Tenemos que decirles algo
Pov Sam
──Me ha llamado el director── su semblante serio me está intimidando ──ahora qué demonios hiciste── dice este tomándose el puente de la nariz mostrando irritación.
──lo mismo de siempre── lo digo ya cansada de la situación, siempre pasa lo mismo, creo que papá está pensando seriamente en darme en adopción ──sabes perfectamente que el experimente fallido de Drácula es más dramático que mamá cuando se le parte una uña── dije con un tono de burla para calmar un poco el ambiente.
──ya estoy cansado de tu mal comportamiento; hasta cuando vas a seguir con esto, crees que es bueno o divertido. Bájate de esa nube porque no pienso seguir cubriéndote y dando la cara por tus bromitas, espero que te comportes esta noche; mañana hablaremos de esto seriamente y espero que sea la última Samantha Stone porque o sino tomare cartas en el asunto y créeme no te gustará lo que hare── dijo esto para después marcharse a quien sabe dónde.
──Nunca me ha gustado lo que haces y créeme no me voy a quedar de brazos cruzados── dije esto último en un murmuro para después dirigirme a mi habitación para arreglarme e ir a la dichosa cena.
Después de unos cuarenta minutos ya estaba lista, papá me hizo ponerme un vestido ──un maldito vestido── lo único bueno de este es que es negro y me llega dos dedos arriba de mi rodilla con unos tacones del demonio del mismo color. Decidí dejarme mi cabello suelto, él tiene unas pequeñas ondas naturales en las puntas así que no fue necesario peinarme, como la ocasión lo "amerita" me aplique un poco de base, rímel y un labial rosa palo, entre más natural mejor no quiero parecer a un estúpido payazo, de por sí no suelo maquillarme.
Al bajar al living me encuentro con un impaciente Nathan que al verme me da una mirada de "vamos re tarde y es por tu culpa" queriéndome matar pero a su vez se acuerda que soy su adorada hija y que no lo puede hacer.
En el trayecto al restaurante mi padre me está recordando cada dos minutos que debo comportarme, incluso ya me dio una lista de lo que debo y no debo hacer. Lo único que hago es asentir, ya parezco a los perros que tienen de adorno en los carros.
Ya me aburrí y eso que no ha empezado.
Al llegar me doy cuenta que es un restaurante muy fino para mi gusto ──genial ahora voy a estar rodeada de puros ricachones idiotas y niñas de mami y papi── dije interiormente y efectivamente, en la entrada del lugar una hija de la condenada se molestó porque al pasar por su lado la toqué sin querer.
¡LA TOQUÉ!
La muy mal nacida empezó a gritar y a hacer un drama de esos de telenovela antigua, cuando le iba a decir hasta de que se iba a morir la muy hija de perra, mi padre me empezó a arrastrar hacia dentro del restaurante, y créanme que si mi papá me alegaba por lo que pasó al que le iba a decir hasta de que se iba a morir era a él ──aunque siendo sincera en esa situación yo misma lo mataría, en ese preciso instante sin importarme en donde estábamos y quien nos mirara── ya me quería largar.
Al llegar a nuestra mesa esta estaba vacía, no había llegado nadie por fortuna para mi padre, para mí no, eso significa que tenemos que esperar quien sabe cuánto hasta que la otra persona se le digne por aparecer.
Pasaron aproximadamente quince minutos cuando una señora de unos 36 años aproximadamente apareció acompañada de dos chicas como de mi edad.
──hola── dijo la señora ──perdón la demora, había demasiado tráfico── se disculpó esta mientras saludaba a mi padre con un beso en la mejilla.
──y tú debes ser Sam ¿no? ── dijo esta dirigiéndose a mí ──tu padre me ha hablado mucho de ti, sí que eres hermosa── lo dijo mostrándome una cálida sonrisa logrando que me sintiera incomoda y más irritada que antes ──mucho gusto.
──así es señora, soy la hija de este── lo dije con un tono burlón ──lo siento papá ya me cansé y me quiero largar de este puto lugar de una buena vez──dije interiormente ──y que extraño, papá nunca me menciono algo sobre ti.
──y por cierto ¿Cómo te llamas? ── pregunte junto con una sonrisa más falsa que los dientes de mi abuela.
──soy Olivia, Olivia Johnson y ellas son mis hijas, Emily y Saray── dijo Olivia señalando a sus acompañantes.
──soy Emily── la que creo es la menor de ellas se acercó tímidamente a saludarme ──gusto en conocerte── dijo regalándome una sonrisa como la del gato en Alicia en el país de las maravillas.
──y ella es mi hermana mayor Saray── la nombrada solo hizo un asentimiento, porque la niña estaba muy concentrada en su celular. En eso Olivia le arrebato el aparato y Saray hizo un berrinche como niña pequeña.
──¡¡mamá!!! Devuélvemelo estoy cumpliendo mi parte al estar en esta estúpida cena, haz la tuya también, y déjame en paz── dijo esta recuperando su "preciado celular" ──SARAY MARCELA, compórtate de una buena vez── dijo Olivia entre dientes mientras le daba un pellizco disimuladamente, pero que papá y yo nos dimos cuenta.
Después de la muy no agradable bienvenida nos sentamos a esperar la carta que no demoro ni un segundo cuando un mesero ya se acercaba a nosotros con ella. Después de hacer nuestros respectivos pedidos, los meseros se marcharon y en eso Olivia empezó a hacerme preguntas para entablar una "conversación" ──así que a esto se refería papá con que me comportara.
──bueno Sam, ¿Cuántos años tienes? ── pregunto amablemente
El pinche problema es que no me gusta que me pregunten cosas sobre mí y menos cuando cuatro pares de ojos se fijaron en mí y en mi posible respuesta, pero la mirada que más llamó mi atención fue la de mi padre que reflejaba ──responde pero no lo arruines── y no tuve más opción que inhalar profundamente y responder lo más educadamente posible.
──tengo 16 y usted ¿40? ── nah ¿desde cuando soy educada? ¡al diablo! de todas maneras ya estoy en problemas, desde que nací, una pequeña bromita no hará daño.
Si las miradas mataran mi padre y Saray se convertirían en unos malditos sicarios porque esas miradas reflejaban de todo. Puedo jurar que papá estuvo a punto de lanzarse encima mío para callarme pero se detuvo por "las invitadas".
Pero lo más sorprendente de todo fue que Olivia lo único que hizo fue soltar una carcajada pura, sin importarle quien estaba presente ──eres muy graciosa── dijo esta un poco más calmada ──no cariño, tengo 38 pero casi le atinas── no sé qué más me molesto, si la mirada de satisfacción de Saray o el "cariño" que utilizó Olivia al responderme. Como respuesta rodee los ojos y en ese momento llego el mesero con nuestra comida.
Después de esa pequeña conversación no se habló más, bueno por lo menos no hasta el postre, en el cual mi papá y Olivia se echaron miradas cómplices y ambos se levantaron de la mesa
──tenemos algo que decirles── dice mi padre y después coge la mano de Olivia la cual le sonríe y este le sonríe de vuelta.
── ¿qué?, dejen el maldito misterio── les dije.
──esto no me gusta── murmuro Saray, mirando muy atentamente la escena que presenciamos.
──nos vamos a casar── dijo Olivia alegremente.
Buenas buenas
Espero que hayan disfrutado de estos dos capítulos del día. No olviden votar y comentar, alegraran el día de una pequeña alma.
Sé que estamos en tiempos difíciles, pero no se desanimen... saldremos de esta. Voy a estar publicando puntualmente los lunes y viernes, pero quien sabe, tal vez les de una que otra sorprecita.
Así queeeeeee esten muy al pendiente, los quiero mucho un abrazo gigante
Nos veremos pronto
-RoseJK-
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Un giro inesperado
Teen FictionPolos que no son tan opuestos, pero que chocan sin parar, esta es la historia de Sam, una chica rebelde odiada por su madre y que desde tiempos inmemorables saca de quicio a su padre, que trata de sobrellevar su nueva vida, una vida donde encuentra...