Es día martes, por fin las clases de química terminaron, para la mayoría de los alumnos el enlace atómico era una cosa sumamente aburrida, claro está que para Kyo era igual, pero no para su hermano, el cual entendía perfectamente la teoría de la estructura atómica y se sabía de pi a pa la tabla periódica de elementos con valencias y pesos. Cierto es que el pelirrojo se las sabe de todas, todas en cuanto al colegio se refiere, pero, aunque tiene un don casi divino para las matemáticas, la química y la física, aún no ha podido desarrollar bien su sexto sentido; ya que no pudo presentir que algo importante estaba a punto de ocurrir. Yume-sama había contratado a un nuevo chofer, le pidió a la agencia que lo enviaran el día anterior, pero por motivos de tiempo no pudo ser, así que el nuevo empleado de Yagami-sama llegaría a medio día a la mansión; cual fue la sorpresa del empresario al ver a un joven de aproximadamente veinte años, cabello rubio, largo y ondulado, ojos azules y tez clara, con una pinta de modelo que no se le creía que fuese un simple chofer de limusina. En fin, esto no era lo malo, el detalle estaba en que este joven aun no sabía que Iori les había prohibido a todos los sirvientes de la mansión que lo llamasen por su apellido, regla que se debía acatar siempre y sin excepciones. Pero aun sin saber esto, el muchacho se sentía plenamente seguro de hacer bien su trabajo, así que ahí va, a la escuela Hitsuji en la limusina negra de los Yagami, a recoger al primogénito de la familia después de haber visto una foto de su nuevo amo.
Llegó diez minutos antes de que los alumnos salieran de sus aulas, se sentía nervioso, pero armándose de valor salió de coche y junto a la reja espero a que saliera Iori.
Tiempo después distingue entra la manada de jóvenes en estampida, a un estudiante pelirrojo, de más o menos un metro setenta y dos. Sin reparar en nada comienza a gritarle...
– ¡¡Yagami-san!! – una voz proveniente de la reja hace que Iori se pare en seco, el moreno se para también al momento que nota que su hermano no avanza más – ¡¡Yagami-san, aquí!! – el rubio sigue agitando los brazos para llamar la atención de su amo
– Oye, Iori – exclama Kyo, por lo que su hermano voltea – ¿ese no es tú coche? – pregunta frunciendo el ceño, un escalofrío lo recorre de pies a cabeza
– Si, lo siento, pero...tengo que irme – dice el pelirrojo, se nota en su rostro un gesto de enojo
– De acuerdo hermano – Kyo le sonríe, Iori queda sorprendido ante esto, pero se alegra al ver que esta vez su apellido no ahuyento a su amigo, el cual, después de que Yagami subiera a la limusina, miro hacia todos lados esperanzado a que nadie más se haya dado cuenta de la situación.
Se siente tranquilo al ver que todos siguen en sus asuntos, aunque su corazón aun no deja de latir aceleradamente, la impresión anterior no era para menos. Ahora si estaba completamente seguro de que aquel muchacho era su rival; puso su mano derecha en el corazón, y la oprimió fuertemente a causa de una opresión en el pecho. Bajo el rostro y cerro sus ojos un momento, debía pensar detenidamente la situación, que haría, era una decisión difícil. Por un lado, estaba su padre, y por otro su mejor amigo quien resulto ser su "peor enemigo"; pero aun sabiendo eso no dejaba de sentir simpatía por él. Alzo el rostro, la determinación se notaba en su semblante, con decisión en su mirada y en su corazón camino hacia donde estaba su bicicleta, después de sacarla de su lugar se fue a la mansión Kusanagi. Pero el moreno no se había dado cuenta de un detalle importante, es cierto que miro hacia ambos lados para ver si alguien más se había dado cuenta, pero, le falto mirar a sus espaldas, en el lugar donde se encontraba la persona menos indicada para este tipo de situación: Kushinada Yuki.
Obviamente el apellido Yagami no es exclusivo para una sola familia, pero si a esto le sumamos que el pelirrojo ha sido la primera persona que le gana al moreno en los deportes, y la primera que casi derriba a Kyo de un solo golpe en el primer encuentro que habían tenido, la joven no tardo en sacar sus conclusiones. Tal vez no estaba segura de que ese Yagami fuese de la misma familia que era la rival de los Kusanagi, pero eso era fácil de averiguar, simplemente tenía que hacer que el pelirrojo se enterara del apellido del moreno y de acuerdo a la reacción que tuviese, se valoraría al final si eran o no los descendientes de los clanes enemigos. Ahora bien, la siguiente pregunta era, ¿cómo llevar a cabo las cosas sin que alguien se diera cuenta de que ella tenía que ver con eso? Miro su reloj, era ya un poco tarde, en el camino para su hogar era seguro que encontraría la excusa perfecta, así que no tardo un minuto más y se dirigió hacia el auto de su madre la cual desde hace rato la estaba esperando con el motor en marcha.
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KURAKU I: COMO ROMEO Y JULIETA
FanficCategoría: YAOI Personajes: Iori X Kyo Generos: Drama, Humor, Romántico, Tragedia Advertencias: Lemon, Muerte de un personaje, Violación Capítulos: 42/42 Finalizado: Sí No menores de 18 años Resumen: La historia es simple y está basada en un cliché...