ¿dónde estabas y por qué demonios estas descalza? ── pregunto Owen mientras se dirigía hacia mí y me abrazó.

Se sentía tan bien, siempre me he sentido protegida en los brazos de mi hermano; recuerdo que cuando era pequeña y empezaba a llorar él me abrazaba para calmarme.

Pero como siempre hay alguien que daña la magia.

Somos interrumpidos por mi padre que hace un pequeño carraspeo para llamar nuestra atención y en ese momento vuelvo de mi pequeña ensoñación.

── ¿por qué sale sangre de tu pie? ── pregunta mi papá haciendo que Owen se lance al suelo para revisar mis pies.

──es cierto, Sam responde de una buena vez, por qué llegas a esta hora y en este estado── dice un muy alterado Owen.

En ese momento mi padre me mira con reproche e iba empezar a hablar pero ya no soporté ──todo lo que me pasó para que mi papá me empiece a regañar── no, no señor. Lo único que me faltaba, que el señor se le salga el papel de padre.

──TU NO ME VENGAS A DECIR NADA── le grité en la cara ──POR TU CULPA, SOLO TU MALDITA CULPA; POR ESO ESTOY ASÍ── dije recordando lo sucedido, y en ese momento se me llenaron los ojos de lágrimas.

──deja el maldito drama Sam── me dijo mi padre algo frustrado ──te voy a decir dos cosas y espero que te quede bien claro, primero no te queda el drama y segundo no voy a cambiar de opinión, entendiste o te lo repito── culminó este mirándome seriamente.

── ¿cómo así, ya le dijiste? ── dijo Owen ──pensé que te lo tomarías mejor, después de todo, odias a mamá── dijo este para después tomarme del hombro.

Esto es la cereza del pastel, en ese momento empezaron a deslizarse las lágrimas por mi cara, pero lo más irónico de esto, es que ya había olvidado lo del maldito matrimonio. Es increíble que Owen lo supiera y no me lo hubiera dicho, ¡por Dios! Owen, él no vive con nosotros y sí se entera de las cosas.

Pero lo que me tenía más sensible en ese momento es lo que pasó con ese hombre, mi padre reprochándome por mis fachas sin saber el motivo de mi estado, pero ¿cuándo él se ha enterado de lo que me pasa? y más si se trata de este maldito tema.

Parecía una pequeña cría llorando a cantaros, en un pequeño instante pensé que la historia se iba a repetir, pero que esta vez nadie me iba a salvar.

──que deje el drama ¡ja!­── dije esto en medio del llanto── ¡¿COMO QUIERES QUE DEJE EL DRAMA SI UN IMBESIL PENSO QUE ERA UNA MALDITA PROSTITUTA Y CASI ME VIOLA?! ── le grité a todo pulmón.

En ese momento ambos se dieron cuenta de la situación y se tensaron inmediatamente abriendo los ojos como platos.

Mi padre hiso un intento de hablar pero lo único que hiso fue abrir y cerrar la boca; claramente sabia la gravedad del asunto o por lo menos como me afectaba a mí.

Owen solo balbuceo... que bella es mi familia, en el momento en el que más los necesito no están para mí.

Lo único que hice fue dar una sonrisa a medias, pero no de felicidad ni de alegría ──y ellos lo sabían── fue una sonrisa llena de desagrado e inmediatamente di media vuelta y subí las escaleras para dirigirme a mi habitación.