Capítulo 6

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Desde el interior del muro de piedra

"Y ahí me di cuenta de que quería estar solo. Ahí vi que el mundo era una basura desde que comencé a ser yo mismo. Desde que quise ser lo que yo quería y nada más"

Mi nombre es Theramus. He visto guerras incontables, debatirse a lo largo del tiempo y las dimensiones. Recién salido de mi huevo, mi padre me confió el elemento de la tierra para mi control total. Durante mi infancia y mi crecimiento, me criaron de modo en que aprendiera a ser fuerte, decisivo y duro. Tal vez estas características sean propias del poder al cual estaba destinado a poseer, sin embargo, nunca fue parte de mi ser.

Siempre fue el caso de ser que le llevaba la contraria a lo que se considera normal o esperado. Me gusta mucho mi elemento, toda la vida que puede dar por medio de las flores o los alimentos. La solidez que da a los terrenos para construir. La forma en que se junta con el mar. Además, solo piensen en el montón de formas que tiene la tierra para manifestarse: minerales, arena, metales...

Yo no quería pelear. No siento que sea un guerrero o alguien a quien los conflictos llamen su atención. Mi padre siempre me daba un regaño por esto, ya que todos mis hermanos sirvieron para el combate. Además, como soy uno de los mayores, tenía que dar el ejemplo a los demás acerca de como desempeñarse cada vez que salíamos a cazar, defender nuestro hogar, o incluso nuestro honor como clan.

Nosotros somos parte de los cuatro grandes clanes de seres mitológicos que se encuentran en las cuatro dimensiones: Inframundo, Cielo, Tierra y el mismo Infierno. De cierta forma, somos los más poderosos, por lo tanto, debemos mostrar nuestro poder si hay guerras, anomalías o disputas entre seres. Muchas leyendas de la tierra acerca de dragones tenían que ver con nosotros, en alguna de nuestras formas. Wyverns, dragones comunes, Uroboros, serpientes aladas y de mar.

Yo tenía algunos aprendices, dragones pequeños bajo mi mando que trataba de enseñarles mis ideales. A pesar de que podría considerarme "pacifista", eran muy talentosos para los combates, por lo que mi trabajo consistía en enseñarles todo lo que pudiera, y fueran preparados a los campos de batalla. La tierra es un elemento muy versátil y para un dragón como yo, era la mejor defensa que podía tener.

Yo les construí muros, tanto reales como imaginarios, donde en mi cabeza, los protegía, al ocultarles cosas. Ocultarles el potencial que podían tener, intentar protegerlos de los malos caminos, refugiarlos y encerrarlos bajo un panorama que según yo mismo creé. Les protegí tanto que no los dejé ser ellos mismos. Se sintieron tan presionados, que explotaron, y todas mis enseñanzas de dragón milenario se fueron con ellos.

Los años pasaron después de ese fracaso y se hizo la repartición de los diez dragones principales. Viví y tuve muchos distintos compañeros, tanto en personalidad como en poder, pero nunca me habían asignado a alguien tan distinto a los demás como lo es Richard. Él tenía esas cualidades en el alma que se parecían a mis pensamientos más profundos. Este chico tenía mucho de lo que yo considero importante, pero aún faltaba pulirlo. Richard es un chico muy noble, con uno de los corazones más puros que conozco.

Sin embargo, toda su vida había sufrido mucho de impotencia al no poder mostrarse como él desea ante el mundo. Por complacer al resto y nunca a él mismo, por no saber si al tomar decisiones, eran las respuestas correctas antes de ver todos los escenarios posibles, por no decepcionar a nadie, por no poder seguir su corazón libremente antes de sufrir alguna consecuencia fatal.

Él ha sufrido mucho y no ha logrado perdonar muy fácil. Muchas veces es un pequeño cúmulo de odio andante que lleva un hueco en el pecho, buscando un amor bien bonito que cargue con todo ese peso. Sin embargo, ha habido muy pocas personas en su vida que realmente han valido la pena, o quienes han tenido la entrada a la primera parte del laberinto, sin embargo, se han perdido en el camino, y lo culpan por perderlos ahí dentro, o incluso quienes no han sabido recorrerlo de a poco, sino que derrumban cada uno de esos muros a la fuerza, con mazos y brutalidad.

The World Begins With You: Limbo's GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora