Capítulo siete

128 9 0
                                    

 ––Logan lo siento––sollozaba en los brazos de mi amigo––. Lo siento...

 ––Tranquila pequeña––dijo con dulzura––. Vamos adentro, hace mucho frío, no quiero que te de neumonía.

Subimos en silencio hasta su habitación. Me senté al borde de su cama con el pelinegro a mi lado. Ninguno pronunciaba palabra alguna, sé que habíamos discutido pero también sabía que pasara lo que pasara siempre podía contar con él.

 ––Logan...––dije con un nudo en mi garganta el cual me impedía hablar con claridad––. De verdad... lo lamento... no quise decirte todas esas cosas... solo estaba molesta.

 ––Lo sé, lo sé––me abrazo––. Entiendo que he abusado de tu amistad, lo siento, no debo arrastrarte con mis problemas.

 ––Tal vez no te he apoyado lo suficiente...

 ––Por supuesto que no––se apartó de golpe un poco alarmado––. Eres quien más me ha apoyado, siempre has estado conmigo.

 ––Te quiero idiota––sonreí con lágrimas y lo abrace.

 ––Y yo a ti tonta––reí––. Ahora... quiero que me cuentes que paso.

 ––Bueno...––mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas––. Enfrente a... mamá––sollocé nuevamente.

 ––Keith...

 ––Les contaba a todos, cuando estábamos cenando, que fui una de las elegidas para realizar la audición para entrar a la "Royal College of Music"––Logan me miro sorprendido, sonreí a medias––. Y mamá no dijo nada, solo dijo un desabrido "que bien", ni si quiera un "felicitaciones"––recordarlo me llenaba de dolor y enojo––. Le grite, le dije que no tenía la culpa de...de que Danny... falleciera––explote, no podía.

 ––Ay Keith...––me abrazo con fuerza, yo solo lloraba desconsoladamente sobre su hombro––. Tranquila...desahógate.

 ––Ella me abofeteó...––dije con dificultad pero sé que el entendió lo que dije pues, se apartó un poco de mí y sentí su mirada sorprendida. De inmediato toco con delicadeza mi mejilla––. Me abofeteó Logan... jamás pensé que mi madre me despreciara...

 ––Pequeña...––me tomo por los hombros y luego alzó mí mentón para que lo mirara a los ojos––. Los padres a veces reaccionan inconscientemente, no lo hacen a propósito, te lo digo porque lo se––sí, lo sabía, pero lo de él era distinto y más complicado, además, aun no lo resuelve––. Ahora... vamos a dormir, mañana hay escuela.

 ––Lo...

 ––Si dices que lo sientes una vez más te juro que de verdad me enfadare contigo––me interrumpió, yo reí–– ¿Estamos bien?

 ––Claro––sonreí.

 ––Ven, te prestare ropa más cómoda para dormir.

Logan me entrego una sudadera que me llegaba un poco más arriba de las rodillas. Me recosté sobre su cama cubriéndome con las suaves mantas. El pelinegro deposito un suave beso en mi mejilla y se acostó en el sofá de su habitación cosa que me pareció extraña pues habíamos dormido juntos cientos de veces cuando él llegaba borracho o yo llegaba a su casa, tal vez quería darme mi espacio.

Tres de la mañana, no dejaba de pensar en lo que había ocurrido. Tendría que volver a casa tarde o temprano pero no podría ver a mi familia a los ojos. Jamás había actuado de esa manera, jamás, de hecho, creo que soy una de las pocas personas de veinte años que nunca había dicho una maldición o una grosería en su vida.

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora