Las semanas pasaron y con ella sucesos que nadie se esperaba, en primer lugar, Lara tuvo pesadillas por una semana desencadenadas por a la manera en como encontró a Maya. Le fue fácil a su cerebro recordar los peores tres días de su vida, revivía cada noche las escena de ella amarrada en una cama siendo torturada por aquel violador, estuvo a punto de dejarse llevar por la depresión pero fue Vincent quien no la dejo caer esta vez.
En aquel tiempo después de ser rescatada Lara se refugio en un grupo de apoyo muy parecido a alcohólicos anónimos pero este no tenia nada que ver con alguna adicción. Fueron ellos quienes lograron regresarle a la periodista las ganas vivir y las fuerzas necesarias para afrontar, aceptar y superar el horrible episodio.
Vincent no comprendía muy bien lo que le sucedía y ella no se lo explico insistió en que eran simples pesadillas aun así el no la dejo, cada noche la escuchaba gritar aterrada y no dudaba en ir a su habitación y quedarse ahí hasta que se sintiera mejor, hubo días en los que ninguno recuperaba el sueño y pasaban la noche entre platicas sin sentido.
Aunque el quería preguntarle, quería saber la razón del miedo que veía en ella no la presiono, al contrario se inventó todo tipo de plática para acerla olvidar.
En otros planos también relacionados con Lara, la pelinegra comenzó a hacer uso de su libertad y de un sedan rojo de la marca Audi que estaba estacionado en su garaje para ir cada dos días hasta Halle. Después de aquella noche en la que dejaron a Maya con James, Lara regreso tan pronto termino de comprarle ropa, zapatos y cosas de higiene personal, sabia por experiencia propia lo que era no tener ni un par de zapatos, aun tenia la cicatriz de aquella cortada que se hizo cuando Vincent la saco de su apartamento.
Desde entonces le complace mucho ir a verla, se podría decir que se han vuelto casi amigas incluso le ayuda un poco a James en el Bar ya que no tiene nada mejor que hacer acepto los sábados que es cuando ella y su falso esposo asisten al casino de donde saco a Maya. Ese lugar se ha vuelto un punto de reunión entre aquellos cuatro caballeros y Dave.
Semana tras semana viste diferentes vestidos, diferentes zapatos incluso diferentes peinados solo para ir a verlos jugar póker en silencio. Se a mantenido al marguen con Luther incluso se le a dificultado dirigirles el saludo por que al verlos recuerda a Maya amarrada en aquella cama y por ende así misma.
Le a preguntado a Vincent mas veces de las que puede contar adonde los llevara estar asistiendo a ese casino pues en semanas no han tenido ni un solo avance que los lleve a Bestrafer, la periodista comienza a dudar si algún día lo descubrirá.
Por su parte el agente si a echo algunos descubrimientos con mucho significado pero a sido reservado por el evidente punto bajo que esta atravesando Lara. Para el no son normales sus pesadillas por mas que ella alegue lo contrario, incluso a comenzado a restarle importancia a lo que en un principio consideraba necesario. El estaba metido en ese embrollo por ella y no iba a permitir que una mala racha en su animo echara a perder todo, iba a estar ahí para ella incluso cuando ella le pidiera lo contrario.
-El chico rudo de por haya, quiere brandy y una botella de agua mineral.
James asintió antes de comenzar a servir el brandy. Coloco el trago sobre la charola de Lara para después ir por la botella de agua.
-Yo lo llevo.- dijo Maya con una sonrisa amable en los labios, miro a James y luego a Lara. -Debes irte, es tarde y el camino es largo yo me encargo de esto.
La castaña que ahora se había convertido en una de las meseras dejo su charola y cogió en sus manos la de Lara.
-Lo se, pero no quiero irme aun y Dave siquiera esta en casa, me envió un texto, dijo que llegaría tarde.