Tiempo

4.3K 569 186
                                        

—¿Qué haces aquí? ¿No se supone que debes estar cuidando del enano? Ya es su hora de salida.

El comentario de Bucky lo hizo sonreír.

—Él está bien, si es lo que te preocupa.— respondió Steve haciendo que su amigo rodará los ojos y tratando de disimular con esa acción, el cariño que le había ido tomando al pequeño.

—Hablas tanto de él y de su padre, que ya me acostumbré a saber todo de 6-2-6.

Ambos rieron. Bucky siempre le ponía apodos afectuosos, pero no por eso menos graciosos a Peter.

—Ya que sus abuelos están de regreso, quieren pasar un tiempo con él.

Bucky asintió.

—¿Y tú novio también está con ellos no?

Steve, quién estaba recargado en el sillón pacíficamente con los brazos detrás de su cabeza, casi se cae del mismo por el repentino, pero totalmente intensionado comentario de su hermano.

—Es mi jefe, no mi novio.—respondió tratando de aparentar que lo dicho no le había afectado tanto como en verdad lo hizo.

—Bueno~ es como en ese famoso dicho del amor y el odio, sólo que aquí se cambiarían por los estatus.

Y riendo, Barnes se había retirado a su habitación lo más rápido posible, antes de que el rubio acabara su cuenta del uno al diez.

El señor y la señora Stark, le habían comunicado que querían sorprender a Peter al ir por él a la guardería y pasar todo el día juntos.

Él, por supuesto, estuvo de acuerdo. Tanto ellos como Tony y Peter, necesitaban pasar más tiempo del poco que habían tenido hace unos días en la fiesta del pequeño.

Aunque eso no quería decir, que sintiera cierta nostalgia al estar separado de ellos. Su vida, ahora también estaba confirmada por ambos castaños.

////

Para el domingo, una nueva propuesta, sorprendió al rubio.

—¿Ah...? ¿Cómo dicen?— preguntó Steve al no entender lo dicho por la señora Stark.

—Queremos que nos acompañes querido. — respondió ella con una suave sonrisa.

—Se lo agradezco mucho señora Stark, pero...

—María, ya te he dicho que me llames así Steve, no hay necesidad de tanta formalidad.

El rubio sonrió apenado.

—Vamos Steve, será divertido. Peter estará feliz si tú también vas.

Y ante esa afirmación, acompañada de los tiernos ojos que tanto Tony cómo su hijo pusieron, Steve no tenía ningún escudo.

Había caído fácilmente al lado oscuro como Anakin. Aunque ahora entendía porqué lo hizo.

Así que aceptando y haciendo felices a los otros tres, se fue con ellos.

Los Stark acostumbraban pasar los domingos juntos, en la casa de verano de los padres de Tony.

La casa, supuestamente sencilla a ojos de ellos, era todo una escultura ante los de Steve.

Al principio, nadie le había dicho nada sobre el destino, tampoco es como si fuera a tomarse tantas libertades.

A pesar de haber disfrutado del paisaje que veía pasar a velocidad por la ventana de la camioneta familiar, el cansancio acumulado y el poder darse un verdadero descanso, ocasionaron que recargara su cabeza encima de la del castaño, quién momentos atrás, también había caído en brazos de Morfeo, después de que su hijo fuera el primero en dormirse.

Por supuesto que ese tierno momento, no se desperdició. Pues María ya los enfocaba y sin que ellos se dieran cuenta, inmortalizó la bella escena.

Al llegar, todos estaban de lo más calmados, menos él. Pero fue la hospitalidad y cariño con el que lo trataron que, lo hizo sentirse parte de esa familia.

En la tarde, una vez instalados, pudieron salir a gozar de los suaves rayos de sol, así como del ruido producido por las olas del mar.

Sentados en unas suaves sillas redondas playeras, platicaban de todo y nada. Mientras él le contaba a la señora Stark sobre sus estudios, Howard jugaba con Peter; Jarvis preparaba los bocadillos en la cocina y Tony paseaba por la orilla de la playa.

Fue en medio de una risa compartida con su interlocutora, que ésta se desvaneció lentamente.

Tony regresaba del mar, completamente empapado. Con la camisa blanca de mangas cortas abierta, pegada a su cuerpo. Sus inseparables lentes mantenían ocultos sus ojos y con su mano derecha, se retiraba el cabello que se le había adherido a la frente.

El espectáculo era digno de un comercial de televisión.

Y él, tuvo que recurrir a toda su fuerza de control, para no dejar que su cuerpo lo traicionara e hiciera algún gesto que lo delatara. Porque si por él fuera, su boca demostraría lo impactado que se sentía en ese momento.

María, tomando un sorbo de su té helado, disimuló su sonrisa.

Claro que Howard, siendo como era, no dejó pasar la oportunidad de hacer lo visible, más visible.

—Hijo por favor, contrólate. Estás haciendo que a tu niñero le dé un paro cardíaco.— comentó Howard con una sonrisa socarrona cuando su primogénito estuvo cerca de ellos.

Tanto Tony, como Steve, enrojecieron.

Y mientras Tony intentaba atrapar y arrastrar por la arena a su padre, dejando previamente a su hijo en manos de su madre, Steve recordó lo que el día anterior su mejor amigo le dijo.

—¿Así que te vas de vacaciones con tus suegros?

Steve le envío una mirada malhumorada, Bucky se rió todo lo que quiso.

—Te lo vuelvo a repetir por milésima vez Bucky. Ellos NO son mis suegros porque NO hay ninguna relación más allá que la profesional con Stark.

James volvió a reírse.

—Aún. Amigo, no hay nada de malo con que ellos quieran conocer más a su futuro yerno. Están, lo que se dice, abonando el terreno. No olvides ser encantador por favor.

Y como en la última ocasión, huyó antes de que su rubio, obstinado y un tanto ciego amigo, lo acribillara con lo primero que tuviera a la mano.

Por la tarde, las risas estuvieron al orden del día. Steve había aprendido tanto de esa familia. Realmente estaba agradecido de poder conocerlos.

Momentos como la creación de un castillo con todo y su torre con bandera; carreras en la arena y otras más como una del matrimonio sentados tomando la puesta de sol; de Jarvis cargando a Peter; e incluso, había una donde estaban todos juntos, quedaron inmortalizado en fotografías.

Sin embargo, lo mejor estaba guardado en una de las tantas fotografías que María tomó a escondidas. En ella, rodeados de la aura del sol de verano y con el mar de fondo, Tony y Steve eran abrazados por el cuello por los pequeños brazos de Peter.

---------------------------------------------------------

Otro capítulo porque, why not?
😉😎

Espero que les guste

PD: me alegra muchísimo que estén disfrutando tanto de está historia, como yo al hacerla. Y mil gracias por seguir aquí conmigo🥺😭😍♥️

Ciao

Starkforever

El sexy niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora