Fernanda acaba de salir de la cárcel por un crimen que no recuerda haber cometido, se castigo asi misma y se alejo de sus amigos y familia para pagar su condena, ahora regresa a su ciudad a reparar los daños que hizo.
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Rubinho tomó la caja que tenía Fernanda y le indicó que caminarán hasta donde estaba una camioneta, Fernanda solo lo siguió sin decir nada, quería preguntarle y decirle tantas cosas pero no sabía por dónde comenzar, las palabras se enredaban en su lengua, Rubinho abrió la puerta de carro para ella y se subió pensando en que sería lo primero que diría.
-Perdón Rubinho-
Él se quedó mirándola no sabía a qué se refería
-Por qué Fernanda-
-Por todo, mi vida dio todo errado desde el momento en que te deje en el altar y aun así tú eres el que estaba esperando por mí-
Rubinho tomó la mano de Fernanda y la beso
-Yo prometí cuidar de ti o no-
-Rubinho teníamos 11 años, no pensé que te acordaras de esa promesa-
-Yo la recuerdo muy bien Fernanda, te hice una promesa que pienso cumplir por el resto de mi vida-
-Gracias-
Rubinho encendió el carro y preguntó a Fernanda a dónde se quería dirigir, sin dudarlo dos veces Fernanda dijo que Puerto del Cielo, él se quedó pensando, no sabía si era el momento de contarle a Fernanda sobre su hijo y la mentira con la que había crecido.
-Qué tal si vamos primero a comer algo, ya es hora de almorzar y tú restaurante favorito ya debe estar abierto, que tal-
Fernanda no había notado que su salida de la cárcel había tomado tanto tiempo, entre el papeleo las reseñas y las despedidas
-Está bien-
Camino al restaurante Fernanda admiraba las calles, los lugares eran diferentes se veía con un color diferente, parecía que estaba en otro lugar, aun así era la ciudad a la que había llegado cuando tenía tan sólo 17 años, con muchos sueños e ilusiones que desaparecieron con un disparo.
Al llegar al restaurante Rubinho corrió a abrir la puerta de Fernanda, ella bajó sintiéndose extraña había estado en ese lugar 15 años atrás con Miguel.
...Flashback...
En una mesa del fondo del restaurante una joven de 18 años aguardaba por su novio, él entró al restaurante corriendo apresado por haberla hecho esperar, la beso y pidió disculpas por la demora
-Esta bien, no llevo mucho esperando-
-Lo siento, mi papá me llamó y se demoró un poco-
-Dijo algo de mi casa- preguntó Fernanda nerviosa
-Si, tú mamá está muy enojada, dice que no quiere volver a verte, que es mejor que no regreses- Fernanda bajo la cabeza con tristeza, Miguel le tocó el rostro y lo hizo mirarlo, sonriendo para ella
