Capítulo 32: Molestia

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Los días seguían pasando, aunque el calendario parecía estar en pausa

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Los días seguían pasando, aunque el calendario parecía estar en pausa.

Las horas en casa se sentían interminables.

Pensé en regresar al trabajo aunque aún tuviera la fédula en mi brazo. Pero mi jefe me había contactado la semana anterior diciendo que podía volver cuando me curara. Pero siendo sincera, no quería esperar más tiempo. Tenía mucho miedo de perder mi trabajo.

Había limpiado de nuevo mi habitación, y me encontraba sentada frente al escritorio.

Volví a abrir mi libro, esperando poder concentrarme. Era mi quinto intento en toda la tarde. Pero cada vez que lograba leer un par de párrafos y resolver algunos cálculos, mi cabeza volvía a divagar.

En especial, por lo que había hecho el día de ayer.

Tomé mi celular y lo desbloquée, esperanzada. Pero al ver que, otra vez, no tenía ninguna respuesta de Changkyun lo apagué.

Suspiré, descansando mi cabeza sobre el libro. Algo estaba pasando.

La tarde anterior había rebuscando entre todas mis cosas; cajones, libros, libretas. En algún lugar debida de tener escrito el número de mi hermano. Y lo encontré. Estaba anotado en la parte posterior de un cuaderno que utilicé en mi semestre pasado.

No dudé mucho. Rápidamente guardé su contacto, y le envié un mensaje.

Yo:

Hola, Changkyun! Soy Nabi. Perdí mi teléfono anterior y este es mi nuevo número

5:23 p.m.

Cómo has estado? Espero que te esté yendo bien en tus clases. Podemos hablar más tarde si tienes tiempo

5:25 p.m.


Fui paciente, porque aún era de madrugada en Canadá. Así que esperé. Y esperé. Pero aunque las horas pasarán, y sabía que el amanecer ya había despertado a mi hermano, no recibí ningún mensaje de él.

Ni siquiera lo había leído, aunque ya hubiera pasado todo un día.

Las últimas semanas habían sido un caos, y no había tenido tanto espacio en mi mente para pensar en el porqué Changkyun continuaba ignorándome. Pero debía de haber una razón, y ya no quería esperar más.

Así que decidí hablarlo con mi mamá.

Seguí intentando hacer mi tarea hasta muy tarde, mientras la esperaba.

Finalmente, el sol se escondió detrás de las montañas. Estuve viendo un rato por la ventana, hacía los niños que jugaban alegremente en el parque de enfrente, hasta que escuché la puerta principal del departamento abrirse.

from zero » yoo kihyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora