Sorpresa

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-Atenea me dijo que no debemos forzar a salir nuestros dones, ellos solo se presentaran en cualquier momento- Alex hablaba con las chicas en el jardín de la mansión de Vegetta- Como sabemos, Dulce, Kristina y yo ya hemos presentado esa habilidad- miro a Lana, Nieves y Mónica, quien había sido curada y tratada por Amidala- Deben estar preparadas para cualquier momento, chicas-.

—Ahora recapitulemos—

Dulce estaba al borde de la muerte cuando cayó al lago, su poder se activó para salvarla de morir ahogada.

El mío se activo cuando caí por un barranco— todas miraron en silencio a la morena— es una larga historia, estaba entrenando con un par de chicos de la aldea, uno casi cae, así que lo jale rápido haciendo que yo me cayera. Fue el acto lo que activo mi poder para salvarme—.

—¿Pero qué hay de Kristina?— preguntó Lana

—Cuando mi poder se activó, yo echaba la siesta con Willy, no había nada peligroso para mi— respondió

—Atenea también me dijo que había otra forma de activar el poder pero— se acercó rápidamente al rostro de Kristina, quien incómoda por la cercanía se removió nerviosa—Kristina, ¿acaso tú..?—.

Con los chicos...

Yo había salido a minar un par de hora solamente, cuando regresé a casa, estaba llena de nieve— Rubius decía— había nieve por todos lados y Nieves solo permanecía dormida en el sofá, ni siquiera parecía tener frío—.

—¿Se lo dijiste a Alexa?— preguntó Fargan— Quizá Nieves haya activado su poder inconscientemente—.

—No se lo dije, es qué hay otra cosa también—

—¿Le pasa algo malo, Rabis?

—A veces, la escucho hablar sola— susurró

—Todos hablamos solos a veces, Calvo— respondió Auron— Es realmente muy normal—

—Pero es que ella dice un nombre, como si hablase con una persona—las expresiones de Rubius mostraban su preocupación por la pelirroja.

Amidala apareció con una bandeja, donde venía tazas de té, comenzando a ofrecerle a todos.

—¿Y cuál es el nombre que dice?— preguntó Alex

—Sino mal recuerdo, el nombre es Ro— Amidala soltó la bandeja, llamando la atención de todos, había palidecido.

—¿Te encuentras bien?— preguntó Alex preocupado

—Lo sabía— susurró, comenzó a caminar rápidamente hacia al patio, donde se encontraban las chicas, su semblante molesto hacía sentir que algo muy malo pasaría.

Actualmente con las chicas...

Kristina, ¿acaso tú..? ¿estas embarazada?— la pregunta tomó por sorpresa a todas, el rostro de Lana se iluminó.

—Yo...— iba a contestar pero un grito les interrumpió.

—¡¿Dónde está?!— Amidala caminaba furiosa hacia ellas, seguida por los chicos, quienes confundidos caminaban en silencio.

Las chicas se levantaron rápidamente, tenían un mal presentimiento—¿Qué sucede?— preguntó Alexa.

La castaña no respondió, caminó con fuerza hacia donde la pelirroja, empujándola y tirándola al piso, ocasionando que soltara un quejido, Amidala se posicionó sobre ella, tomándola de los hombres.

—¡Nieves!— gritó Rubius

—¡Cómo te atreviste a abandonar así a tu madre!— gritaba—¡Ya decía yo que tú rostro me era familiar! ¡EH RO!—

—¡¿Qué te pasa?!— Kristina se acercó intentando separarlas, obteniendo un "Kristina aléjate" de parte de Mónica, Amidala la empujo rápidamente, haciéndola caer, cosa que alteró a las chicas.

-¡¿QUÉ DEMONIOS TE PASA?!- gritó Dulce- ¡QUE ESTA EMBARAZADA, NIÑA TONTA!- La castaña tomo rápidamente los cabellos de Dulce, apartándola de una herida Nieves y la preocupada Kristina, quien inconscientemente cubría su barriga con su mano.

-¡EMBARAZADA!- Willy grito, acercándose hacia la chica.

Todas discutían, ocasionando un ambiente tenso y molesto.

-¡PAREN YA!- dos gritos, dos distintas voces, pero solo de una de ellas salió una luz rosada, cubriendo el ambiente en calidez, con un olor a rosas que comenzó a tranquilizar a todos. Lana se había alterado, asustada al no saber que hacer, rogó a los Dioses para que pararan, haciendo que su poder se activase, un par lagrimas caían por sus mejillas, pero no presto atención a lo que acaba de suceder con ella.

Nieves lloraba con fuerza, sus manos cubrían con fuerza su pecho, sus ojos permanecían cerrados. No se había percatado que había comenzado a nevar y a formarse pequeños copos de nieve debajo de ella-¡¿Acaso crees que no sé quien soy?! ¡¿o al menos de quien es este cuerpo?!- grito destrozada- ¡Sé perfectamente que mi cuerpo pertenece a alguien! ¡Se que este cuerpo le pertenece a Ro!- todos escuchaban atentos las palabras de Nieves- ¡No es mi culpa! ¡Los Dioses colocaron mi alma dentro del cuerpo de Ro! ¡Y ella se ha convertido en mi conciencia!-

-Nieves...- susurró Rubius.

-¡Pero ella no esta molesta conmigo! ¡Somos amigas! ¡Me aconseja y me cuida!- miro a Amidala- Ro dice que perder a su madre fue lo mas horrible, pero se ha resignado- se acercó a ella- dice que te vayas, para ella fue imperdonable que atacaras a nuestra amiga Kristina en su estado actual-

-Alex- dijo, buscando ayuda de su pareja, quien solo miro hacia otro lado.

-Nieves tiene razón, Amidala- dijo, sin mirarla- Lo mejor será que te vayas-.

-Bien- salió caminando, siendo seguida por Vegetta, quien abrió su puerta, dejándola salir de su mansión.

-Kristina, ¿estas embarazada?- preguntó Willy, tomando sus manos, mirándola preocupado.

-Se supone que eso era un secreto que solo sabia Akira, se molestara cuando sepa que te lo dije mientras ella no estaba- sonrió, un par de lagrimas salieron de los ojos de la pareja, quien emocionados se besaron rápidamente.

-¡Vivan los novios!- gritó Rubius rápidamente, todos celebraron y felicitaron a la pareja, un bebé, la primera en la próxima generación de héroes.

-Podemos organizar una fiesta una vez que hayamos rescatado Akira, no podemos celebrarlo sin ella- dijo Kristina, agradecida por toda la atención y felicitaciones.

-Es cierto, por ahora tenemos mucho que hablar- dijo Alexa, colocándose en medio de Lana y Nieves,  quienes nerviosas asintieron.

-Genial, ahora yo soy la única sin don- dijo Mónica

-¡No te preocupes!- Dulce rodeo rápidamente a la pelinegra- Nos encargaremos de ayudarte a activar tus poderes, amiga-.

-Eso espera- dijo Vegetta- la boda es mañana y debemos rescatarla antes de que suceda-.

-Déjamelo a mi, Vegetta-.


VA A SER NIÑA, SOY LÁGRIMAS 


Chicas de KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora