Todos se quedaron a dormir en casa de Vegetta, a la mañana siguiente desarrollarían los planes para activar los poderes de las chicas y rescatar a Akira.
Bueno, casi todos.
Él no estaba tranquilo, sabia que Akira era una chica fuerte, pero el sentimiento de preocupación era inevitable. Necesitaba verla. Necesitaba saber que al menos estaba bien.
Portando el traje del grandioso lobo nocturno, salio de su mansión.
Recordando todo lo que sabia, pudo dirigirse hacia el pequeño lago de la historia. El cual confirmo que era ese porque las cosas de las chicas seguían ahí.
Se acercó para tomar la mochila morada de su novia, todas sus cosas estaban ordenadas a la perfección, tomo su móvil, que se encontraba hasta el fondo. Lo encendió, aun tenia poca batería, soltó una suspiro al ver el fondo de bloqueo: un preciosa foto de ambos.
Vegetta abrazándola y ella besando su mejilla.
Se coloco la mochila en la espalda, y recordando las indicaciones de Alexa, salió corriendo.
Estaba cansado, tenia mucho sueño, pero Akira lo es todo para él.
Sus mejores momentos son cada segundo a su lado
Conforme mas se alejaba de Karmaland, lograba divisar muchas luces. Al llegar a las afueras, diviso el enorme castillo.
-Argath...- susurró.
<<Mi habitación en el palacio era la torre mas alta, me gustaba como se veía desde arriba y el viento golpeaba mi rostro desde mi balcón>>
Recordó sus palabras, hablándole de su hogar. Logro divisar la torre mas alta, debía escalar hasta ella.
Se quito la mascara de lobo nocturno y se coloco su gorro.
Era arriesgado, pero valía completamente la pena.
Con saltos ágiles, comenzó a brincar de torre en torre, a cada salto cada vez estaba más cerca de ella. Suspiro y contuvo la respiración antes de dar un gran salto. Llegó a la torre y se posó sobre ella, quitando su gorro y colocando su máscara de lobo.
Akira daba vueltas en su cama, jamás había pensando en lo incómodo que era su cama, en lo triste que era no dormir en los brazos de su amado y que la despierte depositando muchos besos en todo su rostro.
Un sollozo salió de su boca, lo extrañaba demasiado. Se levantó de su cama, definitivamente no podría dormir en toda la noche.
Camino hacia las puertas que daban a su balcón, el frío de la noche le hizo sentir escalofríos.
Su cuerpo se erizó al escuchar la puerta abriéndose y unos pasos acercándose a ella.
—Akira—.
La rubia suspiró molesta al escuchar a su padre, negó con la cabeza y se giró, no estaba solo, su piel se erizó.
Un joven castaño, un poco más alto que ella, delgado y de ojos grisáceos permanecía en silencio contemplándola.
—Akira, él es tu prometido, el príncipe...— fue interrumpido.
—¡No!— gritó la rubia— ¡No me casaré con nadie a quien no ame!—.
—¿Y quién crees que pueda amar a una princesa rebelde y caprichosa como tú?— respondió, el príncipe observaba la escena en silencio.
Sus ojos irradiaban furia y decisión— El líder de los 9 grandes héroes: ¡Vegetta!— gritó.
Ambos hombres palidecieron, sabían perfectamente lo poderoso e invencible que era aquel chico, se miraron unos segundos y comenzaron a reír.
—Eres muy poco para ese chico, Akira. Vegetta, el grande, es digno de algo más que una princesa molesta como tú—.
—¡Eso es mentira!— sus lágrimas caían con fuerza— ¡Estuve viviendo con él todos estos meses!— suspiró— Padre— habló suavemente— Él me ama—.
—Deja de soñar, Akira— habló firmemente— Mañana, tú y tu prometido darán un paseo por el pueblo para dar a conocer su compromiso—.
—Pero—
—Nada de peros, Akira. Olvídate de intentar escapar, estarás completamente bajo vigilancia— dijo caminando dispuesto a irse de la habitación.
—Eres...— susurró— ¡un maldito!— comenzó a correr con fuerza mientras echaba su brazo hacia atrás, apretando fuertemente su puño, sus intenciones eran claras.
Pero el príncipe ágilmente detuvo sus manos antes de siquiera rozar al rey, quien se giró fingiendo sorpresa.
—Parece que no aprendiste tu lección allá abajo — dijo sutilmente antes de levantar su brazo.
Akira se preparó para el golpe, que la hizo caer con fuerza al suelo. Sollozó ante el dolor. Mientras sentía una mano enredarse en su cabellera, levantándola con fuerza.
—No tienes escapatoria, Akira. Ríndete— su mano se elevó otra vez, pero el golpe no llegó.
Una silueta negra se lanzó rápidamente hacia el viejo hombre, lanzándolo a la habitación, Akira se congeló al sentir la profunda mirada del sujeto.
—¿Estas bien?— susurró.
Esa voz
—¿Vegetta?— volvió a susurrar.
Le tendió una mano para ayudarla a levantarse, acarició suavemente su mejilla con furia al ver el golpe que había recibido, mientras Akira simplemente disfrutaba el calor que emanaba su cuerpo.
Quizá ese momento fue su perdición, no escucharon el momento en que los guardias los tomaron, separándolos.
—¡Megda!— gritó.
Con un par de puñetazos, logró zafarse de ambos guardias, pan comido.
—¡Vete!— gritó la rubia.
—¡No!— respondió, mientras luchaba con los guardias que se acercaban a él con intenciones de atraparlo.
Eran demasiados.
Perdóname, Akira...
Lo habían arrodillado.
—¡Lo tenemos, su majestad!—
—¡No! ¡No!— gritó Akira, intentando soltarse— ¡DÉJENLO IR!—.
Nadie, excepto Vegetta, se esperaba lo que sucedió a continuación.
Una luz blanca comenzó a brillar en el pecho de la rubia, una luz blanca cegadora que distrajo a todos.
—¡Ve por ayuda!— le escuchó gritar.
Por más doloroso que fuera para ambos, sabían perfectamente que el azabache no podía hacerlo solo.
Con un rápido movimiento, se alejó de los guardias, parándose sobre el balcón, mientras la brillante luz desaparecía.
—¡Volveré por ti!— gritó, Akira le dio una débil sonrisa antes de caer inconsciente— Lo prometo—.
—¡Atrápenlo!— gritó el príncipe.
—¡Nadie sega capaz de deteneg al gran lobo nogtugno!—.
Debía regresar a su hogar antes de que amaneciera, él ya tiene un plan.
Capítulo recién salido del horno jsjsjsjsj

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Chicas de Karmaland
Fanfiction¿Cuál es la verdadera historia detrás de cada una de las hermosas chicas que acompañan a nuestros héroes de Karmaland? Foto de la portada le pertenece a @mulemount en Twitter: https://twitter.com/mulemount/status/1228877314123075585?s=21