Capítulo IX: "El Diario"

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"Cosas Horribles suceden en Pueblo Escondido. Y como el nombre del pué lo lo dice, permanecen ocultas, en las sombras. Aquí todos tenemos secretos, oscuras intenciones que mueren por salir a la luz, yo...."

La chica detuvo su maquina de escribir para pensar en lo que estaba redactando. Llevaba sus anteojos y analizaba las palabras, una a la vez.

—¡Julieta! —la llamo Elías, quien entraba a la oficina del diario escolar— ¿Averiguaste algo? —.

Ella dejó de lado su trabajo y le puso completa atención al recién llegado.

—No tengo el nombre, pero quien quiera que haya sido el alumno está en el hospital —sonrió con suficiencia.

—Tengo que averiguar de quien se trata. Iré —dijo él con convicción—, ¿Quieres acompañarme?—.

—La noticia siempre es primero—ella sonrió y tomó su cámara.

******

Samuel salía de su oficina cerrando con llave, estaba por marcharse a la capital en un viaje del cual no pensaba dar detalles salvo que fuera necesario. Llevaba una pequeña maleta consigo.

—¡Samuel! —lo llamó Patricia.

—¡Oye, Hola! —dijo él y sonrió.

—¿Ya te vas? —.

—Si, entre más rápido mejor—dijo y paso saliva —. Tengo algunos pendientes que hacer, volveré cuanto antes —.

—Quería agradecerte la confianza —ella sonrió.

—Te la mereces, estás preparada. Cuento contigo —.

—Lo haré, cuídate —le dijo ella y lo miró partir.

******

Ángel David seguía en su cama en el hospital, se encontraba en recuperación desde el incidente de la comisaría. El Sheriff se encontraba al pie de la cama y Cecilia a su lado tomándolo de la mano.

—Lo sentimos, señor Zepeda—dijo el Sheriff —. Confirmamos su estadía en el hotel de las afueras, lamentamos este grave error. Espero comprenda que todo ha estado algo tenso desde que desapareció esa joven —.

—Lo imagino —respondió él.

—Si recuerda algo de esa noche, nos ayudaría mucho —.

—Lo lamento, solo vimos a la patrullas entrar al pueblo y fue todo. Decidimos dar vuelta atrás—dijo y se mostró pensativo —. Debíamos vernos con el notario esa noche, lo dejamos plantado. Si hubiéramos llegado... —miro a Cecilia, ella estaba aterrada.

—Me alegro de que haya decidido así señor Zepeda—afirmó el Sheriff y se puso el sombrero —. Gracias a usted su familia se encuentra con bien. Pediré que mis oficiales monitoreen su casa cada que se pueda. Estar a las afueras y tan cerca del bosque puede ser peligroso—.

—Le agradezco —.

El Sheriff se marchó para dejarlos solos, Grecia estaba jugando con sus mascotas en el suelo de la habitación. Sus padres se miraron con una expresión de felicidad, estaban vivos gracias a la decisión de Angel. Cecilia lo beso y se acomodo en su hombro.

Elías y Julieta entraron al hospital y llegaron a la recepción. El chico se mostraba desesperado.

—Hola, disculpe. Supimos que una compañera de nosotros fue internada aquí —

La recepcionista lo miró con desconcierto. Miró en sus anotaciones y después lo miró nuevamente.

—¿Compañera? —.

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