HEART; Loki Laufeyson

VEINTIUNO

Lo único que encontró al despertar fue un pequeño gato negro que lo observaba con curiosidad, buscó en la cama y miró la habitación, pero Tara se había levantado e ido. Loki gruño suavemente mientras le daba la espalda al gato y seguía durmiendo.

Para Tara, encontrar a Loki durmiendo junto a ella volcó de cabeza todos sus pensamientos, la imagen le había traído miles de recuerdos y también la había impulsado a tomar una decisión; Perdonar a Loki también incluía que volverían a vivir juntos y eso de alguna forma la reconfortaba, sabía que la había pasado mal en su ausencia, pero también sabía que Loki era capaz de hacer daño, estaba herido y enojado, y aún no estaba segura de cuánto le tomaría al Dios sanar, sin embargo, una sensación de confianza la inundaba, no quería sonar ingenua y también debía ser más precavida, pero algo en su interior le decía que esa vez las cosas serían diferentes.
Quizá había sido la manera de su reencuentro, o que los aires de Loki eran distintos pero la sensación de incertidumbre se había desvanecido, u le gustaba que fuera así.

Llegó a la oficina con más precaución, el plan inicial había sido evitar a Isaac y encerrarse en su oficina hasta la hora de descanso, sin embargo, al llegar 7 minutos tarde, no pudo llevar nada acabo.
Pero si se llevó una gran sorpresa, Isaac lucía igual que siempre, la saludó de manera habitual y le asignó solo el trabajo justo. Tara se sintió apenada, quizá había subestimado la madurez de su jefe al esperar un regaño o incluso trabajo extra.
Sacudió la cabeza y trabajó igual que siempre, recibió un reporte de un accidente automovilístico, alistó sus cosas para cubrir el reportaje y antes de que pudiera abandonar su oficina Isaac la interceptó

— Anoche me porté como un total entrometido, y lo lamento, Abby dijo que habías roto con alguien y creí que podría consolarte

—¿Abby dijo eso? — frunció el ceño y trató de hacerse una nota mental para  no volver a confiarle nada a la chica —También lamento lo que pasó creo que solo estabas buscando mi bienestar y creo que las amenazas de muerte empeoraron todo

Su jefe río —  Valoro mi vida y también sé cuando aceptar que me vencieron, solo espero que en verdad sepas lo que estás haciendo Tara,  y que siempre puedes sentirte libre de pedir mi ayuda

Ella le sonrió en agradecimiento y salió del piso hacía el ascensor

***

Lo primero que hizo al llegar a casa fue quitarse el abrigo.

Encontró a Loki acariciando suavemente a Freddie mientras este ronroneaba de placer, ella alzó las cejas sorprendida.

— Nos costó bastante llevarnos bien, pero parece que ambos tenemos en común el querer llamar tu atención

Ella río  — Lo adopté unos meses después de que te fuiste, disminuye mi soledad

Colgó el bolso y abrigo en el perchero junto a la puerta y le preguntó a Loki

— ¿Donde está tu cetro?

— Ya no me pertenece

Tara se acercó al sofá y lo observo por un momento, vestía ropa civil de nuevo, tenía el cabello más largo y de alguna manera lucía cambiado

— Mi madre murió

El comentario de Loki la arrancó de sus pensamientos, quiso abalanzarse sobre el, pero en vez de eso solo se acercó lentamente y se sentó frente a el, Freddie bajó de las piernas del Dios de un salto y Loki extendió su mano con precaución para tomar la de Tara.

— Lo lamento mucho

El le acarició los dedos— Ocurrió el día de tu visita a Asgard

Un hueco se formó en el estómago de Tara —¿Cómo pasó?

— Jane, la novia de Thor también estaba en Asgard ese día, los elfos oscuros la perseguían para obtener la gema del infinito que llevaba dentro, los elfos atacaron el palacio y asesinaron a mi madre

Tara recordó el inquieto rostro de Jane Foster —¿No pudo simplemente entregar la gema y evitar el ataque?

— No era tan fácil preciosa, con ese poder podían cumplir su anhelo de apoderarse del universo. No íbamos a permitir que eso pasara

Tara le dio una suave sonrisa — En serio lamentó la muerte de tu madre

Loki alargó la otra mano y le acarició el cabello — Al menos me consuela saber que pudo conocerte antes, sé que le alegró que nos tuviéramos el uno al otro

Tara se levantó para rodear el cuello de Loki y el la sujetó de la cintura para sentarla sobre su regazo, cuando se separaron ella sacó el collar debajo de su blusa — La reina me dio esto antes de marcharme, dijo que había sido un obsequio tuyo

Loki miró la piedra azul — Me alegra que lo haya hecho