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Tara terminó de preparar el café y dudo antes de servirlo en una segunda taza, ni siquiera sabía si Loki lo conocía o si le gustaría, se encogió de hombros y de cualquier modo la colocó sobre la mesa; Ella permaneció de pie recargada sobre la isla mientras se acercaba la taza a los labios, súbitamente Loki apareció frente a ella y la observó con una ceja alzada. Ella curvó una sonrisa y le dijo
— Buenos días a ti también Loki, gracias por preguntar, he dormido muy bien
El reprimió una sonrisa burlona y se inclinó sobre la mesa, tomó la taza y se acercó, justo después del primer trago Tara le advirtió
— Está caliente
Loki arrugó los labios y luego la miró
— Hubiera sido bueno haberlo sabido antes
— Lo siento ¿No hay café en Asgard?
Loki negó regresando la taza a la mesa y observando a la chica con más detenimiento
— ¿Qué es lo que necesita saber un Dios para enmendar una raza? — la pregunta había salido sin pensar
El solo alzó una ceja sin responder
— Tengo el día libre— Tara se sentó frente a el — Si quieres conocer Nueva York puedo mostrarte, es enorme como para recorrerla completa pero si puedes tener un recorrido general
— Acepto— Loki se llevó la taza a los labios y esta vez bebió el café más despacio — Es delicioso
Ella asintió y después de sopesarlo habló de nuevo —Loki, quiero algo a cambio por mi ayuda
El semblante del Dios cambió, no estaba acostumbrado a que la otra parte negociara también
— Tengo muchas preguntas acerca de ti, de tu magia y de dónde vienes, quiero que las respondas ¿Podrás hacerlo?
— ¿Eso es lo que quieres?
Tara asintió
— Hecho — bebió de nuevo
Ella sonrió y Loki lo hizo también, se dio cuenta de que no necesitaba demasiado para animarla; Tara carraspeó salió de la cocina y volvió con dos revistas que extendió frente a el
— Es algo tu atuendo es algo...— lo pensó por un segundo — peculiar, creo que deberías modificarlo si deseas pasar desapercibido aquí
— ¿Cuestionas mi buen gusto? — Loki ladeó una sonrisa y Tara río sorprendida, nunca antes le había dicho un chiste
— No, no — dijo entre risas — no me atrevería
Aunque la comodidad en la visita de Loki no era su principal objetivo, Tara quería darle un buen recorrido y no perder el tiempo al llevarlo a sitios innecesarios, así que había hecho una lista de lugares a donde lo llevaría, se aseguraría de que Loki conociera la historia de Nueva York y las costumbres de los habitantes; Mientras escribía Loki apareció en su campo visual, usaba ropa más casual y hasta ese momento Tara se puso a admirarlo, era bastante apuesto y muy alto, Loki la miró de regreso y ella apartó la vista.
***
El paseo había sido mejor de lo que Loki esperaba. Tara había sido paciente al explicarle muchas actividades cotidianas completamente nuevas para el y había respondido todas la preguntas del Dios acerca de la ciudad, también se había disculpado con más de un transeúnte por el comportamiento extraño de su acompañante.
Tara había tratado con todo su esfuerzo mantener un perfil bajo, pero las miradas sobre Loki —especialmente de mujeres— eran inevitables, por dónde iba parecía llamar la atención de todos a su alrededor, Tara solo desviaba la vista y trataba de enfocarse en el propósito de estar ahí.
Después de pasar casi un día entero junto a el, Tara tenía una perspectiva completamente nueva, la actitud reservada de Loki disminuía, se reía de sus chistes y bromeaba poco también. Tara sentía que iba descifrando más sobre el, aunque podía parecer aventurado también empezaba a gustarle y aún no sabía hasta donde debía permitírselo.
— ¿Te gusta el arte Loki? — preguntó sin mirarlo, el tragó en seco, era la primera pregunta personal del día
— Si
— Puedes descifrar mucho acerca de una persona con el arte que disfruta y en este caso de una ciudad. Este es el corazón de Nueva York — se posicionó frente a el y extendió los brazos a sus costados — Broadway
Loki miró a su alrededor, comenzaba a acostumbrarse al acumulo de gente y a lo que Tara llamaba autos pero las luces de aquel lugar atraparon su atención con facilidad
— ¿Qué eso eso? — señaló lo que sobresalía de algunos edificios
Tara miró hacia dónde señalaba, el sol comenzaba a ocultarse y las luces de los edificios resaltaban sobre la oscuridad
— Es la torre Stark, pertenece a Tony Stark, un multimillonario que ahora se dedica al altruismo
No dijeron más el resto del camino y cuando volvieron al departamento Loki se esfumó. Tara suspiró resignada y entró a la cocina, desde la llegada del Dios ella acostumbraba a hacer la porción de comida más grande, no comían juntos pero Tara si notaba que Loki comía lo que ella preparaba.
Por otra parte, Loki alternaba las reuniones con los Chitauri a las visitas al teseracto —donde pronto comenzaría la invasion— y al departamento de Tara.
En Asgard nunca había tenido amigos y principalmente sabía que eso era causado por el temor y respeto que le tenían, además de que Thor siempre lograba acapararlos y apartarlos de el. Por ahora su plan estaba funcionando y sabía que lo seguiría haciendo, no tendría distracciones y lograría su cometido pero cada vez le parecía más difícil tratar de mantenerse en claro y enfocarse con Tara, ignoró sus pensamientos y se repitió una vez más que lo que necesitaba era una aliada, no una amiga.
