VEINTISIETE

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Capítulo final 

Llevaban casi una hora recostados, pero se sentía como una eternidad. La noche había caído, la ciudad había perdido todas las luces y la habitación del apartamento también estaba a oscuras, Tara podía sentir los dedos de Loki acariciar la parte desnuda de su espalda. Estaba recostada sobre el pecho del Dios y le tranquilizaba oír sus latidos.

— Heimdall fue el único que supo que agonizaba —  habló Loki — Por eso me envió aquí. Pero para mi hermano morí en aquella nave y el me abandonó, me dejó a la deriva en medio de la nada, mi cuerpo no tendría un funeral digno; Pude realmente haber muerto ahí

Tara no dijo nada, pero pudo detectar el dolor en su voz y se acurrucó junto a el. Loki la estrechó con fuerza y siguió hablando.

— Además de mi madre, eres la única que me ha entregado amor completo, sin trucos o ni a conveniencia, no sé que hice para ganarme ese amor y definitivamente no soy merecedor de el. Pero te amo también y sé que mi manera de expresarlo no es la mejor, pero has sido paciente, cuando todo era nuevo para mi, incluso el dar afecto

Ella sonrió. Aún con el mundo desmoronándose y con el final cerca, Tara se sentía plena— El amor debe ser libre Loki. Debe ser entregado cuando uno quiera y sin miedo, te amo con todas mis fuerzas y no porque crea que lo necesites, sino porque yo lo hago. Quise amarte desde un inicio porque sabía que podías salvar tu corazón y quise demostrártelo

El besó la frente de Tara — También te amo mi reina. Eres el lugar al que pertenezco 

Dejaron de hablar por un momento. A lo lejos podían oírse sirenas y por la ventana podía observarse el humo levantarse. El celular de Tara comenzó a llenarse de noticias. El internet estaba lleno de aterradores videos, personas volviéndose polvo y desapareciendo. Su corazón se aceleró cuando cayó en cuenta de que Thanos había llevado a acabo el chasquido, y el pánico la inundó. Desaparecería en cualquier momento, o peor a aún, Loki lo haría. Y esta vez sería definitivo 

— Loki—  dijo con voz temblorosa 

— Tranquila—  susurró oyendo sus pensamientos — Estaremos bien  

Besó con delicadeza la frente de Tara y esperó. Cerró los ojos y comenzó a rogar para que el fuera quien se desintegrara, para que Tara tuviera una segunda oportunidad y pudiera hacer una vida nueva en Midgard y consiguiera salir adelante. 

Pero nada ocurrió. 

Ambos seguían tumbados, unidos por un abrazo. Cuando Loki supo que ninguno desaparecería habló

— Le hice una promesa a Thor antes de marcharme

A Tara le tomó una pausa responder y Loki creyó que se había dormido.

— ¿Qué le prometiste?— respondió en voz baja, aún asustada

— Que todo se arreglaría, y que la paz podría reconstruirse

— Pero perdieron— soltó un sonoro suspiro — realmente creí que podrían salir de esta

— Cuando Thanos me entregó el cetro la primera vez sus planes eran otros, pero percibí lo poderoso que era, ahí supe que cuando el momento llegara liberaría toda la locura que se albergaba en el

— Y eso fue exactamente lo que hizo — tras una otra pausa Tara le preguntó — ¿Por qué no desaparecí?

— No lo sé—  respondió con honestidad — Parece que fue una aleatoriedad y me alivia mucho

Se levantó para mirarlo— La suerte jamás jugó a mi favor antes

— La suerte no existe mi amor, todos forjamos un camino para conseguir nuestros propósitos, tu haces el destino, no te atienes a el

— Por primera vez creo que puedo estar en paz —dijo y apartó parte de su cabello para descubrirle el rostro

— Si el destino no existe, entonces lo que sea que hizo que nos encontráramos sabía lo que hacía—  le sonrió y el corazón del Dios dio un vuelco — Creo que jamás te lo he dicho pero encontré mi pieza faltante en ti, jamás amé a nadie con la fuerza que te amo Loki

Volvió a recostarse sobre su pecho, de pronto toda la adrenalina la había abandonado y sentía los parpados pesados.

— Mi reina

— ¿Uhmm? —  murmuró 

— Soy completamente tuyo, lo he sido desde el primer momento en que me llamaste idiota en aquella calle. He cometido muchos errores pero amarte no ha sido uno de ellos

Tara lo abrazó y dejó un beso sobre el pecho del Dios. Loki agachó la vista para verla. Después giró y observó las flores doradas que alguna vez le había obsequiado a Tara, descansando dentro de un pequeño frasco de cristal.

HEART; Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora