Lo hago por ti

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Suzuka Nakamoto

Himeka se puso a dormir otra vez de lo cansada que estaba, no sabía que hacia Himeka en su trabajo que estaba así de cansada, me puse a esperar que despertara para preguntarle, pero no la vi feliz que tuviera trabajo, tal vez ese trabajo es un poco fuerte para ella, ya era hora de comer y Himeka seguía durmiendo, fui a preparar una sopa ramen mientras tanto.

Himeka: Suzuka, ¿Qué haces?

Su: Una sopa de ramen.

Himeka: ¿Por qué no me llamaste? Te lo pude haber preparado.

Su: Estabas demasiado cansada para despertarte.

Himeka: No te preocupes por eso, siéntate que yo termino de preparártelo.

Su: Ok, ¿Qué haces en el restaurante de fideos?

Himeka: ¿Por qué lo preguntas?

Su: Como llegaste demasiado cansada y dormiste demasiado.

Himeka: Solo estoy como camarera, pero tengo que ser rápida para eso.

Su: Por eso estabas demasiado cansada.

Himeka: Hai (Sonriendo).

Himeka estaba actuando demasiado raro pero no le di tanta importancia a eso, solo sabía que íbamos a poder vivir tranquilas las 2 juntas, pero vi como saco mucho dinero de su cartera y lo guardo, algo raro estaba pasando pero no me gustaba lo que sentía.

Himeka Nakamoto

Ya tenía una semana en este trabajo y no lo soportaba más estar ahí, la única razón por la que no renunciaba era por Suzuka, el sueldo que gana era más que suficiente para mantenernos a las 2, pero cuando Suzuka diera a luz a su bebe sería más difícil la situación, se iba a gastar mucho más dinero cuidando a un bebe, a veces salíamos a comprar ropa porque teníamos pocas.

7 meses después

La barriga de Suzuka se le notaba demasiado, yo estaba demasiado feliz de lo grande que será él bebe, me gustaba pasarle mucho la mano por su barriga y siempre sentíamos como su bebe se movía mucho, éramos muy felices juntas pero no era feliz cuando estaba en el trabajo, tenía mucho dinero ahorrado para cuando Suzuka diera a luz se pudiera pagar el hospital, pero no sabíamos cuánto nos iban a cobrar por eso, algunas joyas y relojes que teníamos lo termine viendo pero nos quedamos con algunas cosas, Suzuka no quiso vender sus aretes que tenían un corazón le gustaba mucho que siempre se los ponía cuando se despertara y yo solo me quede con algunas cosas para verme bien en el trabajo.

Himeka: Ya es hora de irme, te deje la cena y el desayuno listo solo tienes que calentarlo antes de comértelo.

Su: Ok.

Himeka: Te vez muy kawaii con esa barriga tan grande.

Su. Solo faltan 2 meses para que nazca mi bebe (Sonriendo).

Himeka: ¿Ya le tienes nombre listo?

Su: No, no sé cómo lo llamare.

Himeka: Ok, cuídate bien, no valles hacer nada que sea peligroso.

Su. Ok, Mama (Riéndose).

Suzuka Nakamoto

No me gustaba cuando Himeka tenía que irse a su trabajo, quería estar con ella en todo momento pero ahora todo es diferente a lo que siempre hacíamos, me compro un osito de peluche para que me hiciera compañía cuando no estuviera, me podía a jugar con el cuándo Himeka no estaba, fui a prepararme la cena y note algo raro en su mochila, cuando miro bien el traje me di cuenta que Himeka no estaba trabajando en un restaurante de fideos, había muchísimo dinero en su mochila, no lo podía creer que Himeka estuviera haciendo ese tipo de trabajo, me estuvo engañando todo este tiempo, quería una explicación de su "Trabajo".

Al día siguiente

Cuando despierto Himeka estaba durmiendo en un lado de la cama, tenía que esperar que se despertara para hablar seriamente con ella de su "Trabajo", Himeka ya tenía la comida lista y era hora de hablar con ella.

Su: ¿Te gusta mucho ese trabajo?

Himeka: ¿Por qué preguntas?

Su: Para saber (Sonriendo).

Himeka: Hai, me gusta mucho (Mirando hacia otro lado).

Su: ¿Eres muy buena en ese trabajo?

Himeka: Hai (Sonriendo).

Su: ¿Y de hace cuando te gusta hacer strippers? (Seria).

Himeka: Suzuka, ¿De que estas hablando?

Su: No te hagas la que no sabes, ayer encontré en tu mochila un traje de strippers y hay mucho dinero ahí (Seria).

Himeka: Esta bien lo admito, trabajo en un club de strippers pero solo soy camarera ahí, estaba buscando un trabajo y no quería entrar a ese lugar pero era la última opción, solo estoy de camarera te lo juro (Llorando).

Su: Si como no, siempre has tenido un buen cuerpo para eso y veo que ese trabajo te queda muy bien a ti (Molesta).

Himeka: Lo hago por ti, yo te estoy manteniendo con un trabajo que no me gusta para nada, pero si quieres lo dejo y me busco otro.

Su. No dejes ese trabajo y sigue con lo que te gusta ser ahora.

Himeka: No me gusta esto, es que necesitamos el dinero para poder mantener al bebe que vas a tener, es difícil ser camera con esos hombres viéndome mucho.

Su: Dices que no te gusta pero ahora sales mostrando más los pechos (Molesta).

Himeka: Suzuka, cálmate un poco.

Su: No me digas lo que tengo que hacer, me voy (Molesta).

Himeka: ¿A dónde vas a ir?

Su: Al patio (Molesta).

Himeka: Hace mucho frió para que estés afuera.

Su: No me importa.

Himeka Nakamoto

Me dolió mucho que Suzuka supiera la verdad de mi trabajo, no quería que supiera nada de esto, todos los días me voy al baño a llorar sin parar por lo que hacía, ahora Suzuka me odiaba pero yo era la única que podía mantenerla, seguía en el patio sentada en la silla, ya era hora de ir de almorzar y fui a llevarle algo para que comiera pero cuando llego no estaba, estaba demasiado asustada que haya salido de la residencial sola, vi la puerta abierta de la salida y de verdad había salido, si algo le pasaba nunca me lo perdonaría, salí corriendo a buscarla pero no la encontraba, la buscaba sin parar y hacia demasiado frió para que Suzuka estuviera afuera, no quería que nada le pasara estando sola, no iba a volver a la residencial sin Suzuka, me iba a quedar toda la noche buscándola si era necesario. Después de 2 una hora buscándola la encontré en el parque sentada, pero estaba temblando demasiado del frió que hacía, me quite mi abrigo y se lo puse para que no tuviera mucho frió, me dio un fuerte abrazo y comenzó a llorar, volvimos a casa para prepararle algo caliente, le prepare té verde y la abrigue bien para que no tuviera frió, nos quedamos viendo televisión toda la tarde tranquilas, Suzuka nunca me soltó la mano desde que llegamos, ahora podía estar tranquila que estábamos las 2 juntas, pero a veces pensaba si nuestros Padres nos seguirán buscando después que nos echaron de la casa, era algo que no queríamos saber para nada, estábamos felices viviendo las 2 juntas.

Te cuidareWhere stories live. Discover now