The World Begins With You: Limbo's Game

Capítulo 7

Las nubes en noches de tormenta son más densas

"A veces la luz que esperamos nos saque del abismo no llega gentilmente, sino que golpea fuerte, como un trueno. Y el sonido que emite el rayo al caer y el golpe del relámpago es lo suficientemente fuerte, como para despertarnos de cualquier sueño en medio de una tormenta".

Clairie Starlight tocaba piano desde los siete años de edad. Era una chica prodigio, que hacía lo posible por destacar en cualquier área que le fuera posible, sobre todo si estaba relacionada a tener atención de un público bajo la luz de lámparas reflectoras.

Cada concierto dado, se veía una mejora cada vez mayor en la soltura de sus manos. El coro era uno de sus escapes de realidad, donde una hermosa, pero poderosa voz le permitía tocar el estrellato, mientras tenía el peso en sus hombros del cuido de su hermana menor.

La vida artística era de las pocas cosas que eran suyas, propias, donde no había exigencias de por medio, además de sus propios deseos. Donde no tenía que destacar por vocación, más bien por gusto propio, ganándose la admiración no solo de otros estudiantes de su instituto, sino también de su familia y sobre todo de su novio.

Ella era de aquellas personas que lo tenían todo por una combinación casi divina de enormes esfuerzos, trabajo duro y talento natural. Sin embargo, Clairie no había mostrado jamás la impotencia de no tener respuestas, lo que quera quebrarse como persona y sentir ansiedad por estar perdida al no saber como seguir adelante.

Estos sentimientos eran escondidos bajo sus ropas de conciertos, en su gaveta de noche, dentro de su diario, en esas cicatrices que tenía en su piel pálida, cada fracaso estaba marcado en sus hombros por sus propias uñas y rastros pequeños de sangre. Los ataques de pánico, por cualquier error al tocar, o al no llegar a una nota correcta, eran ocultados por tela, maquillaje y una sombra en sus ojos que le ayude a resaltar ese tono verde en sus pupilas.

Y no era para menos que esta tarde, aún con algo de viento, frío y hojas secas, era especial. Esta tarde era el concierto de Halloween, dando paso a futuras celebraciones como el día de acción de gracias y navidad. Y claro, Clairie iba a tocar algunas canciones en la etapa de cierre del evento. Pero solo había un problema, y era depender de un guitarrista para alcanzar ese grado de perfección que ella quería y no iba a permitir que Brendan Collins lo fuera a arruinar.

Al llegar al anfiteatro un par de horas antes de comenzar, el escenario estaba decorado con telarañas, calaveras, esqueletos y velas para recrear un ambiente acorde a la celebración. Clarie veía todos los detalles con un brillo intenso de ilusión en sus ojos. El brillo en la tela de su vestido morado ayudaba a resaltar su piel, sin mostrar aquellas señales de imperfección.

El profesor Dickenson, maestro de ambos desde primaria, estaba muy orgulloso de mostrar al público el esfuerzo final de una generación de alumnos que finalizan sus estudios y con este, su último año de retiro. Emocionado y alegre, se dirige a sus estrellas principales, antes de empezar con las primeras canciones de apertura. Tenía ese brillo de mucha emoción en sus ojos, tal como un niño en navidad que quiere abrir regalos. A través de sus lentes, se veía el reflejo de todo el resto de chicos colaborando en montar el escenario y las luces.

— Hoy tenemos un recital muy esperado por todos chicos, veo que muchos ya están listos y elegantes para el concierto en la noche. Clairie, Brendan, espero estén ansiosos para cerrar con broche de oro este evento. Realmente estoy muy emocionado hoy muchachos, y me gustaría que todos puedan disfrutar de esta velada.

— ¡Por supuesto profesor Dickenson, puede contar con nosotros! — respondió Brendan, tan eléctrico y alegre como de costumbre. Aún con un atuendo simple (pantalón negro con chaleco del mismo color, una camisa de vestir blanca y una corbata, del mismo tono que el vestido de la princesa del sonido), se podía ver que Brendan también quería brillar en el escenario, sin opacar a Clairie.