Capítulo veintitrés

61 6 0
                                    

Mis padres se alegraron al verme y la verdad, al principio me impresiono, creí que su reacción seria otra, está claro que me equivoqué. Me llenaron de besos y abrazos. En un principio no pude evitar sentirme un tanto incomoda. Por las situaciones que habíamos vivido los últimos meses y porque nuestra relación como padres e hija o, más bien, como familia nos había afectado. Sin embargo, en el momento en que mi madre me abrazó sentí una calidez que me recorrió completamente. No pude evitar soltar unas lágrimas y abrazar a mi madre con fuerza. Era algo que no sabía que necesitaba tanto, pero sí que quería hace mucho tiempo, el afecto de mi madre.

Esa noche cenamos comida china. Bridget y yo preparamos un pastel y luego vimos una película entre todos, creo que hace mucho tiempo no actuábamos como una familia y la verdad alegro mucho hacerlo.



Eran más o menos las tres de la mañana y yo aun no podía conciliar el sueño. Me giraba de un lado a otro entremedio de las sabanas, me levantaba y caminaba por toda la habitación, observaba el oscuro cielo, volvía a recostarme, pero no lograba cerrar mis ojos y caer en un escenario que mi cerebro creara.

Mi cabeza aún estaba pensando en las palabras de Logan, en que el sentía algo por mí.

Y si, ¿yo también siento algo por él?

No, claro que no, él es mi mejor amigo.

Una persona no decide de quien se enamora.

Yo estoy con Alex, no puedo enamorarme de otra persona siendo que ya amo a alguien.

El amor no tiene limitaciones.

Pero no es posible, somos amigos desde niños, solo eso somos, amigos.

Es lo que tú quieres creer...

Mi consciencia me estaba torturando. Ahora no por favor, no es el momento, no estoy lista para pasar por otro episodio de cuestionamientos, de preguntas sin respuestas, no. No otra vez.




El ambiente estaba bastante frío y el viento hacia un intento por despeinar mi cabello, pero por suerte traía puesto un gorro de lana. Tenía unas ojeras enormes, pero nada que un poco de maquillaje y café pudieran arreglar.

Llegue al parque ya que había acordado con Alex de vernos allí. En el amplio lugar casi no había personas. Las hojas secas de los árboles comenzaban a acumularse en el suelo y por más que los jardineros intentaban juntarlas, el viento no los ayudaba.

A lo lejos, en un banquillo distinguí la inconfundible vestimenta de Alex quien jugaba con sus manos mientras miraba fijamente a un grupo de violinistas que tocaba en el pequeño anfiteatro del lugar.

Me acerque al castaño y este sonrió. Me abrazo con fuerzas y me beso en los labios con delicadeza. No pude evitar sonreí ante la acción de mi novio. Nos sentamos juntos en el frio banquillo sin soltar nuestras manos.

 —Quería verte—dijo mientras formaba pequeños círculos en el dorso de mi mano con su dedo pulgar.

 —Y yo a ti—apoye mi cabeza en su hombro—. Creí que vendrías con tu hermano

 —Prefirió quedarse en casa jugando videojuegos.

 —Por supuesto—reí.

 —Nos hacía falta hablar.

 —Si, lo se...—suspiré. Sabia a donde iba esto.

 —Se que no quieres oír sermones, y sinceramente tampoco soy muy bueno con ellos—se sinceró—. Pero... no quiero que nada te ocurra—sonreí ante su preocupación.

 —Tranquilo... no cometeré una estupidez otra vez...—dije cabizbaja. El castaño me abrazo con fuerza y yo me oculte entre sus brazos.

 —Te amo pequeña—sonrió—. No quiero que te guardes nada, puedes confiar en mí.

 —Lo sé.

Caminamos por el parque hasta llegar a una cafetería. Hacia tanto frio que me calaba los huesos y mis mejillas estaban coloradas.

Nos adentramos al cálido lugar y tomamos asiento en los acolchados y cómodos sillones. Obviamente ambos pedimos un café con un plato de galletas de mantequilla, algo que no puede faltar al lado de una bebida caliente ya amarga.

 — ¿Cómo te ha ido con la banda? —dije curiosa. Hace un tiempo que no hablábamos, más o menos una semana.

 —Muy bien—dijo alegre—. Hemos ganado algo de dinero así que mejoramos algunos implementos que necesitábamos y ahora juntaremos dinero para comprar una mejor camioneta—sonrió.

 —Genial—sonreí de vuelta—. Yo... debo contarte algo.

 —Dime lo que quieras—me tomo la mano suavemente y sentí calidez—. Volví a casa de mis padres.

 —Qué bueno pequeña—dijo con algo de entusiasmo—. Me alegra que las cosas se estén arreglando.

 —Si, también yo—sonreí, pero fue una sonrisa cínica, porque no todo estaba del todo bien...





Las clases estaban algo lentas. Había conversado con el profesor Blake sobre el intercambio y seria dentro de dos meses. Debía de sacar pasaporte puesto que la estadía corría por parte del otro instituto en donde terminaría mis estudios. de alguna forma me sentía feliz, mis padres estaban realmente orgullosos y felices por mí, pero no había vuelto a hablar del tema con Alex, y era obvio que debíamos de hacerlo.

No divise a Logan en el transcurso del día y, creo que tampoco sería capaz de mirarlo. Realmente no sabía si estaba molesta con él, solo que... no era capaz de observarlo a los ojos, no quería toparme con él por ningún motivo.

Almorcé con Alex en la cafetería y no nos vimos hasta la salida. Él me sonrió en cuanto me vio y deposito un delicado beso en mis labios el cual, por supuesto, seguí.

 —Te dejare en casa—coloco un mechón de mi cabello tras de mi oreja.

 —Claro—sonreí—. Pero.... Ya no estoy en casa de Logan—el me miro confundido y a la vez sereno—. Volví a casa de mis padres.

El castaño me sonrió y me abrazo al mismo tiempo que comenzaba a acariciar mi cabello.

 —Me alegra que hayas vuelto a tu casa pequeña, y que las cosas t están resultando bien.

 —Si, a mí también—sonreí—. ¿Por qué no vienes a cenar a mi casa? ¿mis padres ya te conocieron como mi novio no? — él asintió—. Bueno, tenemos que hacerlo oficial frente a ellos.

 —S-sí.

 —¿Estas nervioso?

 —Un poco—se sinceró.

 —Luego yo puedo ir a tu casa y me presentas a tus padres, así estaremos a mano—reí.

 —De acuerdo—rio de vuelta—. Iré mañana a las siete, ¿te parece?

 —Claro—sonreí para posteriormente abrazarlo.

A lo lejos, una cabellera negra se distinguía.

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora