Hospital *Jenlisa*

Capítulo VI Flowers

Jennie fue hacer sus actividades con una sonrisa que nada la borraba, su humor había mejorado notablemente, sus pacientes la notaban diferente y nadie se atrevía a preguntar a que se debía, le mando un mensaje a su mejor amiga pidiéndole que cubriera a Lisa diciéndole que después le explicaría, regreso a la sala de descanso llevando 2 almuerzos, ahí estaba aún dormida la persona que la había hecho muy feliz en su vida, dejo todo en el escritorio y acerco una silla para verla dormir.

30 minutos después

– ¡¡NINI NOOO!! – grito despertándose Lisa sentándose rápidamente en la cama, viendo a todos lados buscándola.

Estaba dormitando cuando escucho el grito, se levantó rápido para sentarse en la cama – Que ocurre Lily, te sientes bien – tocando su frente para revisar que no tuviera fiebre.

– Nini – abrazándola – tuve una pesadilla soñé que te perdía – cerrando sus ojos para olvidar ese sueño.

– Lily – acariciando su espalda – Aquí estoy contigo, ven vamos a almorzar porque alguien ya debería de estar trabajando – separándose del abrazo dándole una palmada en la pierna que fue recibida por un gruñido – Por eso te decía que durmieras, pero no me hiciste caso, ven – tomándola de la mano para que se levantara sino las 2 estarían ahí todo el día – Siéntate y come – pasándole su almuerzo.

– Pff – suspirando haciendo caso a lo que le decían – Sabes que podía pasar todos los días de mi vida despertando a tu lado – dando un bocado a la comida – Te ves hermosa Nini – dándole una sonrisa.

– Lily...– tratando de controlar sus emociones – Te ves bien para haber dormido 2 horas, será mejor que te apures porque no tardan en venirte a buscar – evadiendo el tema.

– Me disculpas un momento, regreso rápido – parándose de pronto corriendo hacía la salida del edificio.

– ¡¡MANOBAN!! – gritándole en vano porque ya estaba muy lejos de ella, era muy rápido despertar al monstruo Jelaous dentro de ella, estaba furiosa que era más importante en este momento para Lisa, porque no se quedó con ella, tanto le costaba acabar su almuerzo y luego irse, su monstruo finalmente cedió ante su curiosidad, esperaría 20 minutos nada más para ver si regresaba iba averiguar a donde había ido esa Rubia con tanta urgencia.

45 minutos después

– Donde rayos estabas Manoban, que era eso tan importante que no podía esperar – diciéndole enojada en cuanto la vio regresar, cuando se acercó vio que su ropa estaba un poco sucia de las rodillas, tenía sangre en la mano derecha – Te fuiste a meter a una pelea – interrogando mientras traía los implementos para curarla – Dame la otra mano para ver si no está sangrando – exigió Jennie.

Lisa solo la veía a los ojos cuando le respondió – No – contestando segura – Yo...fui...cuando estaba almorzando recordé que mi Papá...mi Abuelo – corrigiéndose, aunque el comentario no pasó desapercibido para su acompañante – Él me decía que siempre le llevaba flores a Mamá...mi abuela... – aclarando – Pensé que eso nos faltaba, fui corriendo a ver si encontraba, pero es muy temprano aún...así que brinque la barda de una casa para conseguirte esto...no sé cuáles sean tus favoritas – mostrándole una hermosa rosa roja y sus dedos ensangrentados haciendo juego – Salió un perro tuve que correr y la corte tan deprisa que tire un pétalo – contándole la historia lamentándose por el pétalo perdido – No es tan hermosa como tú...espero que te guste – ofreciéndole la rosa.

– Es muy linda Lisa, por supuesto que me gusta – tomando la flor, yéndola a poner sobre la mesa – Ven curare tus heridas, porque tú...– pensando cómo llamarle porque al parecer era un tema delicado – Porque le llevaba flores.

Permitiendo que curaran sus heridas le respondió – Para enamorarla, Mamá amaba mucho las flores – quebrándosele un poco la voz.

Jennie quería abrazarla y despejar toda tristeza en Lisa, al mismo tiempo volvían sus fuegos artificiales, ese gesto la había cautivado más de lo que imaginaba – Vas a estar bien, tienes que prometer que no harás otra locura como esa – diciéndole dulcemente.

– No te gusto la flor, te puedo traer otra – levantándose pronto se dirigía a la puerta, pero fue detenida por los brazos de Jennie, se dio la vuelta para tenerla de frente, acomodando sus brazos alrededor de la cintura de la mayor.

– Me encantó ese detalle Lily, solo no quiero que te metas en problemas – abrazándola con cariño para soltarla suavemente – Es mejor que acabes tu almuerzo y vayas a trabajar, Rosé me mandó un mensaje diciendo que te necesita – mientras ella buscaba un recipiente para colocar la flor.

– Nini, cuáles son tus flores favoritas – preguntando, porque si pensaba hacer eso seguido al menos lo haría bien.

Pensando un momento la respuesta – No tengo preferencia por alguna flor en específico, cada una es bella depende de donde la veas – dejando la flor en un matraz Erlenmeyer que serviría como florero – Tú tienes una flor favorita Lisa? – preguntando con curiosidad.

– Sí, se conocen como flor de la nieve.

– No creo haberlas escuchado – haciendo nota mental que investigaría eso.

– No son de esta región, crecen únicamente en lo alto de las montañas nevadas – explicando la situación, terminando de almorzar – Merezco un premio por haberte traído esa flor – sonriéndole coquetamente.

– Vaya Manoban, coqueteas con todo mundo – sonrojándose levemente.

– Solo cuando las chicas son muy lindas – acercándose lentamente a Jennie.

– Vete ya a trabajar antes de que todos se den cuenta que no has entrado – tratando de que su voz sonara con autoridad poniendo sus manos en los hombros de Lisa para detenerla.

Afortunadamente entro Rosé justo cuando el ambiente se estaba tornando tenso – Hola Jennie, me dijeron que aquí estaba... – sin poder acabar la frase vio la escena, se dio la vuelta rápidamente – Liz puedes venir conmigo por favor – diciéndole aun de espaldas a ellas.

– Si ya voy – respondiéndole – Me debes un premio Kim – dándole por sorpresa un beso en la mejilla, salió de ahí con Rosé rápidamente.

Justo al salir escucharon el grito de Jennie – ¡¡MANOBAN!!.

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Gracias por el apoyo a la historia.

Disculpen si antes había mucho Chaesoo, era necesario para el desarrollo de la historia.

Cuídense