CAPITULO 9

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La fiesta estaba pronto a terminarse, Seokjin y su esposo se habían ignorado monumentalmente excusándose  visitando a sus invitados.

Por su parte GaEun, la prima de Seokjin, acomodó dos sillas una frente a otra en medio de la pista. Colocó a Jin y Yoongi frente a frente y le dio a Jin la guitarra.

Jin estaba nervioso, las manos le sudaban, las emociones lo abrumaba, y la mirada desinteresada y aburrida de Yoongi no lo ayudaba en lo absoluto. La mirada de los invitados seguían las acciones de la omega y estaban expectantes.

—Buenas noches tengan todos, esta noche donde mi adorado primo se unió a su pareja en ley y no estamos seguros de lo otro— GaEun alzo las cejas repetidamente dejando en claro el doble sentido de lo último, por primera vez Jin vio a su esposo bajando levemente la mirada apenado y se sintió agradecido, por lo menos, de no estar sufriendo solo—Seokjin le cantará a ... — GaEun se detuvo en el discurso— hey, hey amigo— llamó a Yoongi lejos del micrófono—¿Cómo te llamas? — le preguntó, Jin podría haber reído de no ser por que en verdad sentía que iba a vomitar, Yoongi vio cruelmente a GaEun—¿qué? No tengo la culpa de que apenas hoy te conozca— se reubicó en su lugar de presentadora mientras Jin creía que entraría en pánico  —le cantará a su pareja con cara de gatito— Jin levantó la vista, interesado en la comparación de su prima. Yoongi cerró fuertemente los ojos, al parecer el pelinegro no era todo indiferencia— Jin— Le habló GaEun indicándole que era su turno.

Seokjin apretó la guitarra, sintiendo un nudo en la garganta, no creia estar en las condiciones para cantar pero lo haría para de alguna manera traer a su alfa ahí a su lado y que le susurrara que estaba bien, que eso no era un intercambio, un contrato y que él no era la firma en el convenio, que él no era la moneda de cambio, cerró los ojos y se lo imaginó ahí sentado, vestido como si se hubieran casado con 'él' y no con Min

Antes de aferrarme, no sabía
que el mundo en el que estaba
era así de brillante

Seokjin lo vio ahí sentado, con su pelo alborotado y su sonrisa traviesa.

Te alcancé con un pequeño aliento de vida,
es un amor que me llamó sin miedo.

Pudo sentirse el objeto de su atención, nuevamente. 

Me gustó mucho
cuidar de ti, mi corazón palpitaba,
incluso cuando estaba ridículamente celoso,
quise todos esos momentos.

Yoongi por su parte tuvo la sensación de que el chico estaba pensando en alguien más sentado en frente de él y no pudo evitar sentir la incomodidad asentarse en su estómago.

En la eternidad oscura,
en esa larga espera,
como el brillo del sol, caíste sobre mí.

¿Cómo se olvida al amor de tu vida? Se preguntó tantas veces Seokjin y en momentos como ese creía que seguía teniendo un lobo pues lo sentía retorcer dentro de él pidiéndole que por favor le dejara de recordar.

Antes de dejarte ir, no supe
que el mundo en el que estaba
era tan solitario.

El alfa sentía un sentimiento extraño, se sentía intruso y lo odiaba pues hace unas horas había sentido la piel del hermoso omega y horas después el mismo se estaba marcando como prohibido, quería volver a sentir esa tersa mejillas bajo sus labios. Seguía un poco aturdido por el aroma casi nulo de su omega, era como si no fuera uno, pudo percibir el aroma pero era tan débil y sutil, su lobo casi quiso rascar entre las glándulas del omega para inhalar el aroma.

Al terminar de cantar, estuvo tentado a besar por fin al omega, los aplausos y una que otra persona conmovida por un sentimiento falso lo interrumpieron.

El precio del omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora