Para alguien que se había estado riendo todo el camino, estar frente a una puerta, en completo silencioso y con ganas de huir no era un cambio normal.
Yo había decidido venir aqui, Karen insistió en que me fuera con ella, pero noooo, yo tenia que venir a enfrentar a James... dios! mi cuerpo quería que me follara pero mi cabeza y mi corazón me decían que tenia que irme.
Por supuesto, como estaba alcoholizada le hice caso a mi cuerpo y entre.
Le costo a mis ojos adaptarse a la luz pero una vez lo hicieron la tenue iluminación de la cocina me ayudo y también me enfoco en el hombre sentada, dándome la espalda, en una de las sillas de la encimera.
Suspirando, con ganas de irme y con aun mas ganas de entrar hice esto ultimo, dándole, antes de cerrar, un adiós a Anderson.
Dios, no quería pasar por todo esto de la adultez y conseguir a alguien con un testigo que me conocía desde que era una niña, no podía imaginarme lo incomodo que era para él ver todo esto, el solo pensar lo que hacia con James aquí.... no es que diga que él lo pensara... estaba divagando mientras daba pasos lentos y dudosos hacia él, solo tenia que estirar la mano y podría tocar la suave piel de su espalda, sentir sus músculos ondularse bajo mi toque... cuando él hablo: -no soy un chico de instituto Emma, no voy a ir tras de ti cuando es claro que necesitas un tiempo para pensar- suspirando dejo el bolw en la encimera, aun tenia un poco de leche y los cereales ya se veían pequeños y arrugados
-te voy a dar el mundo si eso es lo que quieres de mi, pero no entrare en el juego del gato y el ratón, eso ya lo hicimos, y no quiero hacerlo- miro sobre su hombro y se veía cansado -se que te molesto verme con tu madre, pero tienes que empezar a tener algo de fe en mi cuando te digo que me importas, que no haría nada para lastimarte-se levanto, su energía aparentemente renovada, su furia avivándose de repente, los músculos de su cuello se tensaron y su boca se abrió solo un poco pero no dijo nada y solo se fue, mientras subía por las escaleras, por fin se giro a mirarme -y si, tenia a alguien informándome que estuvieras bien y si, te espere porque aun así quería verte- suspirando de nuevo se giro y dijo sobre su hombro -puede que no fuera tras de ti, pero siempre me aseguro de que estés a salvo-
Me quede quieta, congelada en mi lugar mucho tiempo mas después de que él se hubiera marchado, en estado de estupor subí y entre en la habitación, él estaba acostado de lado, su respiración regular, la sabana solo cubriendo sus piernas a medias. Fui al baño, me quite el maquillaje, me quite la ropa y me cambie por una camiseta y unos pantalones cortos de franela, me cepille, use el retrete y luego salí del baño, me detuve en seco cuando vi a James sentado, sus codos en sus rodillas y sus manos juntas, su cabeza gacha.
-Dios santo Emma- su rostro se levanto de repente y camino hasta mi -pelea conmigo, gritarme- me sacudió suavemente y yo solo lo podía mirar hasta que mis manos solo empezaron a moverse, luchando contra él, contra su agarre, contra su cercanía
Sus ojos ámbar se hicieron mas oscuros mientras comenzaba a gritarle, no registraba lo que decía pero si sentía fresca la ligera sensación de traición que me había rehusado a sentir mientras recordaba verlo irse para reunirse con mi madre.
-Si Emma, gritame- su voz era rasposa y necesitada. Me agarro de mi vieja camiseta y la rasgo -reclamame, pídeme explicaciones...-decía entre jadeos pero yo solo seguía maldiciéndolo, maldiciéndolo y deseando lo al mismo tiempo. Deje que me guiara hasta la cama y que me lanzara allí -si, Emma. pelea.- me agarro por las muñecas y puso mis manos sobre mi cabeza -pero no vuelvas a huir, no eres una maldita niña y estoy apunto de demostrártelo-
Me beso, con furia y yo lo correspondí y cuando por fin libero mis manos, las lleve a la cinturilla de su sudadera de chándal, no sin antes acariciar el bulto que se mostraba orgulloso a través de la tela de algodón
no podía articular palabras, solo quería sentir, sentir esta rabia y este deseo y que me dejara desahogarme de la mejor forma en la que podía pensar ahora.
James no pareció importarle o se sentía justo como yo porque la forma tosca como amasaba mis senos, los mordiscos quizá un poco demasiado fuertes me expresaban su rabia, pero luego venían acompañados de tiernos besos y suaves lamidas al rededor de mi pezón que me decían que no quería herirme que solo quería adorarme
Se levanto, quedando de rodillas entre mis piernas, mientras revelaba mas de su erección y sus muslos, bajando lo suficiente su sudadera para que no fuera un inconveniente y yo levante las caderas para que el pudiera quitarme la ropa interior y los pantalones cortos de un solo tirón. No fue suave y no duro mucho, pero sentía toda la mezcla de sentimientos en cada empuje que daba dentro de mi, era poderoso, certero y no se detuvo, bombeo en mi interior sin darme respiro, mientras yo clava mis uñas en su espalda y gemía su nombre.
el sonido de nuestros cuerpos chocando el sudor que comenzaba a perlar mi frente y la suya y la ligera capa que también empezaba a cubrió su espalda y mi vientre hicieron que nuestros cuerpos se deslizaran con mas facilidad, . Su mano agarro un montón de mi cabello y llevo mi rostro al suyo, nuestras bocas se juntaron pero nuestros ojos mantenían en el otro y sus empujes no se detenían, balanceando la cama a un ritmo salvaje que no estaba segura de soportar por mucho tiempo mas
-no voy a resistir mucho tiempo mas- dijo con voz ahogada
Jadeando, en silencio, dije su nombre mientras dejaba que el orgasmo se apoderara de mi, el me tomo por la mandíbula entonces y fijo su mirada en la mía mientras él se dejaba ir también
Tratando de recuperar el aire, agitados y agotados, James se quedo justo donde estaba y no vi mas que hacer mas que acunarlo con todo mi cuerpo, mis piernas se envolvieron tras su espalda, mis brazos rodearon su hombros y empuje su riostro al hueco de mi cuello.
-estoy tan perdidamente enamorada de ti- las palabras solo se deslizaron de mi boca, porque el momento había sido tan crudo que no quedaba mas que ser honestos, quizá no estábamos del todo desnudos, pero si me sentía vulnerable y a la vista -me asusta- añadí
Él se aparto un poco entonces y acaricio mi rostro, apartando varios cabellos errantes hacia atrás -también estoy perdidamente enamorado de ti-y entonces esa sonrisa casi tímida y apenas perceptible curvo sus labios y no tuve mas remedio que besarlo, pero esta vez con ternura
-no mas secretos, por favor- le dije y mi respiración se agito con lo que estaba a punto de decir -desde que mi padre murió siento que miro al mundo, a este lugar donde pase la mayor parte de mi vida, donde los conozco a todos... siento que miro desde afuera y tu, ahora tienes estas... reuniones con mi madre y yo estoy celosa y aterrorizada pero sobre todo siento que me dejas de lado, que me excluyes-
En algo James tenia razón no era una niñita para estar corriendo cada vez que algo no me gustaba o que estaba demasiado abrumada por lo que sentía que tenia que evadirlo. Ya era una adulta, si quería que compartiera sus secretos conmigo, tenia que demostrarle que podía soportar el peso de esos secretos.
James me dio una mirada triste -no son mis secretos para contar, Emma- me dio un beso en la frente -pero te prometo que tan pronto descubra como todo eso encaja, te lo diré- no entendía nada de lo que me decía, como encajaba que? y si no eran sus secretos, que tenia que ver mi madre con todo eso? -con respecto a tu madre, tengo que admitir que me gusta ponerte celosa pero no con ella, no quiero que sientas celos de esa mujer, no siento absolutamente nada por ella y ahora solo hace eso para molestarte-
-Entonces no le sigas el juego!- casi sonaba como una niña caprichosa, pero no me importaba
-tienes razón, no volveré a hacerlo-
Me quede boquiabierta -¿en serio?
El asintió -no quiero hacer nada que te haga sentir insegura sobre nosotros- me dio un beso en la punta de la nariz -gracias por volver a casa-
la vulnerabilidad en su voz me robo completamente el corazón
-¿a donde mas iría?-
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Censura (a forbidden love story #4)
Genç Kız Edebiyatı¿Estas preparado para pagar las consecuencias? Emma Bähr lo tiene todo. Es hija única, vive rodeada de lujos y nunca tuvo que molestarse en pedir nada, todas sus necesidad siempre eran anticipadas por personal bien entrenado que hacia las veces de...
