¿Qué pasaría si te enamoraras de tu mejor amigo?
Ese es el dilema de Kiara, quien está enamorada de EJ. Sin embargo, todo cambia al inicio del curso cuando conoce más a fondo a Ricky Bowen, el chico al que dedicaron una canción de amor con un ukele...
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━━━━━━━━━━━ FIRST DATE ━━━━━━━━━━━
CADA DÍA MI EQUIPO SE esforzaba más, pero no era lo suficiente para ganar el siguiente campeonato. La última tuvimos mucha suerte que no contaran la caída de Celeste al hacer la voltereta.
— ¡Descanso de 10 minutos!—grite mientras corría junto a Ricky.
El estaba sentado observando su móvil mientras me esperaba para luego salir juntos por primera vez desde que empezamos a salir.
— Hola Bowen.—le di un beso en la mejilla.—Gracias por esperarme.
— No tenía otra cosa que hacer.—guardó su móvil y me agarro las manos.— ¿Preparada para nuestra primera cita?
— Más o menos...—le bromeé y miró preocupado.—Es broma, Bowen.
Ricky me atrajo hacia el, haciendo que nuestros labios se juntaran formando un beso cálido y lento.
— me separe de él, y empecé a jugar con su cabello.— ¿Sabias que te amo?
— me sonrío.—No, no la sabia.
Apoye mis manos en sus mejillas, atrayéndole de nuevo hacia mi y deje pequeños besos por todo su rostro.
— Aún no me quedo claro.— sus mejillas se tornaron a un color carmesí, eso hizo que tuviera mariposas revoloteando.
Al sentir las miradas de las chicas hacia nosotros no pude volver a besarlo, era muy incómodo ser observada por tanta gente cuando intentas besar a tu novio.
—En diez minutos acabo, te amo.—le di un corto beso y fui de nuevo con las chicas.
— Aún no te lo tiraste encima.— Celeste me dio un leve golpe en el hombro.— Para ser Ricky Bowen debe estar muy bueno.
— el calor subió hacia mis mejillas.— A-ah.... — sacudí mi cabeza y dejé de imaginarme cosas.— Calla y sigue entrenando.
Al terminar de entrenar me fui con las chicas al vestuario a recoger nuestras cosas, fui la primera para ducharme, quería estar lista lo antes posible para irme rápido.
— ¿Nerviosa?—me pregunto Celeste.
— asentí con la cabeza, mientras guardaba mis cosas en la mochila de deporte.— ¿Que tal si me lleva aún restaurante?
— Lo dudo, Ricky no es de esos.—me sonrió y me acomodo el cabello.— Tu ve tranquila, no lo arruines.
— Nerea se acercó a nosotras.—Llámanos si necesitas ayuda.
— No, si nos llamas no te contestaremos. Sabes que en todas tus citas no te ayudaremos, tienes que ser tú misma, como lo has echo hasta ahora.— dijo Celeste, nos abrazamos las tres.—Suerte guapa.
