Ceremonia
Había caminado como un fantasma hacia ese lugar, los flashes, los halagos, los murmullos nada de eso lo escuchó, nada lo desconcentró de ese dolor profundo en su pecho. El vacío abrumador que había nacido años atrás, parecía más fuerte ahora.
"No está pasando" eso se dijo a si mismo desde que se le notificó su nueva tarea.
—¿Joven?—el juez llamó su atención— ¿Se encuentra bien?— el carraspeo de su padre llegó hasta sus oídos, llenando de escalofríos su cuerpo.
Asintió hacia el juez, desvió la mirada hacia su padre, ojos oscuros que consumen todo, como en sus pesadillas, ojos asesinos que esconden cualquier rastro de humanidad ¿Él alguna vez lo consideró su hijo y no una inversión segura? Deslizó un poco su mirada hacia su derecha y ahí estaba su tierna y delicada madre con evidente preocupación, siempre tan ingenua, tan inocente y frágil. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas ¿Alegría? ¿Preocupación? Aún en esa situación Seokjin se anestesió por un segundo, sonriéndole a su madre. Quería decirle "Soy feliz, estoy bien".
Todos los invitados creían en una historia de amor tan barata, muy pocos sabían de esta farsa, de la situación tan triste en la que se encontraba. Sin importarle mucho los murmullos de personas que poco le importaban, giró su rostro pálido hacia los asientos blancos, el collar de zafiros ridículamente enorme que le habían puesto, picó un poco su cuello al girarlo pero valió la pena al verlos; en la segunda fila de la derecha. Lo veían, dos pares de ojos llenos de disculpas e impotencia por no poder ayudarlo. Dos personas que miraban con desprecio aquel nefasto evento, no había pesar en ellos. A ellos no los había comprado el dinero y su desprecio por aquella farsa lo hizo sentir un poco más valiente. Nuevamente sonrió porque sonreír era lo que necesitaba si no quería romperse en ese momento porque Seokjin era un omega gallardo y fuerte; cuando ese dolor latente e inmarcesible aparecía, Seokjin lo empujaba hasta ahogarlo pues no podía permitirse flaquear, no entonces, no ahora. Regresó su mirada al juez y respondió, firme.
— Acepto— al final tenía que contestar y hacer lo que su padre había pedido. El chirrido de una silla siendo raspada contra el piso se escuchó e instantáneamente el omega cerró los ojos, dos segundos después volvió a girar el rostro y solo alcanzó a ver la espalda de Namjoon abandonando la ceremonia. Quería ir detrás de él y decirle que todo estaría bien, que él iba a estar bien.
Los susurros nuevamente se hicieron presentes, susurros que provenían del los miembros del clan Kim, aquellos pocos que sabían de la ruptura del compromiso con Kim Namjoon. No fue una nada sencillo para el clan.
El juez volvió a carraspear.
— Min Yoongi ¿acepta a Kim Seokjin como su legítimo esposo?— se dirigió el juez hacia ese alfa. Seokjin lo miró esperando que de la nada el alfa se negara pero como desde hace tantos años la luna volvió a abandonarlo.
—Acepto— contestó el alfa, Seokjin no sabía que conservaba esperanza en su ser hasta que sintió cada partícula de ella desaparecer, todo era tan oscuro y había tan poca luz y ahora tenía un esposo.
Alguna vez escuchó decir a alguien "La esperanza es lo ultimo que muere" y Seokjin se preguntaba qué quedaba después de ella, entonces. Aquella esperanza no había echo más que prolongar su dolor.
"Todavía queda la pequeña esperanza de que diga que no" se había dicho en la mañana frente al espejo tratando de controlar el temblor de su mano. La esperanza no había sido "pequeña" ni siquiera había dimensionado el tamaño de su anhelo hasta ahora que yacía esparcida en grandes pedazos filosos a sus pies.
¿Qué le quedaba ahora?
—Con el poder que la ley me confiere, los declaro alfa y omega, pueden iniciar su unión legal con un beso— el corazón le empezó a latir más rápido. Hace tanto que nadie lo había tocado y es que la verdad no soportaba el tacto de otras personas que no fueran Taehyung o Namjoon. Se regañó así mismo pues tenía que dejar a un lado esas frivolidades aunque su corazón gritara por atención.
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El precio del omega
FanficEn el camino a derribar un clan, Kim Seokjin se encuentra con un alfa que ansia la redención. Min Yoongi, un alfa de clase alta, que tenia como único propósito llevar el imperio Min a la cima y hacerlo inalcanzable, tropieza con un omega estoico y h...