{Levi}
Era bastante molesto estar metido en una tienda llena de cosas de bebés pero lo que era aún más molesto era ver al resto de parejas siendo felices y eso me molestaba porque yo no tenía derecho a saber el sexo de mi hijo y más tarde se iría para siempre de mi vida, claro que las cosas estaban siendo justas conmigo después de haber tratado mal a Eren desde un principio, obviamente nadie sabía de eso más que nosotros dos porque habíamos hecho un acuerdo.
Nadie lo sabía porque Isabel me pidió que moviera todas las cosas de Eren a mi habitación y que no lo dejáramos entrar por nada ya que ahí es la habitación del bebé y lo estábamos acomodando así que el pretexto de salir hoy fue ese, comprar lo que hace falta y acomodarlo para darle una sorpresa a Eren.
Por más que había intentado distraerme no pude a dónde quiera que iba había algo que me recordaba la situación que viviría a futuro pero después de todo era justo.
Recibí el mensaje de Isabel, todo estaba listo ahora era mi turno de distraer a Eren en lo que ella y Kenny arreglaban lo que faltaba, caminé de regreso a la maldita tienda era incómodo entrar pues a cada paso que daba el aire se volvía más pesado, malditos remordimientos.
Solo tenía que encontrar a Eren y distraerlo por al menos una hora pero algo de entre toda esa multitud de cosas llamó mi atención se trataba de un gorrito rosa con el decorado de un oso me parecía bastante lindo seguro a Eren le gustaría aunque solo había de color rosa y yo no tenía la más mínima idea de si sería un niño o una niña pero daba igual los colores no definen el género.
Había resultado fácil distraer a Eren, aunque me sentía mal ante todo esto el no sabe que lo quiero y que en realidad estoy arrepentido de todo pero no puedo decirlo hay algo que me impide decirlo las palabras no salen de mi y un nudo se forma en mi garganta, si, soy un cobarde por no poder tomar el valor suficiente y disculparme con todos porque aunque no me guste aceptarlo todos merecen una disculpa que quizá no arregle las cosas pero puede ayudar a sanar la herida.
Al llegar a la casa Eren se veía bastante cansado y de vez en cuando se sobaba la espalda baja, se sujetó de mi, cuando lo hacía era por el miedo a tropezar aunque él no lo admitiera, lo llevé hasta la que era su antigua habitación y nos detuvimos frente a la puerta.
-cierra los ojos, por favor -le pedí y sin preguntar el lo hizo. Abrí la puerta, todo estaba en orden y se veía bonito.
Nos adentramos al cuarto hasta quedar en el centro.
-abre los ojos Eren -susurré cerca de su oído, al abrir sus ojos estos se llenaron de lágrimas, estaba muy feliz tan feliz que me besó un beso que me supo amargo un beso que no pude disfrutar por la culpa que me carcomía e inundaba todo mi ser, el lo disfrutó porque fue el más puro y sincero que pudo darme en ese momento pero lo que terminó por destrozarme fue cuando dijo que me quería. Me agaché y con cuidado puse mi cabeza sobre su vientre, el bebé se estaba moviendo besé el lugar donde había sentido más movimiento, no merecía nada de esto.
-yo también los quiero -susurré para que no me escuchara pues carecía de mucho valor para decírselo a la cara.
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Dulce esperanza
FanfictieEl alfa más codiciado y arrogante de Paradis cometió un pequeño desliz al verse involucrado con Eren un omega universitario que cambiará la vida de ambos tras una inesperada sorpresa que desata un caos en Levi ¿pero qué puedes esperar de un alfa que...