Capitulo 14

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-Fernanda, esta todo bien- Si había algo que le rompió el corazón a Miguel era ver llorar a Fernanda, en este momento se sentía confundido, no sabía que sentir por ella

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-Fernanda, esta todo bien- Si había algo que le rompió el corazón a Miguel era ver llorar a Fernanda, en este momento se sentía confundido, no sabía que sentir por ella

Fernanda se secó las lágrimas, se puso los lentes de sol y se levantó sacudiendo la arena de la ropa

-No pasa nada Miguel, estoy bien-

-Bueno, estoy aquí por mi papá quiere que esta noche vayas a cenar a la casa- Fernanda lo miro sorprendido, no quería estar en esa casa los recuerdo que tenía eran tan difíciles de manejar

-No creo que sea prudente Miguel-

-Mamá por favor, mi abuelo te quiere mucho y sería bueno que fueras a la casa, todavía hay un armario con cosas tuyas-

-Todavía están mis cosas en tu casa Miguel-

-Si, no quise botarlas- dijo un poco avergonzado

-Entonces, te puedo esperar esta noche-

Fernanda no sabía si aceptar, pero la cara de su hijo la convenció

-Está bien, esta noche voy a estar allí-

-Bueno, Pedro tú tienes que ir a la casa, tienes tareas del colegio y adelantar lo que no viste en estos días, así que vamos-

-Papá, pero no podemos dejar a mi mamá acá en la playa sola-

-Pedro, ve con tú papá tiene razón, es bueno para mi estar acá, voy a estar bien-

-Está bien-

Pedro le dio un beso en la mejilla a Fernanda y Miguel simplemente asintió con la cabeza, dejando a Fernanda sola con la inmensidad del mar en su frente, después de estar una hora allí, sin pensar solo divisando los colores del cielo y el mar, decidió regresar a casa de su papá, sentía que todo el mundo la miraba las personas estaban sorprendidas de verla regresa, se había ido cuando era tan joven y todos sabían de asesinato, muchos no creían en lo que había pasado pero era un hecho que estuvo en la cárcel y ahora estaba de regreso.

Fernanda camino un poco más rápido, le molestaba las miradas de las personas, cuando llegó a la casa de su papá golpeo, ya que no tenía llaves

-Fernanda hija, que bueno que regresaste, como te fue no compraste nada-

-No papá la verdad se me olvido, quería volver todos me miraban-

Fernanda camino hacia la sala cuando se sorprendió con la persona que estaba sentada esperándola

-Fernanda- su mamá se veía mayor, los años le habían sacado arrugas su cabello continuaba negro, pero su cara reflejaba tristeza

-Mamá-

-Hija, tu mamá quiere hablar contigo, así que yo debo salir, pero estas en tú casa, encima de la mesa te deje una llave para que puedas salir sin problemas-

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