En el camino a derribar un clan, Kim Seokjin se encuentra con un alfa que ansia la redención.
Min Yoongi, un alfa de clase alta, que tenia como único propósito llevar el imperio Min a la cima y hacerlo inalcanzable, tropieza con un omega estoico y h...
—Llegamos — Seokjin abrió los ojos, no sabía en qué momento se había quedado dormido, quiso preguntarle al alfa dónde se encontraban pero él ya había salido del auto.
Frente a él había una cabaña con altos ventanales, hermosa, si tenía que decirlo, pero aún con eso no pudo evitar la incomodidad al saber que estarían los dos solos.
— ¿Te gusta? —preguntó el alfa a su lado, Seokjin le regaló la sombra de una sonrisa.
— Es bonita
— ¿Necesitas ayuda con eso? — ofreció señalando su maleta.
Seokjin negó —Sé ve grande pero no es pesada.
YoonGi asintió y caminaron juntos hasta el lugar.
— Se supone que debo llevarte en brazos — Seokjin volvió a negarse.
—No lo creo necesario
Cuando Yoongi abrió la puerta, el omega busco rápidamente la recámara, algo que cualquiera haría en su luna de miel si es que su motivo principal no fuera esconderse.
— ¿Cuál es mi habitación? —
— ¿Tu habitación? — esta vez el alfa se detuvo a mirarlo directamente con todo el cuerpo en su dirección, honestamente era la primera vez que el alfa lo miraba tan abiertamente.
—Donde dormiré— aclaró tirando suavemente de la mascada color crema alrededor de su cuello.
—Sé para qué es una habitación — rodó los ojos— No dormiremos en habitaciones separadas, es nuestra luna de miel.
—Apenas y te conozco— señaló
—Bueno, pues para eso tenemos una vida por delante
Seokjin se quedó en medio del pasillo cuando el alfa desapareció en una de las habitaciones. El omega empezaba a flaquear ¿Cómo llevaría a Yoongi al lugar en el que lo quería? Seokjin no era estúpido claramente sabía lo que un matrimonio conllevaba pese a que fuera un convenio ¿Qué mierda iba a hacer?
'Abrir las piernas y ser un buen amorfo'
Esa maldita voz volvió a aparecer en la cabeza de Seokjin. Tenía que hablar con el alfa.
Cuando entró a la habitación no había nadie solo podía escuchar el sonido del agua en la regadera y eso lo hizo sonrojarse.
Seokjin se sentó al borde de la cama, recargándose en el cabezal; él no era tímido, muy por el contrario era bastante audaz y elocuente a la hora de hablar.
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—Oye... Arriba — al abrir los ojos se encontró con los profundos irises obscuros de Yoongi— Tienes que desayunar ayer te dormiste sin cenar — Yoongi se apartó
— ¿Desayunar? Pero si...— Seokjin parpadeo ahuyentando los restos del sueño y vio el reloj, eran las nueve de la mañana— ¿Dónde dormiste? — Yoongi respondió con un movimiento de cabeza hacia el lado derecho de su cama y Seokjin instintivamente jaló más las sábanas contra su pecho.
— No te toqué si es lo que te preocupa—
Yoongi salió de la habitación dejando a Seokjin dentro, saliendo de su estupor ¿había dormido junto al alfa? ¿Y no se había dado cuenta?
Él no había hecho nada extraño ¿Verdad? El omega soltó un sonido afirmativo para después entrar al baño, todavía llevaba la ropa de ayer.
Cuando hubo terminado de prepararse bajó al comedor, la mesa estaba llena de diferentes platillos y no había rastro de su ahora esposo.
Seokjin eligió solo un poco de fruta y tomó asiento.
—Buenos días— saludo el alfa detrás de él
—Buenos días— correspondió al saludo, YoonGi llevaba una camisa azul holgada y unos pantalones negros sueltos, su apariencia en general era relajada y transmitía cierta familiaridad.
— ¿Dormiste bien? – preguntó una vez que hubo ocupado su lugar en el otro extremo de la mesa.
—Muy bien— Seokjin apartó su plato — ¿Cuándo regresaremos a Seúl?
— Mis padres me dieron dos semanas para la luna de miel, les he dicho que una es suficiente pero han insistido así que estaremos en esta cabaña por dos semanas.
El omega soltó un suspiro, mentiría si dijera que no se había imaginado viajando a otros lugares en compañía de ese alfa, aunque prefería quedarse cerca de casa deducía que a él tampoco le agradaba la idea que lo hayan empujado a ese matrimonio.
—Entiendo ¿haces mucho eso?
El alfa detuvo su tenedor en el aire, de camino del plato a la boca, él se estaba comiendo solo los gajos de mandarinas.
— ¿El qué? —
— ¿Haces todo lo que tus padres dicen? —
Él no respondió en seguida, Seokjin creyó que ya no lo haría, su entrecejo seguía levemente arrugado después de preguntar, pareciera que el desayuno transcurriría sin más hasta que el habló
—Me hace la vida más fácil— dijo de repente, parecía una sabia elección de palabras, el día de la boda, Seokjin, estaba demasiado sumido en su propia miseria que no se había dado cuenta que aquel alfa tenia cierto aire tenebroso a su alrededor — Mi madre y mi padre quieren ser abuelos—dijo, viendo como el rostro del omega se endurecía, lo vio poner sus manos sobre cada una de sus rodillas mientras lo mira fijamente —¿te sientes bien? —preguntó extrañado, tal vez y la pequeña escultura tenía miedo de perder su figura con hijos pensó Yoongi.
Seokjin trató de levantar la cabeza de negar con vehemencia y destrozar la seguridad en el rostro de Yoongi que recargado en el respaldo de la silla, no le quitaba la vista de encima, podía sentir su mirada sobre él. Sintió como un aire frio por fin encontró una grieta directo a su corazón.
Seokjin negó—No— su voz salió delgada y débil—No—trató de volver a decir. Giró el rostro con la intención de perder el rostro del alfa pero no pudo, trató de caminar hacia la puerta pero no pudo sostener su propio peso y cayó al piso, no sabía que era esa reacción en él, nunca antes le había pasado. — Todo se está moviendo... —logró levantarse, siendo ayudado por YoonGi, que se había acercado rápidamente.
—Solo necesito ir a la cama— dijo, tratando de alejar el brazo que le rodeaba la cintura, Seokjin podía sentir cada uno de los dedos que apretaban sobre la piel, se sentía incorrecto.
—Te llevaré— Yoongi no esperó ninguna respuesta y deslizó a Seokjin sobre sus brazos.
El omega no volvió a salir de la habitación por el resto del día.
El alfa no volvió a entrar a la habitación hasta media noche.
