Capitulo 11

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Aníbal golpeo la puerta y se encontró a Miguel y Fernanda viéndose fijamente, era claro que aquellos dos aun sentía algo

-Está todo listo, nos podemos ir-

Los tres se dirigieron al ascensor, al llegar al carro Miguel abrió la puerta para que Fernanda se fuera adelante con su padre, pero ella se negó y se sentó en la parte de atrás del carro, era tarde y había bastante tráfico, en camino al aeropuerto Aníbal hacia comentarios, preguntaba cosas simples a Fernanda y ella respondía tímida, Miguel por otro lado permanecía en silencio y cada cierto tiempo la miraba por el espejo retrovisor, a pesar de la oscuridad de la noche y el carro, sus ojos brillaban, Fernanda miraba por la ventana pero se sentía observada al ver el espejo se encontró con la mirada de Miguel, no sabía cómo explicar en sus ojos no se veía la rabia del día anterior, había calma de alguna forma parecía que había algo de compasión y por qué no amor.

Al llegar al aeropuerto los tres se subieron a la avioneta, Fernanda se fue adelante con su padre, había aprendido a pilotear y tenía hasta licencia, fue el regalo de su padre por su cumpleaños 18, los deportes extremos, volar, bucear, eran cosas que amaba y extraño todos los días, Miguel no compartía todos sus gustos pero en el momento que vio su sonrisa al sentarse como copiloto, recordó aquella mujer con la que se había casado, feliz, carismática, fuerte, inteligente, durante el vuelo escucho y vio a la Fernanda de la cual se había enamorado.

Fueron 45 minutos de vuelo fácil, al aterrizar en la pista del Puerto del Cielo, se dieron cuenta que había varias personas a un costado de la pista esperando por ellos, dentro de las personas estaba su hijo Pedro con una sonrisa inmensa en la cara y unas flores en sus manos, su mejor amiga desde la infancia Laura, sus dos sobrinas y otras dos mujeres que no conocía.

Una vez se bajaron, Pedro corrió a los brazos de su madre, Fernanda no podía estar más feliz, así era como siempre había soñado encontrarse con su hijo, no en un hospital

-Pedro, te extrañe mucho-

-Yo también mamá-

Caminaron hasta donde estaban los demás y de la nada una mujer alta, con cabello ondulado y con cara de felicidad paso por su lado y fue directo a donde Miguel, Fernanda vio como aquella mujer lo besaba y él le correspondía.

-Es la prometida de mi papá-

-Qué bueno- por dentro sintió su estómago revolverse no sabía que Miguel se iría a casar, si tenía en cuenta que nunca se había separado legalmente, aun continuaban siendo esposos, el problema era saber por cuánto tiempo más

-Fernanda, mi amiga- Laura la abrazo fuerte, a pesar de todo lo sucedido fue con ella y su padre las únicas personas con las que mantuvo contacto, su amiga estuvo para ella siempre

-Laura, gracias por no abandonarme-

-Jamás, Fernanda tú sabes que nuestra amistad siempre ha superado todo, esta era una prueba más-

-Tía- dos jóvenes se acercaron a abrazarla, Fernanda las reconocio por fotos que le habían hecho llegar con el tiempo, cuando sucedió todo Helena y Natalia eran una niñas, también se había perdido de verlas crecer, se suponía que ella seria su figura materna después de que perdieron a sus padres en un accidente, pero las cosas cambiaron y nada sucedió como se suponía.

La mujer que Fernanda no reconoció se acercó y se presentó

-Mucho gusto, soy Casilda, la esposa de tú papá- Fernanda miró a su papá, él si le había contado que tenía una relación de varios años, pero no que se había casado

-Mucho gusto- respondió Fernanda

-Fernanda- Miguel la llamó mientras caminaban hacia la salida de la pista, ella se giró para encontrarse con Miguel y su novia tomados de la mano

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