Capítulo 3

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Lazos de agua y fuego

"Y así, es como entre tantas diferencias, el fuego da vida, calor y energía. El agua, fluidez, tranquilidad y calma. Pero ambos, con la chispa correcta, desatan caos, dolor...y nada vuelve a ser igual entre ellos."

Keegan y Kai vivían al sur de Queens. Desde pequeños eran músicos natos, tanto en percusión como en cuerdas. The Deadly Sins era el nombre de la banda que tenían desde los catorce años. Ya ahora, con dieciocho años, el apoyo de compañeros, profesores y amigos era enorme. Mañana sería la batalla de bandas locales, con motivos decorativos del día de los muertos, por lo que había que tener todo el repertorio de canciones listo y asegurarse que todo estuviera bien durante los ensayos.

A simple vista, los gemelos eran prácticamente idénticos, pero la diferencia notable era en su personalidad y en su ropa. Ambos midiendo 1,75 m, tez clara, cabello negro, uno con simuladores en las orejas y un tatuaje en la muñeca izquierda, el otro sin ningún adorno en el cuerpo. Uno solía vestir de rojo y el otro normalmente con algo color azul. Keegan era volátil, enérgico, explosivo y decía todo lo que pensaba sin importarle los demás con tal de expresar su punto de vista. Le causaba bastantes problemas decir sus opiniones, ya que parecían más un berrinche o una forma de humillar, que una crítica. Sin embargo, al tener esa actitud era bastante popular con las chicas. En cambio, Kai, era bastante más tranquilo, empático y callado. Trataba de pasar en sus cosas solamente sin molestar a nadie y su hermano era su confidente a pesar de tener más amigos debido a estar en varios equipos de actividades extracurriculares, como los de diseño gráfico o piano.

En la tarde alrededor de las seis, después de terminar los ensayos, los hermanos se despidieron del resto de la banda y se disponían a guardar todo el equipo junto con los instrumentos. Tenían la enorme ventaja de tener un cuarto para practicar en el edifico donde vivían, por lo cual no debía ser una tarea muy tediosa.

— Que bien que todo sonaba adecuado para mañana.

— ¿Bromeas? ¡Sonó increíble! ¡Vamos a arrasar mañana y ganar ese concurso!

— ¿Por qué te noto más emocionado este año?

— Ya la banda tiene bastante apoyo, estamos tocando como nunca, eres increíble con el bajo y me da gusto compartir esto con mi hermano, ¿qué otra cosa sería?

— ¿ Quieres ganar para burlarte de Markus, ¿verdad?

— ¿No esperas que desperdicie esta oportunidad o sí?

— Te vas a meter en más problemas por andar de buscapleitos.

— Vamos, no iba a dejar que se metiera con Jackie solo porque creé que puede llegar de la nada a pedirle una salida solo porque ella estaba pasando un mal rato. Si le ayudó solo para intentar gustarle, lo hizo muy mal.

— Y ¿desde cuándo te importa tanto Jackie?

— Desde...— Keegan paró en seco debido a que se tropezó con unas cajas de todo el equipo cerca del ascensor del edificio. Sin querer, el mango de la guitarra se golpeó con los bordes del portón del ascensor, cortando algunas cuerdas en la parte superior del mástil. — ¡Carajo!, se reventaron unas cuerdas de la guitarra.

— Salvado por la campana como siempre.

— No empieces. No planeé esto. Ahora tengo que correr a la tienda antes de que cierren.

— Pues si, pero siempre te salvas de contarme cosas tuyas.

— Si que eres persistente cuando quieres saber algo mío, hermanito.

— Normalmente soy el que te cuento cosas, te las tengo que sacar con cuchara a veces.

— Luego te cuento, ayúdame a guardar esto en el apartamento para ir a la tienda.

The World Begins With You: Limbo's GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora