🌷Jichen drabbles🌷

bad idea!

Jisung y Chenle no eran compañeros de habitación pero parecían serlo.

El menor siempre se colaba en el cuarto del chino y dormía con él, todo bajo la excusa de que le daba flojera subir hasta su cama superior en el cuarto que compartía con Jaemin.

Siempre que dormían juntos, el par nunca hacía cosas extraña. Lo más que podía pasar era que Jisung abrazara posesivamente la cintura del mayor y oliera su cuello. Pero nada más.

Mientras dormían juntos nunca hubieron inconvenientes y ninguno de sus mayores se interpusieron a la idea de que se hicieran compañía a la hora de dormir. Creían que era tierno el hecho de que los más pequeños durmieran juntos.

Todo iba bien.

Hasta ese día.

Jisung tenía historial de haber comenzado a ser más afectivo con el extranjero. Todos los miembros lo notaban y es que Jisung era muy obvio, incluso con sus mayores cerca.

Cuando estaban solos el coreano le hacía mimos, acariciaba sus cabellos por diversión, pellizcaba suavemente sus mejillitas y si Chenle llegaba a quedarse dormido, Jisung hacía su sesión de abrazos de oso.

Chenle ya estaba acostumbrado a recibir cariño extra del más joven, pero se sorprendió mucho cuando esa tarde estando los dos en su habitación, recostados viendo el techo como de costumbre, Jisung se le quedara mirando fijamente a la cara.

No tenía expresiones faciales que le dieran una pista al chino de adivinar en qué pensaba el coreano. Los brazos de Jisung estaba en el torso, abrazando a Chenle con ternura.

-¿pasa algo?- le preguntó preocupado el chino, pero Jisung seguía sin mostrar alguna emoción. Solo miraba a Chenle.

-Tienes algo en los labios.- le dijo el coreano con su rostro impasible. Seguía abrazando al chino cuando notó lo tenso que este se puso.

-¿qué? ¿Qué tengo?- Chenle se soltó del abrazo y se sentó en la cama nerviosamente. Tocaba sus labios con desesperación y un ligero sonrojo coloreaba sus tiernas mejillas.

Jisung sonrió un poco viendo la exagerada reacción del mayor. También se sentó en el colchón y enfrente de Chenle para seguir viéndolo.

-Jisung, ¿qué tengo en mis labios?- insistía el chino con su tono de voz ligeramente más agudo de lo habitual.

-Los míos.- le respondió el menor y rápidamente tomando las mejillas del chino, besó los dulces labios de Chenle.

El mayor se sorprendió tanto que instintivamente subió sus hombros, como si esperara un golpe y no un beso. Jisung notando la tensión del otro, alejó sus manos de sus mejillas cuando este correspondió el beso, y las fue pasando por sus hombros y brazos, hasta acabar en las puntas de los pequeños dedos de Chenle.

Fue un beso dulce, lleno de inocencia y miedo a ser rechazado. Era un beso que solo demandaba atención y cariño.

Era su primer beso.

De ambos.

Y los dos lo sabían.

Cuando el menor puso fin al beso, no quería alejarse del espacio personal del más bajo, por lo que con los ojos aún cerrados, apoyó su frente con la del chino.

-Lo siento.- susurró el menor con sus manos enlazadas a las del mayor y los ojos cerrados.

-¿por qué lo sientes?- le preguntó enseguida el chino susurrando también. No era tarde, no había nadie más ahí, pero los dos susurraban.