𝙻𝚘𝚜 𝙷𝚒𝚓𝚘𝚜 𝙳𝚎 𝙻𝚘𝚜 𝚂𝚊𝚔𝚊𝚖𝚊𝚔𝚒𝚜

☪Capítulo 8☪

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☪Narrador

Una atmósfera tensa se podría apreciar en aquel comedor, los descendientes del clan se encontraban a la izquierda de la larga mesa principal la cual estaba repleta de comida. En cambio los hermanos Sakamakis se encontraban en la derecha, observando cada pequeño detalle de las facciones que tenían los seis niños que se encontraban sentados enfrenté suyo.

Luego de la rabieta de Yoshi, no era de esperarse que Hiroshi bajara rápido al primer piso. Lo que más le sorprendió al entrar al comedor, es que todos estaban callados, esto era muy raro para él, puesto a que siempre parecían animales salvajes peleando por cualquier cosa. Luego de dejar en el suelo a Yoshio este fue rápido a sentarse en una de las sillas a lado de Sakura. Se empezó acercar a sus hermanos para asegurar que nada les había pasado, cuando estaba haciendo esto pudo sentir la presencia de Rei a su lado.—Tranquilo, están bien yo los cuide.—Susurro en la oreja del mayor para que este estuviera más tranquilo y esto funcionó, ya que dejó de revisar a los más pequeños.

Y desde ese momento se han encontrado sentados todos, esto era demasiado incómodo tanto como para los padres como para los hijos. Nadie decía nada y esto estaba colmando la poca paciencia de una peli-roja, la cual se levantó de golpe de la mesa haciendo que los presentes la mirarán.—Siéntate.—Ordeno Rei, que al igual que la peli-roja su paciencia estaba llegando a sus límites y no quería más problemas.

Con un bufido, se volvió a sentar no si antes de soltar una pequeña maldición inaudible dirigida hacia Rei.—Este es el contrato que dejo mi madre.—Un sobre tamaño carta se deslizó hacia el mayor de los Sakamakis, quien solo se quedó viendo este para luego deslizarlo a un peli-negro. Quien al recibir el sobre a cómodo sus lentes para luego empezar a leer su contenido, todos mantenían el silencio, ya que para los menores en ese papel estaba decidido su caminó.

¿Estos papeles no fueron cambiados?.— Esta pregunta interrumpió el gran silencio que había en la sala, automáticamente todas las miradas empezaron a caer en el primogénito.—Como lo recibí, así se lo entregué.

Quiero aclarar unos términos del contrato, ¿Claro si ustedes me lo permiten? —¿Qué términos había puesto su madre en ese contrato? Esa era la pregunta que le rondaba por la cabeza a Hiroshi... ¿Qué podría haber pensado su madre al hacer un maldito contrato y sobre todo con ellos? —Claro, no veo ningún problema.

Quiero aclarar este párrafo que me deja un poco inquietó "Si existe otro hijo por parte del padre, este contrato quedará anulado y se tendrá que pasar manutención al hijo mayor Hiroshi Komorio el cual asumirá el cargo de tutor de todos los demás Infantes".—

Mi madre creía que habían conseguido a otras personas y que podrían haber tenido hijos con ellos. Al hacerlo así, pidió esa condición para no ser unos bastardos.—Aclaró Hiroshi, quien volvió a tomar el sobre donde antes estaba el contracto y sacar una pequeña caja.

En esta caja se encuentra el sello de mi madre, ustedes díganme si aceptan o no los acuerdos y luego me encargó de lo que prosigue con el contrato.—

¿Por qué tanta formalidad pequeño Hiro, te recordaba más gentil? —Comento Ayato quien veía como el mencionado empezaba a bajar su cabeza, sin duda esté sabía su punto débil; sin embargo siempre lo hacía solo para molestar a su hermano mayor, puesto que para el ese niño era su vida entera.

No bajes tu cabeza, demuéstrale que no eres el mismo... Esas palabras rondaban en la cabeza de Hiroshi, en verdad quería demostrarles que ya no era el mismo débil niño que fue; sin embargo esto no iba hacer posible, ya que siempre fue un cobarde.

Aceptamos el contrato... Pero es necesario que vivan aquí en la mansión, sé que no está estipulado nada en las cláusulas conforme donde vayan a vivir, tomen esto como condición para aceptar el contrato.—La poca paciencia que le quedaba a Rei se fue, se levantó de la mesa agarro el ante brazo de Hiroshi y con una mirada de vámonos hizo que todos los menores se levantaran de las sillas, para luego empezar a caminar a la salida.—Deja tú estúpido orgullo y regresa en este mismo instante.

Ordenó Subaru enojado, Rei dejó de sostener el ante brazo de Hiroshi, para empezar acercarse a pocos pasos hacía el pequeño gritón que lo llamó estúpido.—Sabes que mi orgullo ya no existe desde que empecé a salir contigo... —No pudo terminar la oración ya que una fuerte mano del peli-gris se estrelló contra su mejilla.

Se quedarán.—Afirmo Subaru mientras regresaba a la mesa, en la cual estaban aún los papeles, fue a la última hoja y firmó. Luego de esto regresó donde estaba Rei y le aventó los papeles.—Bienvenido otra vez a tú peor pesadilla.

Esto fue lo último que dijo Subaru para desaparecer por las escaleras, aquél peli-gris se sentía muy aliviado luego de decirle eso, nunca pensó que iba a tener esas agallas para poder hablar así a Rei.

Todas las personas de abajo se encontraban impactadas por la escena presenciada.—Bueno les mostraré sus habitaciones, por favor siganme.—Ninguno replicó sobre el pedido de Reiji y lo siguieron. A excepción de Rei que aún estaba impactado por esa acción del peli-gris "Ese vampiro será mío de nuevo".

Oye mocoso, despierta.— Empezó a llamarlo Ayato pero al ver que no hubo ninguna reacción de éste, recurrió a su plan B el cual tenía que ver con su mano, esta iba a estamparse en la mejilla del contrario, pero los reflejos de este fueron más rápido evitando la mano de Ayato.

¿Qué quieres anciano? —

Lo pasaré esta vez... Los demás fueron a ver sus habitaciones, será mejor que los sigas, antes que te pierdas.—

No te preocupes anciano recuerdo el lugar.—Esto fue lo último que dijo para empezar a caminar con destino a la planta alta.—Y deja de decirme así, niño malcriado.—Rei solo se rió de lo último dicho por el peli-rojo, sin duda esto será un completamente desastre.

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