Censura (a forbidden love story #4)

The Evil Witch and The Brave Warrior (parte 2)

Para esta reunión no me moleste en arreglarme, me quede con los vaqueros que me había puesto y solo me cambie la sencilla camiseta con el logo de Artic Monkeys por un sencillo suéter de cuello tortuga color mostaza que Karen me había regalado.

Me puse unos vans porque por alguna razón, el pensamiento de que quizá necesitaría correr abrumo todo lo demás. 

-No dejare que te pase nada malo- James bajo el cuello de mi suéter con su indice y dejo un suave y tierno beso en mi cuello, ojala pudiera decir que eso ayudo a que la tensión cediera o se disipara pero mi corazón parecía seguir latiendo demasiado rápido y en camio, mi cerebro iba cada vez mas lento. 

Esta vez tampoco nos separamos, James y o entramos juntos y, curiosamente, las oficinas ya se encontraban vacías para cuando llegamos. La secretaria no estaba allí, pero la oficina de mi madre estaba abierta, una suave música flotaba desde adentro y yo solo me sentía entrando a una mazmorra. 

Mis manos temblaban, al igual que mis piernas y de repente ya no era una persona, era una gelatina.  Sin pensamientos, sin latidos, solo un objeto inanimado tambaleante. 

-puedes hacerlo Emma- James suspiro y se detuvo frente a mi, evitando que lograra (pobremente o casi nada) seguir avanzando -pero no tienes que hacerlo ahora, no quiero verte asi- 

Registraba sus palabras vagamente pero mi cerebro se mantenía entre un extraño equilibro entre estar en estupor y completamente alerta para lo que encontrara en esa habitación 

-es mi madre- fue lo único que salio de mi boca y no se si era un consuelo para él o para mi. Tristemente no funciono, para ninguno de los dos, porque ambos sabíamos muy bien que Gabrielle hacia mucho tiempo había dejado de comportarse como una. 

-es ridículo- casi balbucee 

-volvamos a cas-James me acaricio los hombros y los brazos, su voz era suave, como un arrullo 

NO

el estallido fue fuerte y contundente, haciendome tambalear 

NO MAS

¿por cuanto tiempo mas iba a dejarla tener este control sobre mi? No habia sido una hija perfecta, pero Dios sabia que había tratado y salí bastante buena. No había sido problemática o caprichosa, siempre fui este cachorrito deseoso por aprobación, dispuesto a todo por obtenerla, pero estaba cansada, cada vez que me dejaba llevar por ese impulso nunca lograba nada, siempre quería mas, mas de mi, mas cosas que controlar, mas aspectos que cambiar. 

Nunca seria suficiente para Gabrielle

Nunca seria lo suficientemente buena 

Y si me iba a arriesgar a romper del todo nuestra relación, a que definitivamente me diera la espalda, me alegraba que fuera por esto. James y mi carrera eran lo único que había hecho por mi, todo lo demás, las clases de etiqueta, el ballet, las clases de piano...todo eso, había sido por ella, para que estuviera contenta para que me... quisiera. Habia hecho todo eso por ella y ni una solo vez mostró algo de aprecio o si quiera reconoció mi esfuerzo, siempre habia una cosa mas y yo seguía igual de miserable. 

Me enfrenté a mi padre por mi carrera, se lo dije a él porque ... no había sido capaz de enfrentar a mi madre. 

-nunca sentí presión, él nunca me dijo que quería esto para mi- murmure

James arrugo el ceño, pequeñas arrugas formandose entre sus cejas 

-él nunca me dijo que tenia que prepararme para seguir con el negocio, nunca me dijo que tenia que seguir con esto una vez el no estuviera... era ella- señale la puerta -era mi madre la que me presionaba por tomar clases de idiomas, porque aprendiera sobre administración y negocios, ella era la que quería esto para mi. No mi padre- lo sabia, lo había sabido por mucho tiempo pero es una de esas cosas que tu cerebro omite, como el hecho de que siempre estas mirándote la nariz pero tu cerebro lo pasa por alto.