Mónica. Maraton 2/2

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Estaba furiosa, realmente no soportaba estar aquí, encerrada y lejos... Lejos de ella, de Akira. Suspiré, era frustrante no poder estar cerca de mi princesa, ella esta a salvo, lo sé perfectamente, y dentro de poco un extraño llegará y se la llevará de mi lado, quizá no vuelva a verla y no podría soportarlo, he amado a Akira desde que nos conocimos cuando niñas, que ahora nos obliguen a tener que estar con los 9 grandes héroes de Karmaland me era muy injusto.

Abrí con fuerzas la ventana, tratando de buscar una salida de esta estupida torre, quiero ir por Akira y huir juntas. Pero logré verlos, no puede ser, ya vienen...

Veía como varios chicos se enfrentaban a los osos, no eran 9, eran 6, espero que ninguno venga hacia acá no hacia Akira.

Escuche a Dulce chillar de emoción en la siguiente torre, su torre nos separaba a Akira y a mi.

-¿Puedes callarte?- grite, sentía que me ardía la sangre, de repente, logré ver a lo lejos como uno de ellos venía a mi torre y otro estaba entrando en la de Akira- No, no, no, mierda- Debo escapar rápido e ir con ella, pensé saltar por la ventana, era arriesgado, pero debía hacerlo, o eso quería, un fuerte viento hizo que se cerrará la ventana.

-Mierda- trate de abrirla o romperla, era imposible- Estupidos dioses- maldije por lo bajo.

Miraba por la misma ventana, Akira ya estaba saliendo con aquel chico, esperaba a que mirara hacia acá, que viniera por mi, pero no lo hizo. Se veía muy contenta al lado de ese chico...

-Hum, ¿hola?- escuche una voz detrás de mi, de mirar por la ventana, no me di cuenta de que un chico ya estaba conmigo.

-¿Eh?- lo mire confundido, era atractivo, pero esa barba, me daban ganas de vomitar.

-Mi nombre es Auron y...- No lo dejé continuar, le interrumpí rápidamente.

-Y el mío Mónica, ¿podemos irnos ya?- pregunte, sabía que estaba siendo grosera, pero no debían separarme de mi princesa JAMÁS.

-Mónica, ¿traes mucha prisa por salir de aquí? Lo entiendo, estar aquí...- otra vez no lo dejé terminar.

-Si, si, ya hablaremos en casa- apresuré a bajar por el ascensor escondido, que solo podía activarlo él.

Auron parecía sumamente confundido, no me importaba, lo estaba conociendo apenas, no era que un completo extraño fuera importante para mi.

Me ayudo a bajar con cuidado de la torre, vi como Akira caminaba bastante lejos con aquel chico, por un momento creí que me había mirado... pero, si lo hubiera hecho, debió haber venido, no debía irse... sin mi.

-¿Es tu amiga?- escuche que me preguntaba Auron, contuve mis lágrimas y negué.

-Se parece a una amiga que murió hace unos días- mentí hasta cierto punto.

-Joder, lo siento mucho, Mónica. Luego visitaremos a Vegetta para que puedas conocer a esa chica y quizá sean amigas-.

Vegetta

-Eh, gracias, Auron- respondí.

Caminamos un rato en silencio, era algo tranquilo el regreso, ninguno decía nada, ni pensaba hacerlo.

-Dime Mónica- Le miré- ¿Preferirías sentarte sobre un pastel y comerte un pito o sentarte sobre el pito y comerte un pastel?- se rio un poco.

Le miré asqueada- Si eso era una broma, no es divertido- me repugnaba su "humor".

-Ay vamos, que no eres un dinosaurio para no tener sentido del humor-.

¡¿Me acaba de llamar dinosaurio?! ¡¿Quien se creía?!

Camine un poco más rápido y él trataba de seguirme en paso, sentí como me tomó de la mano para que me detuviera.

-Vamos, Mónica, no te molestes- hizo un ademán de querer abrazarme, así que me aleje rápidamente de él.

-Después de me llamaste dinosaurio, no gracias- respondí y me solté de su agarre para seguir caminando.

Escuche como se reía detrás de mi, que insoportable, en el momento en que cruzamos el portal, pensé en huir, pero ¿a donde iría? El reino estaba muy lejos y no me aceptarían sin Akira de vuelta, me guío hasta su casa y me comenzó a platicar de sus compañeros, hice un apunte mental de Vegetta.

>Su casa es la más protegida y segura de toda Karmaland, es un chico amable que sigue las normas al pie de la letra, no vive lejos, pero es muy difícil llegar a su "casa casa"<

Su teléfono sonó y contestó una llamada

-Hombre Luzu- dijo alejándose y saliendo de este horrible "búnker".

Me rugía el estómago, así que abrí un cofre, para tomar comida, me senté en su sofá y comí, debía esperar para poner en marcha mi plan para volver a ver a Akira y decirle lo que siento.

Chicas de KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora