el extraño joven camino por el siniestro pasillo con lentitud para evitar levantar sospechas, era largo el trayecto, iluminado con luces titilantes, las paredes con un viejo tapiz estaban manchadas de sangre, las puertas de madera rasguniadas dejadan escuchar gritos de dolor y lamentos, sin mencionar el asqueroso olor a carne podrida, sangre y muerte; la joven temblaba horrorizada ante tal escenario - este no es un prostibulo cualquiera- dijo el elfo -aqui vienes a jugar un rato con tu comida antes de comertela viva como mejor te parezca - sonrio macabramente mientras la mulata tragaba saliva.
ahora se explicaba por que todos decian lo mismo del lugar aquel, trato de tranquilizarse durante el trayecto, recordando momentos felices en su vida lo cual lo costo trabajo, no recordaba ninguno la felicidad es efimera pero en su caso era practicamente nula.
solo faltaba atravezar la puerta de salida y la libertad regresaria, mas la dueña se interpuso en el camino - rufs, mas te vale que este intacta, si salvatore se entera de esto... - ella esta bien, si tanto te preocupa para que me dejaste ir - contesto sarcastico - que mal agradecido eres! te di una oportunidad unica! ella es el reemplazo de Dafchi no cualquier hu...- rapidamente la horrible mujer guardo silencio, si alguien mas se enteraba de la humana estaria en gran peligro, el castigo por ayudar era tortura hasta morir - sabes... es una lastima que hayas desertado tenias un futuro prometedor - sigue hablando y te sacare la lengua mujer - la situacion era tensa, la mirada fija de ambos anunciaban una feroz batalla, mas el sonido de un carruaje los hizo volver en si dandole la oportunidad a Rufus de huir.
corrio rapidamente a las afueras de la ciudad a un pequenio bosque, al percatarse que solo estaban ellos dos, tomo a la joven con su mano la coloco en el suelo y pronuncio -tunimid - la chica tomo su estatura normal - no seas sangana camina tu! - que grunion eres Rufus!- no me llames por mi nombre, si los demas se enteran que lo adivino una humana sere el hazme reir de toda ekualiag - decia con sumo pesar el pelinegro - ecoliag? eculia? como se llama este lugar? - ekualiag! ignorante, que nunca les contaron de este lugar sus ancestros?! - no... nunca, si esto no me hubiese pasado creeme que nisiquiera me importaria saber de este lugar, todo es tan tetrico y malvado - que nenita tan llorona eres, esta es uma dimension especial, las criaturas magicas mas peligrosas y malvadas se encuentran aqui, este lugar esta invadido por las tinieblas y el odio, a excepcion de ti, eres como una molesta falla en el sistema jerarquico - mmm... gracias? sabes no se como tomar tu comentario - no fue comentario, fue una explicacion, Tomi! Tomi donde estas costal de huesos?!- decia refunfuniando mientras buscaba a los alrededores - quien es Tomi? -soy yo jovencilla - una voz gruesa salio de entre la maleza a medida que se acercaba un pegaso negro con un par de bellos ojos azules - como estas? - la joven mulata palidecio de la impresion y cayo desmayada -vaya si que sabes dar una buena primera impresion, eh Tomi? -decia en tono burlon el pelinegro - lo mejor sera cambiarle esos harapos para no levantar sospechas y llevarnosla lejos de aqui...- llevarnosla? eso me suena a manada Rufs... se que quieres morir pero hay formas mas pacificas que esta, yo si quiero vivir aun amigo - vamos! no seas tan lloron, todo saldra bien, solo es una transaccion mientras obtengo informacion, cuando deje de serme util la abandonare en el desierto, despues de todo es la ocupante del lugar de Dafchi no tiene muchas esperanzas de vida -.
pasaron las horas hasta que la joven recobro nuevamente el conocimiento, sentia mucha opresion en el pecho - que es esto? mi ropa es diferente... pero como? - su ropa era extrania, una camisa de mangas largas con cuello mao y el tiro hasta las rodillas cafe oscuro, un pantalon holgado de un cafe mas claro combinado con unaa botas sencillas pero resistentes de color negro, en pocas palabras parecia hombre - Rufs la cambio, sera mas sencillo ocultarte asi, descuida la cambio con magia - respirando aliviada se dirigio al pegaso - en verdad lo siento por lo que ocurrio, ultimamente me impresiono de todo, normalmente no soy asi... - descuida, tu condicion humana te hace de esa forma aqui, por cierto, cual es tu nombre? - me llamo Marceline mucho gusto, solia vivir en Francia pero, ya no creo poder regresar - trata de dormir un poco, nos espera un largo dia maniana-.
la noche era preciosa para pasear por el bosque, la mulata decidio caminar un rato mientras sus companieros dormian profundamente. La maleza era exactamente igual que en el mundo humano, el musgo, los pinos, el pasto, todo; al continuar sus pasos noto que el sendero ya no era de tierra, se convertia en una calle enpedrada como la de su antigua ciudad natal, poco a poco las botas que protegian sus pies fueron desapareciendo dejandola caminar descalza, rapidamente reconocio el lugar, efectivamente era su ciudad y su hogar, corrio rapidamente hacia la casa en la que vivia, grito buscando algun rastro de vida en el interior mas nada, ni un solo susurro; extraniada se dirigio hasta el salon principal, el escenario era horrible, toda su familia y companieros estaban amontonodas en una pila de cadaveres, rios de sangre inundaban el suelo y cubrian las muebles y las paredes, asustada retrocedio lentamente de espalda hasta toparse con un gran espejo de pie incrustado en la pared, volteo para mirar el reflejo transtornante en el. Ahi estaba ella con un camison largo de seda blanca cubierto del tono carmesin de las paredes - te gusta lo que estoy haciendo en tu mundo querida? -Dafchi... deja de hacer esto! devuelveme mi vida! - gritaba con furia golpeando el espejo - para que... tu ya no la querias yo le saco mas provecho, ademas, no querias tu libertad? -decia sarcastica antes de comenzar a reir burlona - tu me enganiaste - no, no lo hice, te ofreci un trato, tu querias deshacerte de tu vida a cualquier precio nunca apreciaste lo que te rodeaba espero que lo hagas ahora, nos veremos querida - hizo un ligero ademan con su mano y desaparecio entre las sombras mientra dejaba desespara a la mulata gritando que regresara todo a como era antes.
- Tomi! trae belladona o tila esta histerica gritando - la joven dormida se estremecia frenetica gritando y golpeando todo a su paso, por mas intentos del pelinegro de sacarla de su trance no podia, en un rapido movimiento de la joven saco la daga que guardaba Rufs entre sus ropas y se lo clavo tres veces en el pecho antes de despertar y encontrarlo inconsciente en piso envuelto en un pequenio charco de sangre...
