madrugada

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-Jisung...

Ahí estaba un tembloroso Chenle en la habitación de su menor en busca de compañía. Tenía tres horas dando vueltas en su cama y seguía sin poder quedarse dormido.

Eso le pasaba muy a menudo a Chenle, pero casi nadie en el gran grupo sabía eso. Solo Jeno y Jisung, que se turnaban en las noches para dormir al más bajo.

Cosas como acariciar su cabello, abrazarlo hasta que sus ojos se cerraran y leerle libros eran técnicas que siempre funcionaban para dormirlo, pero ahora Chenle despertaba en la madrugada y sentía vergüenza de despertar a uno de sus amigos y pedirle que lo vuelva a dormir, por lo que no dormía en el resto de la noche.

Hasta que una madruga a Jisung le dieron ganas de ir al baño, así que se levantó y caminó adormilado hasta el baño del pasillo para hacer sus necesitadades. En el regreso a su cama notó que su mayor estaba sentado en la cama de su lado, ya que compartían habitación, y estaba jugando con sus manos.

Estaba haciendo figuras con los dedos mientras susurraba algo de una tal Rebecca, la chica más bonita en todo Brooklyn y como ella no amaba pero amaba en realidad a un tal señor Jeffers.

Esa noche Jisung estaba muy cansado para dormir a su mayor, por lo que simplemente se acostó en la cama de este abrazando su torso y poniendo sus piernas encima de las del más bajo.
Chenle suspiró agradecido con Jisung y se durmió en cuestión de segundos mientras respiraba en el cuello del menor.

A la mañana siguiente el menor despertó primero y se encontró con que sus manos estaban dentro de la camiseta holgada de Chenle y abrazaba la suave espalda del pequeño directamente. En su cuello podía sentir la respiración de Chenle y no pudo sentirse más completo.

Apretó sus brazos y puso el cuerpo del mayor encima del suyo. Ya la luz del sol se podía ver bajo las cortinas y por más que amara la tersa piel de su mayor, Jisung sabía que si él no despertaba a Chenle, lo haría alguno de sus hyungs y prefería hacerlo él.

Esa fue la primera noche en la que los más jóvenes del grupo durmieron juntos, tenían 14 años y estaban acostumbrados a hacer todo el uno con el otro.

Y luego llegamos al ahora, donde tienen 17 años, Jisung se ve mucho más maduro y adulto, mientras que Chenle parece haber quedado atrapado en su dulce apariencia de adolescente pequeño. Jeno había dejado de colaborar con respecto a dormir al más bajo del grupo porque Jisung le dijo que él podía encargarse solo de dormir al mayor, pero todos sabemos que eso fue una vil excusa del menor.

Porque algo había cambiado en el interior de Jisung, o siempre estuvo ahí y él apenas se dio cuenta de eso hace tan solo un año y medio atrás. Quería que Chenle estuviera con él siempre e hicieran todo juntos, incluso le propuso a sus organizadores de Youtube que les hicieran una sección de los más jóvenes en la que hicieran actividades juntos.
Cuando algún miembro, incluso de su unidad, trataba de abrazar o mimar a Chenle, Jisung lo alejaba sutilmente o directamente acaparaba la atención del mayor para él solo.

Hubo una vez en la que ni siquiera trató de ser discreto y cuando notó que Lucas quería abrazar a Chenle, él literalmente abrazó a su mejor amigo por la cintura y lo sentó en sus piernas. Los demás miembros no les interesaba aquello ya que lo veían normal en los pequeños, pero Jisung podía jurar que su corazón se había saltado un latido cuando el mayor apoyó su cabeza en él y se dejó levantar sin ningún problema.

También sucedió que casi se pelea con Kun hyung en una ocasión, todo porque en una reunión de la China line con Jisung de intruso, el mayor de todos no debajaba de decir lo tierno que era su pequeño Chenle, le tocaba las mejillas y abrazaba cada vez que podía. Chenle lo alejaba diciendo que no era un bebé y que no era tierno, pero todos en la sala reían sabiendo que eso no era cierto. En una de esas Jisung puso su brazo en los hombros de Chenle y el bajo se acercó a él, todo bien hasta que un descuidado Kun quitó el brazo de Jisung para poder abrazar a Chenle, el menor se opuso y de hecho volvió a hacer lo que ya era una costumbre, tomó la cintura de su mayor y lo sentó en sus piernas. Ahí pudo haberse desatado la tercera guerra mundial fácilmente. Kun no dejaba de insistir en que dejara a Chenle, que lo quería abrazar él, que el menor pasaba bastante tiempo con el chino y que él quería abrazarlo, todo mientras Jisung actuaba como si no le estuviera hablando a él y puso su mentón en la cabeza de su mayor oliendo su distintivo olor a fresas.

Lo quiero mucho, déjame abrazarlo un poco más.

La cabeza del menor lo estaba traicionando, pero nunca soltó al mayor, de hecho le dijo a Kun que Chenle prefería estar sentado con él y si quería mimarlo que lo hiciera con el chino sentado en su regazo.

Jisung ya sabía lo que sentía y no tenía ni idea si el mayor sabía también de sus sentimientos, pero tenía claro que adoraba a Chenle y que quería abrazar su cuerpo poniendo sus manos debajo de su camiseta hasta que el mundo se acabara.
Quería morir oliendo el aroma a fresas de Chenle, y quería gritarle a todos sus miembros lo mucho que amaba al chino y que solo podía ser su bebé.
Sí, podían abrazarlo, mimarlo, ser los mejores hyungs del mundo con Chenle, pero al final del juego el único que tendría al bajo de bebé sería Jisung, pero el menor de todo se contenía.

Esa noche eran las tres de la madrugada y Jisung soñaba con la dulzura de la voz de su bebé y cuan agradecido estaba de tener a ese chico como amigo, cuando un susurro de voz lo llamó. Casi creyó que era su cabeza imaginando cosas, hasta que sintió una mano fría en su brazo.

-Jisung... escúchame un segundo...- el menor estaba escuchando con sus ojos cerrados y sabanas puestas. Era imposible que no reconociera esa bonita voz de niño que todavía tenía su mejor amigo, ya que ni la pubertad podía quitarle la ternura a su mayor.

-¿Lele, Pasa algo?- le susurró en respuesta sin si quiera mostrar movimiento aparente en su cuerpo.

-Yo... m-me pregu-guntaba... yo y... sabes... es tar-tarde y tú... no venías y yo...- el chino tartamudeaba por dos razones: primero, estaba nervioso de despertar a su menor y que este se molestara con él, y segunda, tenía mucho frío y su pijama ligera no ayudaba a evitarlo.- olvídalo... mejor me voy a.-

Y el chino no pudo terminar lo que decía porque un brazo le envolvió la cintura mientras que otro hacía lo mismo con su cadera. Chenle se relajó por completo cuando las piernas del menor se subían en las suyas y también abrazó el cuerpo del coreano fuertemente en respuesta.

Podía jurar que sintió cómo el menor le olfateaba el cabello y pudo preguntar por qué hacía eso, pero Chenle sintió el tiempo se detuvo cuando un medio dormido Jisung le besaba sus cabellos, luego su frente, seguidamente su nariz y tomaba sus mejillas con sus pulgares como si fueran la cosa más suave que hubiera tocado, y le plantó un beso.

-Te amo Lele. Duerme conmigo siempre.- le susurró Jisung en sus labios cuando el beso había terminado.

-¿Lo dices en serio?- le respondió Chenle susurrando también. Su nariz y frente estaban apoyadas en las mismas de Jisung y no entendía por qué susurraban si no había nadie en su habitación más que ellos.

-Te amo mucho.- dejó un pico rápido en los labios de Lele

-Desde hace mucho.- otro pico.

-Y te quiero abrazar mucho.- otro pico.

-Y besar mucho.- y otro.

-Y que tú me quieras mucho también.- le dijo mientras que besaba su mandíbula lentamente, como si no quisiera que se acabara y pasaba sus menos dentro de la pijama del menor. Pasó sus largos dedos por las costillas, por su suave barriga y estiró libremente sus brazos al rededor de la tersa espalda. Seguro Chenle usaba crema.

-No te quiero mucho.- le respondió Chenle al oído y Jisung creyó que se había despertado de una pesadilla hasta que el chino dejó un camino de besos ruidosos desde su oreja, mordiendo su lóbulo suavemente, besando sus mejillas y nariz, hasta acabar en sus labios y besarlo un poco más ahí.

-Te amo mucho, es diferente.

Y Jisung pudo morir ahí felizmente, apretando a su bebé con fuerza leve mientras unían sus labios con mucho cariño desatado. Al pasar los minutos Jisung hizo un recorrido con la punta de sus dedos en todo el torso y espalda de Chenle, y este sostenía su cuello y orejas con suma delicadeza.

Se durmieron abrazados y felices, tanto que a la mañana siguiente no quería levantarse de su cama para sentir la respiración en su cuello, el olor a fresas en su cabello sedoso y la suavidad de la espalda de Chenle para siempre.
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~espero les haya gustado. Yo amo esta pareja y necesitaba escribir algo soft de ellos❤

🌷Jichen drabbles🌷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora