Luna Nera // Warmi

Destino I

Al día siguiente Mimi se levantó y cogiendo su catalejo se asomó a la ventana para ver si la fuente estaba teñida de rojo, lo que no sabía era que Ana no estaba allí porque estaba en el entierro de su madre.

Todo el pueblo fue a darle el pésame a la familia, Ana estaba destrozada, no paraba de llorar y se culpaba por no haber podido hacer nada por salvar a su madre, su hermana Iria la sostenía en todo momento, incluso hasta el traslado al cementerio.

Míriam, como mejor amiga de Aitana, fue al entierro  y a media mañana volvió a Ciudades Perdidas para contarle todo lo que había visto a las brujas.

- Debemos irnos Janara - dijo Tebe - ahora que ha muerto la esposa de Carlo, no se detendrá, somos pocas y tenemos que encontrar a las otras hermanas -

- Tienes razón -

Mimi que se encontraba en una esquina de la habitación se apartó de allí con disimulo pero Miriam la paró.

- ¿A donde vas? - cogió del brazo a su amiga

- Tengo que ir a verla y explicárselo -

- Si te vas morirás -

- Tengo que intentarlo, no te pido que me ayudes pero tampoco me lo impidas -

- Es una locura pero no dejare que vayas sola, si te vas iré contigo - y agarradas de la mano salieron de allí.

Las chicas llegaron al cementerio y se escondieron detrás de un columbario hasta que la gente se fue por completo.

Ana se había quedado unos segundos más a solas para despedirse de su madre y fue entonces cuando Mimi se acercó a ella.

- No deberías estar aquí - le dijo la morena nada más verla.

- No podía no venir Ana, quiero que lo entiendas -

- Es imposible entenderlo - por primera vez se miraron a los ojos - mi madre murió tan rápido que ni siquiera me dio tiempo a aliviar su dolor -

-  Desearía no haber visto nada - Mimi se acercó a ella pero Ana dio un paso hacia atrás.

- No se que vistes, o lo que creíste ver, solo se que mi madre se estaba recuperando, el tratamiento estaba funcionando y de repente todo se precipitó, ya no se que creer -

- Cree en mi, en nosotras - la rubia puso su mano en el hombro de la morena.

- Ahora no - Ana se apartó de ella llorando - ahora más que nunca tengo que estar con mi padre - un silbido procedente de Iria llamó la atención de la rubia.

- ¿Y esa chica? -

- ¿Iria?, es mi hermana, y también me necesita, tengo que irme, adiós Mimi -

Ana se fue agarrada al brazo de su hermana dejando a Mimi totalmente destrozada en el cementerio.

Miriam acudió a ella y consolándola se la llevó a su hogar.

Ciudades Perdidas

- Tienes que aprender a controlar tu poder y a aceptarlo Mimi - decía Tebe sentada en el sofá del salón donde se encontraban las chicas.

- Su madre habría muerto de todas formas, con o sin tu poder de sentir la llegada de su muerte -

- Ademas Mimi, gracias a ti, Ana pudo despedirse de su madre y decirle cuánto la quería - añadió Leptis intentando consolarla.

- Lo que tienes es un poder Mimi, pero sobre todo, un don -

- Tienes que usar tu poder para salvar al resto de mujeres -