Lara bajo del auto antes de que Vincent apagara el motor. En todo el camino no pensó en otra cosa mas que en lo estúpida que fue al confiar en alguien solo por encontrarla atada a una cama, estaba rogando a dios que James se encontrara bien. No les importo ir a alta velocidad aun con el mal clima, la lluvia había regresado y la visibilidad era prácticamente nula, la periodista estuvo con el cuerpo contraído todo el tiempo como si en cualquier momento fuese a sentir el impacto.
Para su buena suerte no era la primera vez que ese agente maniobraba en pésimas condiciones climatológicas, era todo un estuche de monerías que Lara no terminaba de conocer. Vincent al ver a Lara correr hacia la puerta principal del Kneipe Bar hizo lo mismo.
-¡James!.- gritaba mientras golpeaba la puerta. -¡James!.
-Es tarde debe estar durmiendo.- dijo el agente sacando su móvil del bolsillo para llamarlo.
-No es tan tarde.- refunfuño la pelinegra. -¡James!.
Vincent con el aparato pegado en el oído escucha como la puerta es abierta y su falsa esposa entra de inmediato, guarda el móvil siguiéndola.
-¿Estas bien?.- le pregunta Lara al agente Bernard, sin prestar atención a su respuesta se va contra Maya que esta a unos metros mas atrás.
Ambos agentes quedan verdaderamente sorprendidos al ver como la furiosa pelinegra golpeaba el rostro de Maya con el puño cerrado, el acto la hizo caer al instante.
-Eres una maldita mentirosa.- dijo antes de impactar contra su bello rostro.
-¿De que estan hablando?.- pregunta James desconcertado, Lara tiene a Maya contra la pared, su ante brazo presiona su garganta y el agente no logra comprender por qué.
-¡¿Quién planeo esto?!¡¿Que les has dicho?!.- la periodista gritaba sin siquiera permitir que la mujer respondiera a sus preguntas. -¡Es una trampa!, trabaja para Bestrafer, tenemos pruebas, fotos de ella con sus hombres.
James ve el rostro de Maya, directamente a los ojos y ella intenta negar. Tiene miedo, una mujer aparentemente loca de ira la tiene sometida con un solo brazo cualquiera tuviera miedo. El agente Bernard se va detrás de la barra y toma asiento en un taburete, la noche seria larga, muy larga.
-Déjala hablar.- pide James.
-¡No!
-Lara.- habla Vincent y ella voltea a verlo. -Déjala hablar, no podrá huir.
De la parte trasera de sus pantalones saca su Glock y la deja en la superficie de la barra. Maya ve el arma con ojos temblorosos, sabe que no hay escapatoria, lo peor es que en realidad ella no deseaba engañar a nadie, también era una victima en todo ese juego de cacería. Estaba sorprendida por que creia que el nombre de la pelinegra era Melisa, su cerebro se encontraba desequilibrado en ese momento, solo podía concentrarse en el temor.
Lara por fin sede y la deja libre de su agarre per no se retira, se queda a pocos metros de ella.
-No trabajo para nadie yo...
-Dijiste que hablabas con Derek.- la interrumpe su agresora.
-Lo se, eso es verdad, lo conocí en una pagina de citas, fue muy atento me trato bien, yo solo quería bailar ¿ok? Y el me prometió que así seria que solo tenia que esperar. Seguimos viéndonos hasta que un día me metió a ese sótano y no me dejo salir, no estoy mintiendo te lo juro.
La ultima frase fue únicamente dirigida hacia James quien la veía con ojos confusos, no sabia si sentirse traicionado, engañado o si simplemente no habia razón para sentir nada de lo anterior.