🌷Jichen drabbles🌷

...just talk

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Ambos pensaban que la ropa comenzaba a estorbar.

Eran las 2 y media de la madrugada, todos sus amigos dormían y ellos se besaban con bastante intensidad.

Jisung creía que era un sueño lo que estaba sucediendo. Las cosas no solían salirle bien casi nunca y viendo la situación en la que estaba metido hacía unos escasos minutos apenas, todo pintaba a que Chenle lo mandaría a volar.

Pero no.

Resulta que ambos se gustaban. La cosa era que Jisung estaba pasando por el momento hormonas y Chenle lo descubrió infraganti.

Y allí estaban, solos en la habitación de la china line. Las manos de Jisung amasando el trasero de Chenle y este mordiendo sus labios entre los besos.

En serio parecía un sueño.

Pero hasta el mismo Jisung sabía que ni en sus más locos sueños podría hacer sonar así de realista los susurros demandantes y gemidos de su mayor.

En cualquier momento Jisung perdería la razón, eso lo podemos apostar.

Y todo apuntaba a que Chenle estaba muy de acuerdo con eso.

Porque sujetaba su cuello con fuerza delicada y acariciaba sus cabellos con tanta dedicación, al mismo tiempo que besaba sus labios ferozmente.

Las cosas cambiaron de rumbo cuando la lengua de Jisung pidió permiso para adentrarse en la boca del chino y este le dio permiso para que así lo hiciera.

Del golpe, Chenle rodeó las caderas de Jisung con sus piernas y bajó sus brazos hasta los musculados hombros del menor, para abrazarlo con fuerza y apretarse a él lo más posible.

Jisung veía colores con sus ojos cerrados en el momento.

Apretó las nalgas de Chenle para hacerle saber que le había gustado el cambio y este le dio la vuelta en respuesta.

Ahora Chenle le besaba el cuello y la mandíbula descaradamente mientras que el menor susurraba lo hermoso que  era y lo bien que se sentía.

De repente las manos de Jisung se adentraron en la camisa de Chenle y decidió que la suave y pálida piel del torso del chino, era un buen sitio para marcar.

Primero le hizo caricias por todos lados. Con la punta de sus dedos y lleno de paciencia, acarició la cintura, delineó las costillas, sintió la piel de gallina de Chenle, el como se estremecía con su toque, y eso solo lo hizo emocionar más.

Sus inmensas manos recorrieron la cadera, el borde de su ombligo, y cuando llegó al pecho, Jisung sabía que sus manos no eran suficientes.

Los ojos de Chenle estaban cerrados y su carita se arrugaba con una expresión desesperada. La nariz, los ojos y el ceño, todo muy cerrado.

Tenía la boca abierta por acto reflejo, pero nada salía de ella. Solo suspiros mudos y cuando creía que un gemido saldría sin permiso, se mordía los labios para evitarlo.

Jisung lo miró y se llenó de ternura. Las manos de Chenle hechas un puño y temblando del deseo y los nervios, a los lados de su cabeza. Su boquita ligeramente abierta y tan rojo como un tomate.

Así que le quitó el suéter que tenía puesto para besarle las tetillas como se debía besarlas.

Chenle se estremeció otra vez y abrió sus ojos para comprobar lo que estaba pasando.

Jisung recorría su pecho con los labios y se detuvo a chupar su pezón izquierdo mientras que toqueteaba el derecho con los dedos.

Su cabeza se echó hacia atrás y tomó una almohada para pegarla a su cara y soltar el fuerte gemido que se estaba aguantando.