capitulo 9

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Cʜᴇ́ʀɪᴇ!
Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 9!

El profesor paro de explicar, cuando se pare frente a Samuel

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El profesor paro de explicar, cuando se pare frente a Samuel.— ¿Samuel me das el teléfono?.—

— Perdona, era mi madre.— El chico se acomo en su asiento incómodo, tras las miradas de todos.

— No,no así compartimos con la clase lo que es tan interesante… ¿Ma das el teléfono?.— El profesor exigió, atendiendo la mano hacia Samuel.

— Que era mi madre.—

— Conoces las normas Samuel, me da igual, dame el teléfono.— El profesor le quitó el teléfono de las manos a Samuel, y camino hacia Nadia, lo puso en su escritorio.— Nadia Lee, por favor.—

— No.— Se escuchó la voz de Samuel, que lo que los mellizos supieron por la actitud del garcia que algo andaba mal y que no debían leer lo del teléfono.

— Profesor.— Sol levanto la mano desde el fondo, ganándose la mira de todos los de la clase.— Lo de su teléfono es algo privado, y si se lo quita y ya.—

El profesor tras las palabras de Sol, ignorando la totalmente volvió a mirar hacia Nadia.— Nadia leelo.—

Nadia tirado en seco, para luego comenzar a leer.— "Marina no tiene SIDA animal, es VHI…— antes de que la chica continúe leyendo Guzman se paró de su banco.

— ¡Deja de leer!.— Se levantó el chico, hablando violentamente.— ¡¿Que coño pasa?! ¡¿Eh?!.—

— Guzman tranquilo.— El profesor lo agarró antes de que se tirara sobre Samuel, Ian ayudo a sostenerlo, el chico se encontraba demasiado enojado.

— ¡¿Que coño escribes?!.—

— Guzmán tranquilízate.— Ian se interpuso entre los dos, mirando al chico rubio amenazante.

— ¡¿Y tu qué le dejas leerlo?!, como Sol dijo, era algo privado.— Encaro esta vez al profesor.

El profesor no dudó en contestar ni dos segundos.— Primero me hablas con respeto, lo segundo conocéis las normas. No se puede utilizar móviles, estaba en todo mi derecho.—

— Pues te ha salido muy bien tu derecho.— Samuel le contesto enojado.

— Callate.—

Nadia miró a Marina preocupada.— Marina, ¿Tiene VIH?.—

Toda la clase comenzó a murmurar, mientras que Marina se removia incómoda en su asiento. Ante tanto murmuró por lo bajo, el profesor decidió intervenir.— Chicos, vamos a calmarnos porfavor.—

Marina se levantó de golpe haciendoq que todos se queden en silencio. Guzmán rápidamente habló.— Marina, por favor, no tienes que decir nada.— Le hablo a su hermana.

— Guzmán, déjalo, por favor.— La chica de rizos sollozo rompiendole el corazón a Sol.— Me contagie hace un año y algo,  más o menos. Y bueno supongo que... esto dará muchísimo de que hablar, así que para que habléis sabiendo de lo que habláis. Os digo de verdad que no os tenéis que preocupar por mi. Tomo mi medicación.— A la chica se le quebró la voz, rompiendole el corazón a Sol, pero continuó hablando.— Me hago mis análisis cada cuatro meses y … y el virus que tengo es indetectable en la sangre así que... significa que no os podéis contagiar.— La chica hablo y Christian comenzó a aplaudir, en lo que Sol lo miro negando y el dejo de hacerlo.

— Gracias Marina.— Hablo Martín, ganándose algunas miradas, y la de los ojos cristalizados de Marina.— Se necesita mucho valor para contar esto.— El profesor miro hacia Nadia.— ¿No crees que ha sido valiente Nadia?.—

— Prefiero no opinar. Lo último que me gustaría es hacer daño.—

— Podemos deja de hablar del tema Profesor.— Ian interrumpió a Martín antes de que haga otra pregunta.— Por que no se si usted lo nota, pero Marina esta incomoda.—

Ante las palabras del mellizo menor, el profesor se call y el chico de ojos verdes se ganó una pequeña sonrisa de parte de Marina.

(…)

— Hola.— Susurro Sol, sentándose a un lado de Marina.— Traje papas.— La chica e rizos río al ver el paquete en las manos de la chica.— ¿Como estas Mar?.—

— Pues bien.— Sol sonrio triste y tomo la mano de Marima por sobre la mesa.

— Me da bronca lo que hizo Martín, y mucho más no estar para ti todo este tiempo apoyándote.—

Marina sonrió con los ojos llenos de lágrimas y se acercó a la chica para darle un abrazo, que fue rápidamente correspondido.— Eres una amiga de oro Sol.— Susurro la chica aferrándose al cuerpo de su amiga.

— Ni hablar de vos mar.— La dos sonrieron mientras Marina abría el paquete para ofrecerle papas a Sol. La chica acepto, pero antes de comerla, hablo nuevamente.— Sabes que Nadia no quería decir eso.—

— Lo se,– susurro Marina, con una sonrisa triste.— Que es por su religión y eso, por eso tiene tantos pensamientos retrógrados.—

(…)

Tres días habían pasado desde que arrestaron al padre de Marina y Guzman y la chica no podía ir a peor.

Lo malo de todo esto era que Sol había agarrado una gripe y no pudo estar para su amiga, para aconsejarla y evitar que haga las estupideces que estaba haciendo

cherie  •  ander muñoz [ ELITE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora