Capítulo 2 Juicio y Negación

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Abrí mis ojos, mi cabeza dolía. Dorothy me despertaba.

—Es hoy...—hizo una mueca.

—¿No puedo quedarme? —pregunté, era obvio que la respuesta era negativa pero quería soñar un momento.

—No princesa.

—Ayer terminé con Philip.

—¿Por qué?

—Porque lo nuestro es imposible. —suspiré— Supongo que era lo mejor. —abracé mi almohada.

—Espero que lo sea...—acarició mi rostro— Vamos, vístete. Es hora del desayuno. —se levantó y se retiró de mi habitación.

Es lo último que falta. Esto acabará pronto.

Al terminar de prepararme me dirigí al comedor, los niños aún no despiertan, se los encargaríamos a Delia pues todos iríamos al juzgado real.

—Buen día. —me senté en mi lugar habitual.

—Buen día. —Roger sobó mi espalda— ¿Lista?

Asentí con la cabeza. Escuché pasos a mis espaldas.

—Me duele un poco la cabeza.

—Buenos días. —Luke se sentó a mi lado y el príncipe al lado de Dorothy.

—¿Lo son? —reí con ironía.

—Lo serán pronto. —Luke guiñó el ojo.

Miré al príncipe y parecía perdido, no tenía expresión alguna en su rostro. Ambos estábamos tristes, pero yo no podía mostrarlo, se supone que no lo amaba.

—Hoy es un día importante, confío en ustedes.

Acaricié mi cabeza, dolía demasiado.

—Agradecería que no hablaras. —dije.

—¿Estás bien?

—Sí, por favor, solo quiero que se termine esta mierda.

—Se terminará pronto.

Después de desayunar nos dirigimos al juzgado real. 

Al llegar nos dirigimos al lugar en donde sería el interrogatorio. Habían varias personas de distintos lugares en el jurado, algunos eran del pueblo, otros del concejo, eran ciudadanos en su mayoría.

—Iniciarán por ti, Arthur. —dijo Luke.

—Vamos, tú puedes. —Roger palmeó su espalda.

—No debes temer. —Dorothy sonrió— Solo debes decir la verdad. Sea cual sea, estaremos aquí para ti y Luke te defenderá.

Escuchamos un gran portazo, veíamos entrar a Andreas. Se veía débil. Luego de toda la habladuría comenzó el juicio final.

—Llamamos a Arthur Philip Solberg II al estrado.

El príncipe se levantó y caminó hacia dicho lugar.

—¿Jura decir la verdad, la verdad y nada más que la verdad?

—Lo juro.

—Usted acaba de jurar ante la Constitución Escocesa, si viola este juramento tendrá que ir a la cárcel. —decía el guardia mientras Arthur caminaba hacia el asiento al lado del juez.

Luke se levantaba prendió el botón de su traje, sabía que él estaba seguro de sí mismo.

—Muy bien príncipe, empezaremos por su infancia, ¿Podría explicarme cómo fue?

—Me crié en el castillo de Noruega hasta los seis años que me llevaron a un internado para recibir una mejor educación, volví a los diecinueve años.

—¿Pasaba usted sus vacaciones en el castillo?

—Sí.

—¿Qué solía hacer?

—Salía con mis amigos y jugaba con mis sobrinos.

—¿Qué pensaba de Charity?

—Ella...era una mujer increíble. —sus ojos se cristalizaron— Todo el castillo y el pueblo la adoraba. Era buena madre y la mejor reina que tuvo Noruega.

—Bien... Todos sabemos que fue criado por su abuelo, el ex Rey Arthur, ¿Verdad?

—Sí.

—¿Cómo se comportaba con usted?

—No tenía mucha comunicación, él me envió al internado.

—Al volver se encontró con la princesa Eugennie, quien se encargó de buscar pequeñas pistas para realizar este caso. ¿Le dijo eso?

—Sí.

—¿Qué pensaba de que ella esté haciendo eso?

—Me parecía lo más justo, decidí ayudarla.

—¿Por qué?

—Porque la Reina merecía justicia.

—Bien. No tengo más preguntas, señoría.

Henrik, el abogado de Andreas, se levantaba de su silla y caminaba hacia Arthur, tenía una gran sonrisa en su rostro.

—Buenos días príncipe. —suspiró— ¿Podría describirme usted al Rey Andreas en tres palabras?

—Violento, mentiroso y cruel.

—Wow, todas esas palabras son malas. Dígame nuevamente cómo fue su infancia.

—No tengo mucho para decir, simplemente estuve en un internado.

—¿Qué lo hizo volver?

—El Rey precisaba mi ayuda.

—¿Qué pensó de la princesa al verla por primera vez?

—No lo recuerdo.

—Trate de hacerlo, por favor.

—No la conocía, me pareció una persona muy educada.

—¿Le pareció atractiva?—él me miró.

Miente. Miente, por favor, miente.

—No.

—Adjuntamos evidencia. —tomó mi collar que se encontraba en una bolsa de plástico y se los mostraba al jurado— Usted le regaló este collar por su cumpleaños. En la realeza de Noruega solo se les da joyas a sus enamoradas según sus tradiciones. Usted está enamorado de ella, podríamos pensar que lo manipuló para que se siente en el estrado a mentir.

—Objeción, está especulando. —habló Luke.

—Lo retiro. 

—No conocía esa tradición. —dijo Arthur.

—¿Qué sentía usted al estar alejado de la realeza?

—Por momentos me sentía solo, no conocía verdaderamente a mi familia. Parecía ser una carga.

—Según el testimonio del Rey Andreas su abuelo solía tratarlo mal porque usted no solía comportarse bien. Incluso llegó a decir que tenía arrebatos de violencia contra los empleados...

—Objeción, exijo que el abogado formule su pregunta.

—Lo haré, ¿Podríamos decir que usted envidiaba a su hermano por el trato del difunto Rey hacia él?

—No envidio ni envidiaba absolutamente nada del Rey.

#𝟸 𝒜𝓃𝓃𝑒 𝒻𝑜𝓇 𝓁𝑜𝓋𝑒 | @Princessarmy09Donde viven las historias. Descúbrelo ahora