Capítulo veintidós

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––Creo que deberías volver con tus padres––soltó el pelinegro.

 ––Aun no estoy lista para eso Logan––dije en un largo suspiro. Era cierto, aun no estaba lista, aunque haya tenido una conversación con mi madre, además, después de lo ocurrido no sabía cómo mirarlos a los ojos.

 ––Son tus padres enana. Te iras en un mes a otro continente por algunos años, no podrás verlos en un largo tiempo.

 ––Lo se... pero, tienes que entenderme...

 ––Lo hago, pero también intento ver lo mejor para ti––sostuvo mi mano y me sonrió.

Nos encontrábamos en una pradera no muy lejos de la ciudad. Sus padres aun no volvían de su viaje y su pequeña hermana aún se quedaba donde su tía. Todo era muy tranquilo, demasiada tranquilidad y solo estábamos nosotros mirando las nubes como si fuéramos unos pequeños niños de cinco años.

 ­­­­­­—Keith...—pronuncio el castaño.

 —¿Sí? —pregunte sin apartar la mirada del cielo.

 —De verdad te aprecio mucho...

Lo miré directo a los ojos y de inmediato me encontré con su profunda mirada color café. Un montón de sensaciones me recorrió el cuerpo en un milisegundo. Un cosquilleo en mi estómago y una opresión en mi pecho que me dificultaba la facilidad de respirar provocaron un colapso en mi interior. ¿Qué era todo esto? ¿lo he sentido antes?

 —Y yo a ti Logan...—sonreí con cierta dificultad.

¿Qué estaba pasando? ¿Acaso Logan sentía algo que no fuera amistad? No, eso no puede ser, yo estoy con Alex, amo a Alex, pese a todo, no importa lo que haya sucedido, eso quedo atrás, todo esta bien, somos uno, tenemos mucho en común.

Otra vez esa sensación extraña en mi interior. Me senté sobre el césped tomando mi cabeza entre mis manos. ¿Qué mierda ocurre? Logan porque siento que me quieres decir otra cosa, porque siento que esas palabras van en dirección contraria, con otro sentido. Ahora no por favor.

Mi respiración se agita, mi corazón late frenéticamente y me agarro el cabello jalando un poco de el con desesperación. El pelinegro posa su mano sobre mi hombro diciendo algunas palabras que no logro entender.

Intento controlar mi respiración y relajar un poco mi cuerpo. Dejo caer mis brazos a un lado y miro el césped. No soy capaz de observar a Logan a los ojos. Siento que articula algunas palabras pero no soy capaz de distinguirlas.

 —Keith... ¿Qué sucede? ¿estás bien? ­ ­— logro comprender por fin

 ­—Logan... ¿me lo dices como amigo?

De inmediato el pelinegro abre sus ojos con cierta sorpresa. Desvía la mirada y toma una gran bocanada de aire para luego expulsarlo de una sola vez. Dirige su mirada hacia el horizonte y luego hacia mí.

 —Por supuesto— dijo con una sonrisa—¿de qué otra forma podría decirlo? —rio

 —A mi no me engañas—escupí. El suspiró.

 —No lo había entendido hasta hace poco. Siempre has sido importante para mi Keith... pero solo hace un tiempo entendí cuales son realmente mis sentimientos hacia ti. No quería decírtelo porque no quería arruinar tu relación con Alex y por su puesto que ahora tampoco, pero... por mas que digas que ya arreglaron las cosas, sabes que eso puede volver a ocurrir. No lo digo para perjudicarte, al contrario, solo me preocupo por ti, siempre lo he hecho... Yo no mando mis sentimientos, ellos me dominan a mi, y gritan por ti.

El silencio reino por unos segundos, hasta que pronuncie...

 —Me iré a casa de mis padres—el asintió.



Al volver a casa, empaque mis cosas con cierta rapidez y sin un orden alguno. Cerré la maleta y tomé mi instrumento que yacía en su estuche. Logan apareció en silencio por la habitación y me observo con detenimiento. En cuanto camine hacia la puerta él no se opuso.

 —Te dejare en tu casa— pronuncio, yo no dije nada y baje las escaleras.




Al llegar a casa, baje con rapidez y tome mis cosas sin decirle nada a Logan. No estaba molesta, pero no era el momento para revolver mas mi mente.

El pelinegro bajo del auto y de dirigió junto a mi a la entrada de la infraestructura. Toque el timbre y escuche unos pasos que, a mi parecer, venían de la escalera.

 —Gracias por todo—dije observando fijamente la puerta de madera.

 —No hay de que...

En ese momento, Bridget apareció y de inmediato una sonrisa se dibujo en su rostro. Me abrazo con fuerzas y revolvió mi cabello con diversión.

 —Gracias por cuidarla—escuche que dijo mi rubia hermana en el momento que yo subía las escaleras.

 —No hay de que, siempre estaré para ella.

Esas palabras se sintieron como una punzada en mi pecho. Si fuera un gran amigo, no provocaría esta confusión en mi interior. No me malinterpreten, agradezco todo lo que Logan ha hecho por mí, lo que nadie mas ha hecho, pero esta confusión no deberá existir, él no debería provocar esto que ahora me tortura, menos en estos momentos.


Al entrar en mi habitación se sintió un poco extraño. Habían retirado la alfombra de color beige y la habían reemplazado por una gris. No pude evitar imaginarme la espantosa escena. Agite mí cabeza intentando ahuyentar ese horrible pensamiento. Como es que fui tan cobarde.

Me deje caer sobre el acolchado mueble y observe el techo. Pensé en mis padres, mi hermana y por supuesto en Logan, lo horrible que debió de ser para ellos. Me avergonzaba.

Bridget entro en la habitación y me sonrió.

 —Me alegra que hayas vuelto enana. Papá y mamá estarán contentos de verte—sonrió aún más y se alejó.

Claro. Estarán felices...


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......



...



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¡Por fin! Después de casi un año de actualizar lo he hecho. De verdad lo siento, no tengo excusa, no me habia dado el tiempo y mi creatividad estaba apagada, pero ya volvi y muy motivada. Mañana tal vez actualice nuevamente ya que el capitulo esta casi listo. Espero que esten todos y todas muy bien, recuerden ser optimistas.

¡Nos leemos luego!

❤❤❤


Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora