Heredó.

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El viejo de al lado se murió

la semana pasada,

tenía 95 o 96,

no estoy seguro.

Pero ahora yo soy el viejo chocho

del barrio.

Cuando me agacho

a la mañana para recoger

el diario

pienso en ataques cardíacos

o cuando nado en mi

pileta

solo

pienso,

Jesucristo,

van a venir y

me van a encontrar flotando aquí,

boca abajo,

mis 8 gatos sentados en el

borde

lamiéndose y

rascándose.

morirse no es malo,

es esa pequeña transición

de aquí a

allá

lo que es extraño

como apagar de golpe

el interruptor de

la luz.

Ahora soy el viejo choto

del barrio,

estuve esforzándome en serlo por

algún tiempo,

pero ahora tengo que hacer

algunas nuevas

jugadas:

debo olvidarme de subirme

del todo la bragueta,

usar pantuflas en vez de mis

zapatos,

llevar los anteojos colgando de mi

cuello,

tirarme pedos sonoros en el

supermercado,

usar una media de

cada color,

dar marcha atrás con el auto

contra los cubos de basura.

debo acortar mis

zancadas, dar pequeños

pasitos,

empezar a mirar torcido,

agachar mi cabeza y

preguntar, "¿qué? ¿qué

dijiste?"

Tengo que tenerlo listo,

encanecer mi cabello,

olvidarme de

afeitarme.

quiero que me reconozcas

cuando me

veas:

ahora soy el viejo choto

del barrio

y no podrás decirme

una puta cosa que yo ya no

sepa.

¡respeta a tus mayores,

nene, y quítate

de mi

camino!

Charles Bukowski.Where stories live. Discover now