13 años esperando por ese momento, tenía tantas cosas que decirle a su hijo, pedirle perdón era lo primero, de todos los errores que había cometido el dejar a Pedro había sido el más grave y de que más se arrepentía, no fue algo voluntario, existían razones que nadie conocía por las cuales se vio obligada a dejar a su hijo, pero no importaban en ese momento, Pedro también lloraba en unas pocas horas se había enterado de la existencia de su mamá y ahora la tenía en frente, no había cambiado mucho de las fotos que tenía de ella, si se veía cansada, algo delgada pero las facciones de su cara eran suaves, sus ojos azules brillaban y se iluminaban aún más con las lágrimas.
-Pedro, hijo, perdón- dijo Fernanda sollozando
Pedro no dijo nada, se lanzó a los brazos de su madre, mientras lloraba buscando consuelo en los brazos de ella, Fernanda no esperaba ese abrazo no sabía cómo sería la reacción de su hijo y esta era mejor de lo que podía esperar, lo besaba en la frente y lo acunaba en sus brazos tratando de recuperar algo de ese sentimiento que tuvo en el primer momento que lo tuvo en sus brazos después que nació.
Aníbal también lloraba viendo a su hija y su nieto por fin juntos, Rubinho sonreía de ver feliz a Fernanda y Miguel en la esquina de la habitación no tenía claros sus sentimientos, debería sentir rabia, odio por esa mujer, sin embargo, la veía frágil, hermosa, tierna como la mujer de la cual se había enamorado, por más que quisiera sentir rabia no podía, lo único que realmente deseaba era una explicación pero sabía que no era el momento.
-Pedro, mi hijo no sabes cuánto lo siento, perdóname-
-Mamá después podemos hablar de todo, en este momento solo quiero abrazarte y saber que estas bien-
-Pedro, no sabes cuánto te amo, hijo espere 13 años para volver a abrazarte que parece todo un sueño-
Los continuaban abrazados hasta que Aníbal hizo un sonido para que notaran que había más personas en la habitación, Fernanda levantó la mirada y vio a su papá, él se acercó a la cama y la abrazo, los tres se fundieron en un abrazo, madre, abuelo e hijo, lloraban y se contenían en uno solo mientras trataban de recuperar en ese momento el tiempo.
Después de algunos minutos una enfermera tocó la puerta y entró a la habitación
-Perdón, la interrupción, pero el monitor cardiaco de la señora Fernanda presentaba alteraciones, así que vine a revisar si esta todo bien-
La enfermera ingresó y revisó el aparato después tomó la presión y verificó los signos vitales
-Estoy bien, es la emoción no veía a mi papá y mi hijo hace mucho tiempo- dijo Fernanda
-Eso explica todo, pero de igual forma, quiero verificar que esta todo bien, en lo posible sería bueno que evitará las emociones fuertes, mañana tiene varios exámenes y si estuviera relajada sería muy bueno-
La enfermera terminó la revisión y salió de la habitación, Pedro se sentó en la cama y se mantenía abrazado a su madre, mientras Fernanda acariciaba su frente y pasaba sus dedos por el cabello de su hijo, Miguel se había sentado una silla que estaba en la habitación y trataba de mantener la mirada en el piso como evitando que se cruzará con la de ella, Rubinho observaba todo con una sonrisa era feliz de ver a Fernanda feliz.
-Hija, yo quiero saber cómo te sientes-
-Papá en este momento estoy muy bien, gracias por haber traído a Pedro-
-Bueno, debemos a agradecer a Miguel que lo dejó venir-
En ese momento Miguel levantó la mirada y se cruzó con la de Fernanda
-Gracias Miguel-
El solo asintió con la cabeza
-Bueno, creo que es momento de irnos Pedro- dijo Miguel levantándose rápidamente
-Papá yo me quiero quedar con mi mamá- dijo Pedro abrazando a Fernanda fuertemente
-Pedro, eres menor de edad no te van a permitir quedarte, además ella necesita descansar y tú mañana tienes que ir al colegio-
-Tu papá tiene razón, no puedes faltar al colegio, te prometo que apenas salga de aquí, voy a ir a buscarte-
-No quiero-
-Pedro, por mi si- le sonrió Fernanda
-Está bien-
-Don Aníbal, supongo que se va a quedar con Fernanda me podría prestar su carro para ir hasta Puerto del Cielo-
-No es necesario Miguel – respondió Rubinho
-Yo los puedo llevar, tengo una audiencia en Puerto del Cielo mañana y Fernanda no se va a quedar sola, así que yo puedo volver mañana dependiendo de lo que diga el médico, te parece Fernanda-
-Si Rubinho muchas gracias-
-Ok, entonces nos vamos, el camino en carro es largo-
Cuando ya estaban prestos a salir de la habitación, el celular de Miguel sonó, le informaban que uno de los permisos que requiere para una de sus obras no había sido autorizado por la falta de la firma de unos documentos y que era necesario que se presentará al día siguiente en la oficina de licencias de la ciudad de Sao Paulo, con esa noticia Miguel no podía regresar, tenía que quedarse esa noche.
-No puedo regresar con ustedes-
-Porque papá-
-Tengo un problema con una licencia, necesito ir mañana a la oficina de licencias temprano a resolverlo-
-Entonces nos podemos quedar- pregunto Pedro emocionado
-No Pedro, tú tienes que ir a clase, te vas con Rubinho-
-Es mejor que salgamos ahora, para no llegar muy tarde son 3 horas de trayecto-
Los 4 salieron de la habitación de Fernanda y se dirigieron a la salida, Pedro ya estaba listo para irse con Rubinho, Miguel y Aníbal los vieron irse, mientras conversaban, la puerta de la habitación de Fernanda se abrió de golpe, Mauro se había enterado de la salida de Fernanda y no podía perder la oportunidad de cobrarse algunas deudas pendientes.
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El Regreso
RomanceFernanda acaba de salir de la cárcel por un crimen que no recuerda haber cometido, se castigo asi misma y se alejo de sus amigos y familia para pagar su condena, ahora regresa a su ciudad a reparar los daños que hizo.